Bruno García prepara un nuevo modelo del servicio de autobuses para Cádiz

Un autobús urbano, ante las Puertas de Tierra. / Julio González

El nuevo modelo del servicio de autobuses urbanos sigue dando vueltas en los despachos del Ayuntamiento sin entrar en circulación. Después de los ocho años del anterior gobierno, en los que en su recta final se llegó a aprobar la estructura de costes y solo llegó a diseñarse cómo sería el transporte urbano de Cádiz, el nuevo gobierno de Bruno García trabaja ahora en un nuevo planteamiento que no respetará el diseñado y defendido por Martín Vila, anterior concejal de Movilidad.

El concejal coordinador del área de Desarrollo Urbano, José Manuel Cossi, ha confirmado que el Ayuntamiento está trabajando en qué servicio saldrá finalmente a licitación para firmar el que será primer contrato de autobuses en la ciudad. Para ello, se están analizando todos los condicionantes relativos a las líneas y trayectos, a la frecuencia de pasos o a los vehículos y plantillas necesarios; siempre con una sensible balanza que se pretende equilibrar entre el coste del servicio y los ingresos previstos.

El punto de partida del trabajo que está realizando el equipo de Bruno García es la estructura de costes ya aprobada, que se entiende fija qué porcentaje del servicio se deriva para cada apartado de sus costes; algo que se considera invariable sea cual sea el diseño que finalmente se establezca. Pero a partir de aquí, se rechazan aspectos que el anterior gobierno había fijado de inicio. Especialmente en el apartado previsto de ingresos, “que no son reales”, y de costes, que planteaba un aumento de tarifas que no comparte tampoco el PP.

Respecto a los ingresos, Cossi pone el acento -como ya hizo en su día en el Pleno cuando era concejal de la oposición- en que “no son reales”. “Plantean un crecimiento lineal del 2% de viajeros partiendo de 11 millones, cuando este último año las cifras han llegado a 9 millones”, explica.

Además de esto, indica respecto a las tarifas que el objetivo del PP es “tocar lo mínimo el bolsillo de los gaditanos”.

“Las líneas tampoco nos convencen”, reconoce el concejal respecto al diseño del anterior gobierno local, adelantando que habrá un análisis global y particular hasta llegar al moldeado definitivo del servicio que se quiere implantar en la ciudad. “La clave estará en incrementar las frecuencias y analizar las líneas intentando no subir el precio o subir lo menos posible”, explica, añadiendo la necesidad de incorporar “autobuses modernos y sostenibles”, manteniendo el modelo híbrido como requisito de ese futuro pliego.

Esta declaración de intenciones se basan en varios parámetros. El primero, en la auditoría que realizara el anterior equipo de gobierno y que según indica ahora Cossi “reflejaba una valoración bastante positiva del servicio”, aunque el concejal considera que existe “margen de mejora”. En relación a esto, traslada un sentir que defenderían los técnicos de la delegación de Tráfico y de Transporte respecto a que los cambios que se introduzcan en este tipo de servicios tan sensibles a la ciudadanía son muy delicados, “porque si falla algo afecta a la totalidad del servicio y cuesta mucho rectificar”. Además, señala que ese modelo que dejó diseñado el anterior gobierno de Kichi “no está consensuado ni es acorde a la realidad de Cádiz”, considerando que el reparto de líneas y otras características no gozan de consenso en la calle.

Con toda esta coctelera, asegura Cossi que se trabaja ya en ese nuevo y definitivo modelo que fijará el gobierno popular y que se plasmará en ese futuro pliego de condiciones del servicio. Y a partir de este punto, parten las distintas iniciativas, cambios o mejoras que se estaría planteando actualmente el Ayuntamiento.

En primer lugar, el número de líneas y su recorrido, ya sea el actual o el que concebía el modelo del anterior gobierno (que apostaba por unificar las líneas 2 y 3). “Es una decisión política compleja”, reconoce Cossi, en el sentido de que será el gobierno quien decida cuáles serán las líneas y qué recorridos completos tendrá cada una. En este campo, reconoce que se están estudiando casos concretos como el establecimiento de alguna línea transversal en la ciudad, aprovechando la nueva Avenida de Huelva; la supresión de líneas que prácticamente comparten recorrido; o la implantación de esa línea circular que el alcalde anunció en campaña y que se plantea habilitar mediante autobuses que recorran la circunvalación en un único sentido de circulación, o bien promoviendo el trasbordo de autobuses.

Además de esto, se están estudiando otros parámetros que serán fundamentales de ese nuevo servicio, como son la frecuencia de autobuses en cada línea, el número total de vehículos que necesita el servicio y, vinculado a esto, la plantilla que necesitaría el servicio de transporte urbano para cubrir esa realidad que se plantee. En definitiva, se trata de buscar el mejor equilibrio posible entre un servicio con las mejores prestaciones y características frente a un coste que afecte lo menos posible al usuario y que tampoco implique un gasto excesivo para el Ayuntamiento, que con el anterior gobierno contemplaba un déficit de explotación de 7 millones de euros, “que nos parece una barbaridad”, según reconoce Cossi.

En este puzzle de cifras y prestaciones trabaja actualmente el equipo de gobierno, que es muy claro respecto a los posibles plazos de tiempo. “El pliego no está enjaretado, es lo que le puedo decir”, responde Cossi con cierta ironía en referencia a las afirmaciones que en tiempos pasados ha trasladado el gobierno municipal respecto a una licitación que sigue sin salir a concurso. “No sé el tiempo que va a requerir este trabajo”, asegura Cossi.

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