La Cabezuela contará con una instalación cubierta para la manipulación de graneles

A principios de este verano, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz obtuvo el certificado en gestión medioambiental conforme a la norma internacional UNE-EN ISO 14001:2015, bajo el alcance de certificación de sus “Servicios generales, conforme son definidos en el marco regulador del Sistema Portuario de Titularidad Estatal y control del servicio portuario de manipulación de graneles en las instalaciones de la Cabezuela-Puerto Real”.

¿Esto qué quiere decir? Ni más ni menos que la manipulación de los graneles sólidos y líquidos se llevan a cabo de manera correcta y de acuerdo con la normativa vigente a nivel internacional.

A esto se le suma que la APBC lleva meses demostrando con datos que "los datos ofrecidos por las cuatro estaciones de medición de emisiones atmosféricas en el entorno de la dársena de La Cabezuela-Puerto Real demuestran que la carga y descarga de graneles no contamina el aire de la Bahía".

Entre las últimas inversiones realizadas en materia de sostenibilidad ambiental por parte de la Autoridad Portuaria, destaca la puesta en servicio, hace ya varios meses, de cuatro estaciones de medición, que monitorizan las 24 horas del día el impacto de la actividad portuaria y del resto de actividades (tráfico, industria, etc.) sobre la atmósfera.

Según estas estaciones de medición, tres de ellas ubicadas en el entorno de la dársena de La Cabezuela-Puerto Real y una en Cádiz, homologas por la Junta de Andalucía y certificadas por la cátedra de Calidad Ambiental de la Universidad de Huelva, la emisión de partículas en el aire está en el rango más bajo de valores, que corresponde con una calidad del aire buena, según la clasificación europea.

Con estos datos, la Autoridad Portuaria, presidida por Teófila Martínez, demuestra con datos que la manipulación de los graneles en La Cabezuela se está llevando a cabo de manera correcta y controlada, no significando ningún tipo de peligro para la salud para las poblaciones ubicadas en el entorno de este recinto portuario.

Los empresarios de La Cabezuela refuerzan la tesis de Teófila

A esta tesis defendida por los técnicos del equipo de Teófila Martínez, pronto se unieron las que pusieron sobre la mesa los empresarios que trabajan día a día en La Cabezuela.

Así, la Asociación Profesional de Empresas de Actividades Marítimas de la Provincia de Cádiz, APEMAR, reivindicaba la "inocuidad de la gran mayoría de los graneles sólidos y líquidos" y defendía "el rigor con el que se desarrollan todas las operativas para minimizar el impacto de la carga y descarga de este tipo de mercancías", defendiendo que el muelle especializado en graneles de La Cabezuela-Puerto Real es "el de mayor eficiencia medioambiental de Andalucía y que constituye un motor fundamental en la economía de Puerto Real".

El colectivo recordó en su momento que, en primer lugar, que "los graneles no son sino una clasificación de la forma en la que se transporta la mercancía, sin envase y sin empaquetar, y que eso no debe ser motivo de criminalización".

Almacén de planta rectangular de 190 metros de largo y 26 metros de ancho

Pues a pesar de todo esto que la APBC demuestra con datos y con el respaldo de especialistas en la materia, la presidenta de la APBC, Teófila Martínez, acompañada por el director, Agustín Romero, han mantenido una reunión con la alcaldesa de Puerto Real, Aurora Salvador, para informarle de los últimos proyectos puestos en marcha en la dársena de La Cabezuela-Puerto Real.

Según ha informado la presidenta en una nota de prensa, La Cabezuela contará con una instalación cubierta para la manipulación de graneles sólidos, concretamente clínker, "minimizando al máximo las proyecciones de polvo asociada a la operación de carga y descarga de este mineral".

El proyecto, que será desarrollado por la empresa Holcim mediante una concesión administrativa, inicia ahora su tramitación administrativa, una vez superado el trámite de competencia y supondrá una inversión de 4,7 millones de euros.

