El Ayuntamiento pone en orden los aparcamientos regulados
Se creará una tarjeta en la zona amarilla para propiciar que usuarios de otras ciudades que trabajen en Cádiz compartan vehículos
CÁDIZ/La concejalía de movilidad urbana está ultimando el texto de la que será la primera ordenanza municipal que gestione los estacionamientos regulados de la ciudad. El documento se integra en el profundo proceso de mejora de la trama urbana en todo lo relacionado con la movilidad y que ya se puede vislumbrar con el inicio de la construcción, en unión con la Junta, del nuevo carril bici y la peatonalización de la plaza de Argüelles a la que seguirá la vecina plaza de España.
La nueva ordenanza viene a cubrir un vacío en un servicio urbano, el estacionamiento en la vía pública, problemático desde hace décadas, especialmente en el limitado espacio del casco histórico. El objetivo es reordenar zonas de aparcamientos, aprovechar mejor su uso y, sobre todo, facilitar el estacionamiento a los residentes en estas calles, en muchos casos afectados por una mayor presencia de visitantes en determinadas épocas del año, como ha pasado hasta este verano entre Muñoz Arenillas y el cementerio donde la entrada en servicio de la zona naranja ha solventado los problemas que los propios vecinos de este barrio tenían para aparcar en las inmediaciones de sus viviendas.
El documento ha sido negociado con diversas asociaciones vecinales, comerciantes y otros colectivos ciudadanos. En unos días se desarrollará un nuevo encuentro previo al debate con los partidos municiapales ya que la intención es que se apruebe antes de que concluya este año, incluyéndolo en las nuevas ordenanzas fiscales de cara a 2019.
Con este proyecto "recogemos las necesidades y las soluciones para mejorar las condiciones que tienen muchos vecinos a la hora de encontrar un aparcamiento, uno de los problemas históricos de Cádiz desde hace muchos años", destaca el teniente de alcalde de Movilidad, Martín Vila, que indica que su delegación trabaja sobre un plan con cuatro patas fundamentales: "la peatonalización, con lo que ello supone de mejora de la accesibilidad, la regeneración de los espacios urbanos y la mejora de la trama urbana de cara a lograr una ciudad con mayor potencial económico gracias al comercio y al turismo; el impulso de medios alternativos, especialmente con la mejora y ampliación de la red del carril bici; la red de transporte público, para lo que ya se está trabajando en el nuevo pliego para el concurso del servicio de los autobuses urbanos; y el estacionamiento, un bien escaso siempre".
La nuevo ordenanza va a implicar una serie de cambios en los usos de las zonas azul y naranja y la entrada en servicio de una nueva zona, la verde, ampliamente reclamada por colectivos vecinales.
LA ZONA AZUL
La más antigua de todas, la zona azul, mantendrá dentro de su uso como plazas de rotación con el mismo tiempo de estancia máximo (3 horas) y pendiente de fijar su precio, volcada fundamentalmente en zonas con una elevada actividad comercial y turística.
Como novedad la zona azul abre la alternativa de su uso para los vehículos comerciales e industriales, con un tiempo de estancia máximo de 4,5 horas, facilitando con ello su uso y con un coste de 90 céntimos la hora pero con los primeros 30 minutos de aparcamiento gratis. La intención del Ayuntamiento es ver cómo evoluciona esta nueva modalidad "lo que nos permitirá dimensionar las necesidades de carga y descarga en determinados puntos de la ciudad y actuar sobre ellas, como puede ser en la calle Arquitecto Acero".
En cuanto a usuarios con movilidad reducida el tiempo de estancia será ilimitado, siendo gratis en las plazas ya señalizadas para este colectivo y de 90 céntimos para el resto.
LA ZONA NARANJA
En cuanto a la zona naranja, el concejal valora de forma muy positiva el funcionamiento de la misma durante este verano. Su puesta en marcha en diversos puntos estratégicos de la ciudad, especialmente en las inmediaciones del Paseo Marítimo, aunque en un principio comenzó con dudas por parte de los usuarios, al poco ha conseguido el apoyo de los residentes. En este sentido Vila destaca que en el tramo entre San José y la glorieta para las 330 plazas existentes ya se han aportado 360 tarjetas.
