Barrio no, llámeme zona residencial
Barrio a Barrio: Bahía Blanca
Es raro encontrar a alguien que hable de Bahía de Blanca como barrio. Este calificativo nunca fue el más adecuado para esta zona de Cádiz. La enfocaron desde el punto de vista urbanístico como una “ciudad jardín”. Nació a la par que se comenzaban a derribar los glacis del frente de la Puerta de Tierra. Concluida la Guerra Civil (1949), el Ayuntamiento deja en manos de la empresa Ribera y Cía la urbanización de estos terrenos.
Así es un elegante piso de 270 metros cuadrados en Bahía Blanca
Su frontera natural es la calle Acacias. A partir de ahí, la ciudad se hace silencio, se abre a uno de los espacios con más arbolado de la ciudad, en cuyas calles aún se ve personal doméstico incluso con cofia y uniforme. A pesar de que es una de las zonas menos paseadas de Cádiz al no servir de paso para ningún lugar, su soledad no es sinónimo de inseguridad aun teniendo en cuenta que la presencia policial destaca por su ausencia.
Sigue siendo considerado uno de los barrios con mayor renta per cápita de la provincia. Lo dice el Instituto Nacional de Estadística en un estudio sobre la economía en todo el país. Nada ha sonado aquí a nuevo, ya que siempre ha sido la zona residencial con mayor poder adquisitivo, con diferencia, respecto al resto de la capital.
La Asociación de Gestores Inmobiliarios de la provincia de Cádiz, GICA, indica que la Alameda, Paseo Marítimo y Bahía Blanca lideran los lugares con las viviendas más caras de la ciudad con precios que oscilan los 3.000 euros el metro cuadrado frente a otras zonas donde el coste está en torno a los 2.000 euros.
El alto precio de su superficie edificable no es óbice para que esta zona residencial ubicada al límite de extramuros cuente con los pisos de mayor superficie de toda la ciudad, tanto que no es descabellado encontrar viviendas con más de 300 metros cuadrados.
Y eso sin contar lo chalés con los que aún cuenta el barrio a pesar de que con la construcción del puente Carranza algunos fueron derribados y sustituidos por edificios de viviendas.
Un barrio con numerosos chalés
A pesar de ello, hace tres o cuatro años uno de los chalés de la calle Tamarindo fue sustituido por otro, cuyo propietario es Suso, el afamado jugador de fútbol del Sevilla, cuya familia acaba de adquirir un solar en la Avenida Bahía Blanca, lindando con el muro que da a la vía del tren, para la construcción de otro chalé de lujo.
Otros chalés se fueron transformando con el tiempo en una guardería infantil, una residencia de estudiantes e incluso en alojamientos turísticos. En otro de los espacios que ocupaba hace años la gaditanísima clínica del doctor Rubio se levantó la residencia de mayores Gades.
Bahía Blanca cuenta con un déficit histórico de comercios, ya que durante años se ha visto siempre como núcleo residencial. De hecho, aparte de algunas consultas médicas existentes en el entorno, tan sólo la Tintorería Bahía Blanca fundada en 1978, hace 45 años, por Lorenzo Ramírez Luna, padre de María José, Suana y Virginia Ramírez, que, en compañía de Jesús y Raúl, regentan aún el negocio. Las tres hermanas no viven en Bahía Blanca pero se llevan allí casi todo el día, por lo que se convierten en virtuales vecinos del lugar. De ahí que comentan que de unos años para acá han notado una notable mejoría en la limpieza de la zona:“Antes era raro ver por aquí a un barrendero y las calles estaban llenas de cacas y pipís de perro”.
Ellas, que, desde su lavandería, tienen una visión objetiva de Bahía Blanca, no dudan en afirmar que la apertura, hace ya unos años, del Colegio de Abogados, ubicado en la calle Tamarindos, ha supuesto mucha vida para el barrio. “Es cierto que la gente nos usa muchas veces casicomo punto de información porque éste es un barrio realmente muy desconocido hasta para los propios gaditanos, y es raro el que antes de llegar al colegio de Abogados no entre en la nuestro establecimiento para preguntar dónde está el Colegio de Abogados”, comenta Susana sin dejar ni un sólo instante de planchar la ropa de sus clientes. Y son sus hermanas Susana y Virginia las que le recuerdan que la guardería ubicada también en Tamarindos, o la consulta de un famosos endocrino o una residencia de estudiantes extranjeros cercana generan mucha vida en el barrio. En cuanto a los problemas de Bahía Blanca las tres hermanas coincidían en que hasta que se implantó la zona naranja, “aparcar aquí era una pesadilla. Al principio nos cayó fatal, todo hay que decirlo, pero poco a poco fuimos viéndole color al asunto y ahora es má fácil encontrar un hueco cercano para el aparcar”.
