La Cabezuela cede unos metros para la construcción de cuatro calderas

La Cabezuela de Puerto Real no deja de deparar buenos momentos y buenos resultados para el puerto de Cádiz y para todos los que, de una manera o de otra comen de él. Fue ayer cuando la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz lo hizo público pero corría el mes de enero cuando se iniciaban los trabajos de montaje de cuatro calderas productoras de vapor para una planta petroquímica de Hyundai en Vietnam.

Son pocos metros los que necesita para su montaje pero ha requerido una pequeña reserva de suelo y la adjudicación de una autorización administrativa directa para poderse llevar a cabo estos trabajos que vienen a demostrar las muchas posibilidades que ofrecen los suelos portuarios de la Bahía de Cádiz.

En esta ocasión no es ni para parques, ni para viviendas, ni para gimnasios o parques de bolas. En esta ocasión se trata de unos trabajos relacionados directamente con la actividad marítima, no por la naturaleza de la estructura que se monta sino porque precisamente se han llevado a cabo en La Cabezuela de Puerto Real por su cercanía al mar. Esta posibilidad hará más fácil que una vez montadas las calderas, puedan ser embarcadas rápidamente para su llegada a destino lo antes posible.

Estas calderas, de grandes dimensiones, ha sido diseñadas por la ingeniería escocesa Wood y fabricadas por la empresa chiclanera Fabricación Isleña de Bienes de Equipo, SL (Fibe), con sede en la carretera del Pinar de los Franceses, y especializada en construcciones especiales relacionadas con la industria naval y tubos en general.

Las cuatro calderas, que se empezaron a construir en el mes de enero, por lo que ya se encuentran en avanzado estado de gestación, cuentan con unas medidas aproximadas de 12 metros de largo, 8 metros de ancho y 9 metros de alto, así como un peso de 203 toneladas en vacío y hasta 285 toneladas, llenas de agua, según datos aportados por la APBC.

Estas dimensiones han obligado a la empresa fabricante a buscar un espacio adecuado en el que montarlas, considerando óptimo el muelle puertorrealeño ya que, una vez concluidas, serán trasladadas por mar hasta su destino final.

Esto viene a demostrar que nunca viene mal tener terreno reservado para cualquier eventualidad, siempre que esta reserva venga acompañada de una buena gestión comercial que busque negocio hasta debajo de las piedras. Además, esto viene también a confirmar la competitividad y ubicación estratégica del puerto gaditano para acoger operaciones y trabajos de cargas especiales.

Es momento para recordar los importantes trabajos que acoge la nueva terminal de contenedores del puerto de Cádiz. La empresa holandesa Mammoet inició hace ya poco menos de un mes los trabajos de montaje de ocho grúas portacontenedores del tipo súper post-panamax que esta firma, de gran implantación a nivel internacional y gran raigambre en Cádiz, construirá para la firma Liebherr.

Las calderas que ahora se montan en el suelo de la dársena de La Cabezuela de Puerto Real están diseñadas para una presión de trabajo de 56,4 Kg/cm2; presión de prueba de 84,6 kg/cm2, producción de vapor de 181,5 T/h. Están fabricadas en aceros de diferentes calidades, destacando los 46 mm de espesor del calderín de agua y los 86 mm del calderín de vapor.

Juan Pablo Bermúdez, portavoz de los estibadores del puerto de Cádiz, se mostraba ayer muy satisfecho con el montaje de esta nueva estructura en suelo de La Cabezuela: “Todo suma. Bienvenida sea toda actividad que llegue al puerto de Cádiz, ya que, al final, lo que hay que genera es actividad, empleo y riqueza para el puerto y para toda la Bahía”.