En su categoría de rotación, la zona naranja aumentará el tiempo máximo de estancia hasta las tres horas. También se está pendiente del coste de este servicio.
Los residentes podrán contar con una tarjeta para un tiempo ilimitado de aparcamiento con un coste de 100 euros al año o apenas 10 euros al mes. En este caso se atenderá al área de estacionamiento regulado correspondiente al domicilio del titular.
También se introduce la posibilidad de uso de la zona naranja para vehículos comerciales e industriales con 4,5 horas y 90 céntimos la hora con los primeros treinta minutos gratuitos.
Las personas con movilidad reducida tendrán periodo de aparcamiento ilimitado gratuito en plazas señalizadas o con un coste de 90 céntimo la hora en el resto.
Pero entre las novedades que introduce la zona naranja destacan dos que, entre otras cosas, tienen como objetivo mejorar la movilidad ciudadana y, sobre todo, reducir la carga de vehículos que soporta la ciudad, especialmente que quienes vienen a trabajar desde otros puntos de la provincia.
Así, por una parte, se crea una tarjeta para trabajadores por cuenta ajena, empleados públicos y autónomos, con el mismo coste y tiempo que los comerciales y siempre en la zona correspondiente al domicilio del puesto de trabajo.
Por otra, se crea la figura del vehículo compartido, con un tiempo máximo de 4,5 horas y un coste de 100 euros al año o 10 euros al mes. El objetivo de esta novedosa tarjeta es reducir al máximo la llegada de coches de usuarios que trabajan en Cádiz, propiciando el uso del vehículo por varios trabajadores, con un mínimo de tres personas, como ocurre en muchas capitales europeas. Los beneficiarios no podrán estar empadronados en la ciudad de Cádiz y se aportará una única matricula para, evidentemente, un único automóvil.
LA ZONA VERDE
La nueva ordenanza municipal crea la zona verde, cuyo desarrollo había sido solicitado por diversas entidades vecinales. "Se centrará en zonas netamente residenciales y nos ayudará a calmar el tráfico especialmente en épocas turísticas, como puede ser la Viña, Mentidero, San Carlos o el Balón, donde los vecinos se quejan de la dificultad que tienen para estacionar", indica el teniente de alcalde de Movilidad.
La nueva zona verde tendrá dos categorías, ambas con tiempo de uso ilimitado: para residentes, con un coste anual de 100 euros, mensual de 10 euros y diario de 50 céntimos y gratuito en plazas señalizadas para personas con movilidad reducida. Todo, evidentemente, en la zona regulada que le pueda corresponder por la ubicación de su domicilio.
APARCAMIENTOS DISUASORIOS
Junto a la reordenación de los escasos aparcamientos en superficie que tiene la ciudad, el Ayuntamiento se plantea la búsqueda de suelo para aparcamientos alternativos o disuasorios. En este sentido Martín Vila espera que la nueva dinámica de diálogo con el Estado facilite la cesión de suelo hoy sin uso y en manos de la subdelegación del Gobierno y la Zona Franca. Ya se ha pedido. En el caso de la parcela del antiguo Gobierno Civil, estratégicamente situado en la misma puerta de entrada al casco antiguo, habrá que esperar si es económicamente viable habida cuenta de que habrá que realizar una importante inversión, se supone que por parte estatal, para nivelar el terreno.
El Ayuntamiento, a la vez, ya ha comenzado las obras para habilitar dos grandes bolsas de aparcamientos en la avenida de Astilleros, mientras que la Autoridad Portuaria habilita a su vez suelo con plazas que servirán para solventar el déficit que en su día provocará la peatonalización de la plaza de España. Igualmente se estudia rebajar los abonos en el aparcamiento subterráneo del Campo del Sur.
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