Cádiz, en buen 'ambiente'
El conocido local de copas El Poniente ha cumplido en 2015 su XXV aniversario como referente indiscutible del ocio gay en la ciudad.
Una pequeña placa que reza "desde 1989 ofreciéndonos lo mejor de ellos" descansa en uno de los rincones de El Poniente (calle Beato Diego, 18), mítico local del ambiente gaditano. Su autor, Pablo Galán, es uno de los clientes habituales del pub y ha querido unirse con este guiño a la celebración de los 25 años en activo de un punto de encuentro para todos, independientemente de su condición sexual.
El Poniente conserva recuerdos de su etapa como cafetería durante dos años, heredera de la anterior llamada Época, pero previamente a que reinara como local de referencia del colectivo LGTB (Lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) existían ya en la ciudad otros lugares bien conocidos: El 20, en la calle Cánovas del Castillo o Puchi, en la entrada de Cádiz, en Cortadura.
A partir de 1991 el ya bar adquiere su carácter actual pero "nunca hubo intención de que fuera un sitio de ambiente", explica Antonio Torres, gerente de El Poniente, que más tarde también tuvo otro local gay llamado Ámbar. "Antes El Poniente abría sobre las cinco de la tarde pero según la demanda de los clientes, poco a poco se convirtió en un lugar para el ambiente gay, aunque siempre ha habido mezcla, lo conoce todo el mundo. Como el negocio iba bien, no me preocupaba, me daba igual estar de una manera o de otra. El ambiente aquí se creó solo".
David, camarero del pub, corrobora su carácter pionero. "Aquí se lleva 20 años celebrando el Orgullo Gay, por eso es importante recordar esos locales que existían antes de El Poniente en Cádiz". Torres rememora, también, que en El Poniente "había hace 18 años charlas, se proyectaban películas de la época, hubo teatro, monólogos, cuentacuentos, se organizaban torneos de fútbol en Cortadura, venían activistas gays de fuera de Cádiz... Había mucho público y se hacía por la tarde". En los últimos tiempos, sin embargo, la demanda de los clientes trae al local otro tipo de espectáculos, sobre todo de conocidas travestis y drag queens a nivel regional y nacional, como La Prohibida, Angelita La Perversa o Tony Bell. Una de las más recientes actuaciones fue la de la inclasificable Leticia Sabater. "Los espectáculos de El Poniente siempre son muy participativos, gente de fuera que ha venido dice que le recuerda al ambiente carnavalero del Teatro Falla", dice David.
La respuesta hacia El Poniente y su público siempre ha sido respetuosa. Torres explica que "nunca hemos tenido incidentes ni situaciones conflictivas relacionadas con ser un local de ambiente, sólo algunos vecinos que han tirado bolsas de basura a la puerta o agua pero hace unos 15 años, vecinos con poder económico, gente de élite", cuenta el dueño de este pub de aproximadamente 65 metros cuadrados, que ha vivido varias modificaciones en su interior a lo largo de su historia, paralela a la del colectivo LGTB de la capital.
El Poniente ha vivido varias épocas pero Torres asegura haberse encargado de mantener "a la morralla al margen. Hubo un tiempo de mucha droga, su auge en los años 90, con una gran cantidad de camellos en las calles. Me amenazaron incluso de muerte varias veces pero corté este tema, no quería trapicheos de ningún tipo. A los que vendían, fuera o dentro del ambiente, los echaba. No se centraba en El Poniente, sino en todos lados".
Otro de los episodios más oscuros fue el de la proliferación del sida, una etapa en la que Torres perdió a muchos amigos. "No quiero ni mirar las fotos, sufrí mucho, desapareció mucha gente preciosa, guapísima. Fue cuando peor lo he pasado", lamenta.
Durante 25 años, Torres admite que "muchos han venido por curiosidad porque parece que el ambiente es algo raro. Llegaba el hetero con el mariquita de turno, para ver a sus amigos, pero aquí todos se integraban muy bien. Ahora ya no existe ese morbo". El gerente rememora una anécdota de "un grupo de parejas que vino y había uno que siempre estaba pendiente de que nadie le cogiera el culo mientras los demás charlaban a su aire. Al tiempo se peleó con su novia y fue cliente".
Cádiz, lugar relacionado por algún que otro hecho histórico y sobre todo por la gran guasa de su gente con la homosexualidad, "siempre ha sido muy tolerante con el ambiente, somos parte de la vecindad". De hecho, su barra ha servido en muchas ocasiones como gabinete psicológico para los clientes. Rescata David el caso de un chico que por su condición sexual "había intentado suicidarse y me lo contó. Le perdí el rastro. Me sentí un poco culpable por no poder ayudarle. Ya no hay asociaciones gays que atiendan a la gente en Cádiz", dice.
El Poniente prepara para el 20 de noviembre su XXVI aniversario con la actuaciones de Luci Reina y Kristo Strabagantha como estrellas invitadas. "Es un sitio emblemático en Cádiz, quiero que siga otros 25 años", concluye con orgullo Antonio Torres.
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