Las tiendas del barrio
Además de esta tintorería, poco más:una frutería-carnicería-pescadería muy conocida en el barrio como Frutería Melchor, cuya apertura data de 1968, de ahí que podría ser el establecimiento más antiguo, aún abierto, de todo el barrio de Bahía Blanca, o la peluquería La Troupe. Poco más adentro, en la esquina entre la calle Santa Cruz de Tenerife y Avenida de la Marina, abrieron recientemente un restaurante, La Evolución, que vende, además, comida para llevar, una iniciativa que parece haber sido muy bien aceptada en el barrio.
Ya en la calle Acacias, en la esquina con Santa Cruz de Tenerife se mantiene firme un supermercado express de la cadena Carrefour que se ha hecho fuerte a pesar de la cercana presencia de un supermercado Aldi.
Allí en la calle Acacias, un despacho de loterías, dos peluquerías para hombres, un despacho de lotería, un estanco, una farmacia, una tienda de complementos y de moda, la conocida panadería Kike y Toñi, la carnicería de Ana, el bar El Timón o la papelería Goofy, regentada por Alberto, y que, hasta hace unos años, se ubicaba en la Avenida de La Marina. o la tienda de moda y complementos Paco Europa, cuya antigüedad podría estar entre las mayores del lugar, ... y poco más, aparte de un bazar y dos tiendas de chucheria y alimentación.
Son demasiados los comercios que intentan abrirse paso pero pocos los que sobreviven a este peculiar barrio en el que el tránsito de personas es escaso, ya que la cercanía de la Avenida convierte a Acacias en una calle secundaria plagada de coches y baches.
De hecho, en la esquina entre la calle Acacias y Juan Ramón Jiménez, ya al límite del barrio, un pequeño negocio de empanadillas puede que ostente el triste título de ser el establecimiento que menos tiempo ha permanecido abierto al público (no más de un mes), posiblemente por la cercanía de una cafetería, Masse Bulebar, que sí parece gozar de muy buena aceptación por parte del vecindario.
Este podría ser, según sus habitantes, uno de los grandes problemas de Bahía Blanca:la falta de pequeños comercios y de grandes marcas que atraigan a los gaditanos. Y una queja muy común entre los consultados:“En el Ayuntamiento nos tienen olvidados. Creo que Kichi viene aquí y se pierde. Creo que no sabe ni dónde está Bahía Blanca. Creo que en sus 8 años de mandato se ha dejado ver por aquí en dos o tres ocasiones, como mucho”. Así lo cuenta Ana, una octogenaria vecina del barrio que no parecía comulgar con los políticos que moran en el edificio de San Juan deDios.
Buen momeno para recordar que el barrio no sólo es “popular” por la presunta alta renta per cápita de sus habitantes sino porque ha sido históricamente un importante bastión de la derecha política. Habrá que esperar al próximo 28 de mayo a ver por dónde sale el sol en Bahía Blanca.
Lo mejor y lo peor de Bahía Blanca
Lo mejor: Silencio, a veces demasiado
3 El ruido acaba en la Avenida. Una vez que el peatón se adentra por la calle Santa Cruz de Tenerife, lo deja atrás. El silencio de Acacias sólo se ve alterado en ocasiones por el claxon del autobús, a su paso por el Carrefour Express, cuando se encuentra allí a algún descuidado que deja mal aparcado su coche, con lo que el paso del bus se hace imposible. Acacias es realmente muy estrecha y los autocares pasan muy a lo justo, y es imposible dejar de lado el mal estado de su asfaltado, problema que el Ayuntamiento suele ir parcheando. Este silencio se acrecienta cuando uno entra el barrio, donde se encuentra con Hibiscos y Tamarindos donde el llanto de los pequeños de la guardería se convierten en el único sonido existente.
Lo peor: Muchos locales cerrados
Son pocos los pequeños comercios que aún permanecen abiertos en Bahía Blanca. Nunca ha sido un barrio demasiado poblado en lo que a tiendas se refiere, pero de unos años para acá, son muchos los locales que lucen el cartel de ‘Se vende’, ‘Se alquila’ o ‘Se traspasa’. Entre la iglesia de San Severiano y las Puertas de Tierra, la zona más poblada en lo que a comercios se refiere es Acacias, que cuenta, incluso, con dos supermercados:Aldi y Carrefour Express. Para los comerciantes es difícil sobrevivir en este barrio de Cádiz, no sólo porque el precio de su suelo es muy alto, y lo mismo pasa con los alquileres, sino porque ni si quiera Acacias es una zona demasiado paseada.
También te puede interesar