Cádiz tendrá cámaras para evitar el tráfico en el centro y el Paseo Marítimo
El Ayuntamiento va a instalar 33 cámaras para impedir el acceso de vehículos y crear así zonas de bajas emisiones
Se van a implantar también puntos de medición de aforo y movilidad
Un total de 33 cámaras se van a instalar en la ciudad para controlar que el acceso del tráfico se limite exclusivamente a los vehículos autorizados. El Ayuntamiento va a llevar a cabo lo que considera la herramienta definitiva en ese camino a la peatonalización y a la ciudad amable que pretende el gobierno de José María González y que viene ejecutando desde 2015 su concejal de Urbanismo y Movilidad, Martín Vila. Un proyecto que asciende hasta los 2,3 millones de euros, nada menos, y que se financiará con los fondos Next Generation.
En estos últimos años, el Ayuntamiento se ha propuesto eliminar por completo el denominado “tráfico de agitación” en las calles del casco histórico. Para ello, se estableció como zona verde reservada exclusivamente a residentes todas las plazas de aparcamiento en vía pública disponibles en ese entramado de calles del centro; y a esta medida que ya ha dado sus frutos, se sumará ahora lo que el Ayuntamiento considera herramienta definitiva.
Todas las vías de acceso al interior del casco histórico van a contar con una cámara lectora de matrículas que sancionarán automáticamente a todo vehículo que acceda sin tener autorización para ello. Cámaras que ya el Ayuntamiento ha implantado en el acceso a la plaza Fray Félix, en Garaicoechea, en Buenos Aires, en la plaza del Cristo de la Vera-Cruz, en Argüelles, y en Rubio y Díaz.
A estos puntos se unirán ahora los que se habiliten en las calles Botica, Santa María, San Juan de Dios, Arquitecto Acero, Sagasta, San Félix, Venezuela, Pericón de Cádiz, Matía, Doctor Marañón, Benito Pérez Galdós, Beni de Cádiz, Ustáriz, Vea Murguía, la esquina de Santiago Terry y Fermín Salvochea, Isabel La Católica, Plaza de España, Avenida Cuatro de Diciembre de 1977, Cristóbal Colón, Perla de Cádiz y Teniente Andújar.
Con todas ellas se consigue que todos los accesos al interior del casco histórico queden controlados por cámaras, de manera que el grueso de la circulación quede limitada a la ronda exterior.
Sí matiza en este punto el concejal de Movilidad que los vecinos afectados por esta medida tendrán posibilidad de acceder con sus vehículos para cuestiones puntuales. Para ello, se habilitará una plataforma para los teléfonos móviles en la que el vecino afectado podrá comunicar la incidencia por la que necesita acceder al interior del centro “y en un plazo de unos quince días tendrá que justificar debidamente ese motivo para que se le aplique sanción ninguna”. “Esta estrategia tiene como principal aliado al vecino y al tráfico de necesidad”, añade Martín Vila.
Esta actuación en el casco histórico se complementa con la puesta en marcha del sistema de cámaras ya implantado en las vías de acceso al tramo del Paseo Marítimo que va de la glorieta ahora llamada Ana Orantes a Cortadura. En concreto, en esa confluencia de Ana Orantes con el Paseo y en las calles Virgen de las Angustias, José García Agulló, Ceuta, Villa de Paradas y Sirenas.
Estas dos –casco histórico y Paseo Marítimo entre el Hotel Playa y Cortadura– serán, por tanto, las dos zonas que van a ser declaradas de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad. Un total de 1.243.883,57 metros cuadrados de superficie afectada a este proyecto (1.131.973,76 metros cuadrados en el casco histórico y 111.909,81 en el Paseo) que abarca a una población que se estima en 34.749 personas.
Explica Martín Vila que además de los equipos y la infraestructura necesaria para la instalación de las cámaras y la creación de estas zonas de bajas emisiones, el Ayuntamiento adquiere en este proyecto el software que permite su uso y desarrollo, lo que garantiza su permanencia en el tiempo y el máximo provecho de la iniciativa respaldada por Europa.
Control de aforos
Este sistema lector de matrículas para impedir el acceso de vehículos se complementa con la instalación de hasta nueve puntos de control de aforo e información cuyo principal objetivo será realizar estudios de movilidad en la ciudad y proporcionar información a la ciudadanía. “Es una herramienta que permite medir a tiempo real los aforos de tráfico en las principales vías de entrada y salida de la ciudad, con cámaras que contarán el número de vehículos, de peatones, de bicicletas... que entran y salen de la ciudad”, explica Martín Vila, que añade que de este modo el Ayuntamiento podrá contar con datos exactos “de la evolución del tráfico en la ciudad” y, al mismo tiempo, “saber cómo se desplaza la gente”.
En concreto, estas nueve cámaras se instalarán en la entrada a la ciudad desde el segundo puente, en la Avenida de Astilleros, en las Puertas de Tierra (una en el acceso al interior del centro y otra en el lado contrario), en la avenida Alcalde Manuel de la Pinta (antigua Fernández Ladreda), en la vía Augusta Julia (una en cada sentido de la autovía), en la calle Prado del Rey y en el puente José León de Carranza.
Esta medida servirá al Ayuntamiento para ver la eficacia que tienen las medidas ya adoptadas e implantadas en materia de movilidad, al mismo tiempo que analizar posibles acciones de futuro que impliquen una reordenación del tráfico y del transporte.
Se trata, en definitiva, de modernizar el control del tráfico y de incorporar recursos de última tecnología al estudio de la movilidad de una ciudad que está en pleno proceso de transformación en busca de una mayor comodidad para el peatón y de un uso cada vez más limitado del vehículo privado en el término municipal.
Proyecto en marcha antes de que acabe 2023
Una vez obtenido el visto bueno definitivo para acometer estas zonas de bajas emisiones, el equipo de gobierno aprobó el viernes el proyecto para que en las próximas semanas se culmine también el pliego administrativo que regirá el contrato, que se quiere sacar cuanto antes a concurso público y que, conviene recordar, cuenta con un presupuesto de salida de 2,3 millones de euros.
La intención, ahora, es que a finales de este año puedan iniciarse los trabajos de implantación de este sistema de cámaras, para que en el plazo máximo de doce meses estén culminadas las obras y las cámaras estén ya operativas en sus funciones de control del tráfico que accede a esas zonas y de información sobre los aforos y la movilidad. Todo ello teniendo en cuenta que la convocatoria establece que, en cualquier caso, el proyecto debe estar ejecutado antes del 31 de diciembre de 2023.
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