Baelo Claudia, la joya arqueológica de Cádiz

Muy cerca del extremo sur de la provincia de Cádiz, donde Europa se adentra en el Estrecho de Gibraltar, simulando alcanzar la costa del norte de África, se encuentra Baelo Claudia, un sitio arqueológico Baelo Claudiaun sitio arqueológicode gran relevancia histórica y cultural, considerado uno de los tesoros más valiosos de la arqueología en la península ibérica.

Fundada en el siglo II a.C. por los romanos, la privilegiada situación de esta ciudad hizo que jugara un papel esencial en el comercio marítimo, como puerto de embarque hacia África, y en la producción de conservas de pescado en la época, especialmente del garum, la famosa salsa que considerada un bien muy apreciado en todo el imperio romano.

Así la describía Estrabón en el año 18 d.C.: “...Baelo es un puerto donde generalmente se embarca hasta Tingis (Tánger), en Mauritania. Es también un emporio que tiene fábricas de salazones... (Estrabón, año 18 d.C.)”

En el siglo I d. C., Baelo Claudia era una urbe próspera, con una avanzada infraestructura urbana, con calles empedradas, baños públicos, foro, templos y teatro. Este último es uno de los mejor conservados de la península ibérica. Construido en una colina con vistas al mar, podía albergar a más de 2.000 espectadores.

Por otro lado, su foro está presidido por una réplica de Trajano (la figura original está en el Museo de Cádiz). El monumento aparece rodeado de columnas y erguido sobre un pedestal, siendo esta una de las imágenes más características de la antigua ciudad romana.

Tras esos años de esplendor, entró en un proceso de decadencia a mediados del siglo II d.C., posiblemente como consecuencia del terremoto que asoló la ciudad en el siglo III d.C. y que, tras una paulatina regresión, culminó con el abandono poblacional hacia el siglo VII d.C.

Hoy, su trascendencia la convierte en un destino ineludible para los amantes de la arqueología y la historia. Cada año, miles de visitantes llegan a esta joya arqueológica para conocer más sobre la antigua Roma y sumergirse en la rica historia que ofrece.

Y es que en ninguna otra parte de España es posible tener una visión tan completa del urbanismo romano como en Baelo Claudia. En esto radica su principal interés, además de estar enmarcada en un espectacular paisaje, integrado en el Parque Natural del Estrecho.

Tras pasar por su Centro de Interpretación y visitar la ciudad, es hora de dejarse vencer por la pereza y disfrutar de su cercana Playa de Bolonia, que con su arena fina y sus aguas aturquesadas y cristalinas ha sido galardonada como la Mejor Playa de España 2023 por la prestigiosa publicación Condé Nast Traveler. Sin embargo, algo, sin duda, llamará poderosamente la atención: la famosa duna de Bolonia que, con treinta metros de altura y doscientos metros de anchura, fue declarada monumento natural en 2001.

Impresionante imagen de la duna de Bolonia. Foto: Diputación de Cádiz.

Desde su cima, la panorámica es impresionante: una gran lengua de arena se extiende hasta besar el agua, mientras una mancha verde compuesta de árboles y vegetación tapiza los alrededores. Es el lugar y el momento perfecto para darse un respiro y reflexionar sobre las maravillas que regala la naturaleza.

Más información: https://www.museosdeandalucia.es/web/conjuntoarqueologicobaeloclaudia

Baelo Claudia y The Crown

Las localizaciones de la famosa serie de Netflix The Crown tienen gran importancia dentro de la trama. Y en su quinta temporánea, una parte del rodaje tuvo lugar en Baelo Claudia y la Playa de Bolonia, aunque sus creadores las hicieron pasar por las playas de Capri.

Jorge del Águila. Un momento del rodaje de la serie de Netflix en el Conjunto Arqueológico.

En este primer capítulo, titulado El síndrome de la reina Victoria, aparece la familia del príncipe de Gales y su séquito desplazándose hasta allí para intentar superar la grave crisis que atravesaba el matrimonio entre Carlos de Inglaterra y la princesa Diana de Gales.

Baelo Claudia apenas aparece más de medio minuto en pantalla, pero en ese corto espacio de tiempo da muestras de su reconocible magnificencia.

Garum, el preciado producto romano

El garum era un producto básico en la gastronomía romana. Pero más allá de su valor como alimento, tenía también un uso medicinal, al considerarse un estimulante del apetito, debido a su alto valor proteínico, a la vez que se le atribuían propiedades curativas para diversos males. También se utilizó como cosmético y para quitar pecas y vello.

Esta “soja” de pescado se elaboraba dejando a esta fermentar de forma controlada, de modo que la sal hacía de antiséptico y mataba los gérmenes.

Su sabor variaba según el pescado utilizado como base o si era realizado con gambas, ostras u otro tipo de molusco. Su intenso olor y sabor también enmascaraba el posible mal estado de los productos que circulaban en barco por el imperio.