En concreto, se construirá un almacén de planta rectangular de 190 metros de largo y 26 metros de ancho, con una superficie construida de casi 5.000 metros cuadrados, que se ubicará en paralelo al cantil del muelle Oeste, donde, como se sabe, también están ubicadas las pantallas cortavientos, que verán reforzada así su operatividad.

Para la presidenta del puerto, “esta inversión supone un plus de sostenibilidad para la Autoridad Portuaria, reforzando además otras medidas encaminadas a la mejora medioambiental y a la minimización del impacto de la actividad portuaria en esta dársena”. Además, explica Teófila Martínez, “se trata de una magnífica noticia en la que el puerto lleva trabajando varios años y que da respuesta a la demanda de los vecinos del Río San Pedro”.

De todas maneras, la manipulación de los graneles considerados potencialmente más dañinos como son el cemento y el clínker, representan a día de hoy una proporción residual. Por ejemplo hace algo más de un año, en cuatro meses se movieron sólo 69.948 toneladas de clínker y cemento, de un total de 521.657 toneladas de graneles sólidos (esa proporción representa 7 barcos de un total de 96). Por esa razón, los empresarios del sector coinciden con la APBC en que esta manipulación está sometida a una regulación y autorización previa por parte de la Junta de Andalucía, como toda actividad que comporte emisiones de partículas sólidas a la atmósfera.

Buenas noticias

La alcaldesa, que asistía al encuentro acompañada del concejal delegado del área de Ciudad Sostenible José Montilla, ha manifestado que para la ciudad de Puerto Real es una buena noticia. “Son años de protestas y peticiones de la ciudadanía, preocupada por su salud y por la posible afección que pudiera tener para la misma la descarga de graneles. La reducción de la emisión de polvo puede tener un impacto positivo en la calidad del aire y en la salud de las personas que viven en las cercanías, en este caso de nuestras vecinas y vecinos del Río San Pedro. En este sentido, desde el Ayuntamiento nos congratulamos por esta futura instalación que confiamos dé respuesta a las demandas vecinales”.

Por otro lado, los responsables de la APBC han trasladado a la primera edil puertorrealeña los avances para ampliar la zona de control de la dársena de La Cabezuela. En este sentido, la Autoridad Portuaria plantea retranquear el control de acceso a esta dársena hasta el límite más cercano a la gasolinera que se encuentra junto al puente de la Constitución de 1812 con el objetivo principal de dotar de mayor seguridad y control dicho espacio.

Cabe recordar que la dársena de La Cabezuela-Puerto Real ha experimentado un progresivo aumento de tráficos y ocupación desde el inicio de su actividad en 1991. Actualmente cuenta con 45 hectáreas de superficie que se encuentran al 90 por ciento de ocupación y en 2021 movió 2,3 millones de toneladas de mercancía, el 47 por ciento del total del tráfico portuario en la Bahía.

Entre sus concesiones cabe destacar una importante actividad logística e industrial, con concesionarios como Dragados Off Shore y con un desarrollo por parte de los operadores privados de más de 165.000 metros cuadrados de naves cubiertas para el almacenamiento de graneles sólidos y 135.000 metros cúbicos para graneles líquidos, que junto con 5 grúas de última generación han supuesto una inversión de aproximadamente 68 millones de euros. Los almacenes son parte fundamental de la operativa portuaria, posibilitando los tráficos de mercancías que a su vez generan puestos de trabajo en la cadena logística (estiba, grúas, camiones, etc.).

En este sentido, Teófila Martínez ha destacado que la sostenibilidad ambiental, junto con la digitalización e innovación, forma parte de la apuesta estratégica de la Autoridad Portuaria para garantizar la competitividad futura del Puerto de la Bahía de Cádiz, en consonancia, además, con el marco estratégico definido por el sistema portuario de interés general estatal. Según ha explicado la presidenta del puerto, “las actuaciones en materia de sostenibilidad se afrontan desde dos ámbitos. Por un lado, la mejora de las infraestructuras y la toma de medidas operativas que redunden en la disminución del impacto ambiental de la actividad portuaria y, por otro, la utilización de la innovación al servicio de la sostenibilidad”.