Cádiz y los Premios Max, la historia de un paso a dos
XXVI Premios Max de las Artes Escénicas
El Festival Cádiz en Danza fue el ‘culpable’ de que la ceremonia de entrega de los galardones se celebre este lunes 17 de abril en la ciudad
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Cádiz/“...¿Y qué os parecería si se hicieran en Cádiz los Max?”... El aleteo de la mariposa que provocó el huracán llegó en forma de pregunta periodística. Y es que hace un año Daniel Galindo, de Radio Nacional de España, tentaba en antena a la coordinadora del Festival Cádiz en Danza, Lorena Benot, y al director de Teatros de Cádiz, Pepe Bedoya, sin saber que la Fundación SGAE ponía oídos a su ocurrencia produciéndose, entonces, el primero de los muchos contactos que culminarían con el paso a dos que este lunes Cádiz vive con la XXVI edición de los Premios Max.
Cádiz baila este 17 de abril con el premio más importante de las artes escénicas de nuestro país (aquí, los finalistas) y todo comenzó de esta, aparente, sencilla manera que esconde 20 años de trabajo bien hecho del festival de danza gaditano. O así, al menos, lo reconoció el propio presidente de la SGAE durante el anuncio de Cádiz como sede de la presente edición de los Max, un encuentro con la prensa donde Juan José Solana recordaba la entrevista que Galindo realizó a los responsables del Cádiz en Danza y que fue escuchada “por una compañera de la Fundación que –ante la respuesta de “¡estaríamos encantados!”, de Benot y Bedoya– rápidamente se puso en contacto” fraguándose así la colaboración “en nada”.
“Si hubiera sido otro sitio lo habríamos puesto en una pila de papeles junto a otras propuestas pero al ser Cádiz... Es que es un sitio tan...”, le faltaban entonces las palabras al presidente del organismo promotor de los Premios Max.
Hace unos días ese vacío lo rellenó con el adjetivo “excepcional” el director general de la misma Fundación, Rubén Gutiérrez, cuando puso en valor “el trabajo excelente (y excepcional)” de los profesionales gaditanos que están detrás de la ceremonia que a partir de las 20.00 horas se celebra en el Gran Teatro Falla de Cádiz.
De Ana López Segovia y José Troncoso, los directores y guionistas de la gala, los primeros. De hecho, también es bonita casualidad que los, hoy, dramaturgos y actores compartieran piso con Lorena Benot al comienzo de sus carreras profesionales en Sevilla lo que no hace, sino, impregnar esta historia de Cádiz con los Max de todavía más magia y emoción.
A Cádiz siempre se le abrieron los horizontes bailando. Desde las míticas puellae gaditanae a la contemporánea Sara Baras, el baile de Cádiz y desde Cádiz ha ofrecido genio, temperamento, oportunidad y futuro. Cádiz la ciudad que baila, que canta y que actúa para sí misma como un acto de cotidianeidad. El Paraíso, dicen foráneos y locales, ¡cómo no morder la manzana!
La de Joan Brossa, la manzana de los Max, ¡que tiene hasta un antifaz, mire usted qué ánge!, ya está en Cádiz. Y llegó bailando.
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