El contrato de la limpieza en Cádiz, entre la adjudicación a Acciona y los recursos de Cointer y Valoriza
El Ayuntamiento quiere elevar a Pleno la propuesta para firmar el contrato en diciembre, pero la amenaza de una nueva paralización del proceso es real
El nuevo contrato de la limpieza viaria y recogida de residuos sólidos urbanos de Cádiz se debate estos días entre afrontar los últimos peldaños antes de renovar, al fin, el servicio o retroceder algunas casillas, incluso volver a la de salida, por mandato de los tribunales. Las posturas enfrentadas propias de este tipo de procedimientos se encuentran en un momento clave. Y es que mientras el Ayuntamiento ya ve la luz al final del turtuoso túnel, este periódico ha podido saber que el Tribunal de Contratación Pública tiene sobre la mesa dos nuevos recursos que ponen en peligro la continuidad de la tramitación.
En concreto, los recursos habrían sido interpuestos al tribunal dependiente de la Diputación Provincial por las dos empresas que han quedado fuera de la adjudicación. En primer lugar, Cointer ha elevado un más que esperado recurso que se basa en los argumentos ya defendidos respecto a diversos errores que los técnicos municipales habrían cometido a la hora de analizar la propuesta, lo que les habría llevado a concluir que la oferta era inviable económicamente. Argumentos a los que ha sumado en esta ocasión un peritaje de una consultora independiente que avala la viabilidad de la propuesta, tumbando así también las cuentas y el procedimiento seguido por el área de Medio Ambiente, que concluía lo contrario.
Al recurso de Cointer se ha unido también la empresa Valoriza, que hasta ahora se había mantenido al margen de cualquier movimiento en contra de las decisiones que ha ido tomando la mesa de contratación, ya que en su condición de tercera clasificada no tenía pie a recurso. No osbtante, al quedar excluida Cointer y pasar Valoriza a ser la segunda clasificada, ya puede optar a este recurso que según fuentes consultadas por este medio se ha elevado al Tribunal de Contratación. En este caso, desde la empresa se reclama un error en el procedimiento seguido por el Ayuntamiento, entendiendo que ante la exclusión de la oferta de Cointer, se tendría que haber procedido a una repuntuación de las otras dos ofertas.
A la espera de la respuesta que el Tribunal de Contratación Pública emita sobre estos recursos, el Ayuntamiento ha pisado el acelerador en el procedimiento, habiendo sido convocada para el día 9 la mesa de contratación que previsiblemente aprobará de manera definitiva la oferta de Acciona para elevar, tal y como avanzaba el jueves la concejala de Medio Ambiente, Rocío Sáez, al Pleno de este mes de diciembre la propuesta final, que daría vía libre para la firma del contrato con la nueva adjudicataria del servicio de limpieza.
En este dilema por el que atraviesa estos días la tramitación del contrato, conviene recordar que el procedimiento que sigue a los recursos -al menos tal y como ocurrió en enero pasado, tras recurso de Acciona a la adjudicación a Cointer- es la paralización del procedimiento hasta que el tribunal emita una resolución final sobre los recursos. Resolución que en la anterior ocasión necesitó de cinco meses, en los que no se pudo realizar ningún trámite respecto a este servicio.
El pliego y el convenio laboral, dos problemas cada vez más serios
El retraso que viene acumulando la renovación del servicio de limpieza de la ciudad trae consigo dos problemas principales que se van agravando conforme avanza el tiempo. De un lado, diversas fuentes señalan que este paso del tiempo juega en contra del pliego de condiciones, que es cada vez más obsoleto. Este punto ya lo han señalado en alguna ocasión concejales de la Corporación, que señalan la ausencia de aspectos en el pliego que ahora sí son obligados por la normativa europea, como el uso del denominado quinto contenedor. A ello se une otro factor, que sería la obsolescencia de los precios incluidos en el pliego, que después de varios años en tramitación contendría unos datos económicos desactualizados.
De otro lado, se apunta también al conflicto laboral que va aparejado al lento procedimiento de adjudicación, con una plantilla de trabajadores que lleva dos años a la espera de renovar el convenio y una empresa que en la actualidad no reúne condiciones de negociar y mucho menos firmar un convenio teniendo en cuenta que presumiblemente en cuestión de meses cederá el testigo del contrato a la empresa que finalmente resulte adjudicataria.
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