El covid deja en Cádiz las carteras vacías de ‘cash’ y llenas de tarjetas de pago
La llegada de las nuevas tecnologías al comercio local
Los comerciantes locales afirman que más del 75% de su clientela paga ya en las tiendas con dinero de plástico a raíz de la pandemia
Hasta no hace demasiado, el “paga tú que yo no llevo suelto” era la mejor excusa para evadir una conviá. Ahora toca buscarse otras excusas.
Hay quien le echa la culpa al covid y a la crisis sanitaria que ha convertido al dinero en materia presuntamente transmisora de los virus. Pero se veía venir y a los comerciantes de Cádiz no les ha cogido de imprevisto.
“El covid nos ha hecho cambiar la forma de ver muchos elementos de nuestro entorno”, piensa Manuel Queiruga, presidente de Cádiz Centro Comercial, que confiesa que él mismo es una de esas personas que ya compran el marisco en la plaza y paga con Bizum.
Son elementos que han llegado a nuestras vidas y si queremos pensar que han venido con el covid, vale. “La pandemia lo que sí ha hecho ha sido acelerar algo más el proceso de digitalización de los pagos”, asevera Queiruga.
El presidente de Cádiz Centro Comercial afirma que a raíz de la llegada del covid en marzo del año pasado, “hemos pasado a recibir en nuestros establecimientos un 75% de los pagos con tarjeta, cuando hasta hace muy poco esta cifra no superaba el 25 o el 30%”.
Para Queiruga, es algo similar a lo que ha ocurrido con las videoconferencias. “Nos hemos dado cuenta de que si mañana necesito reunirme contigo, no hace falta que nos veamos en persona, ir con el coche al centro, aparcar, dietas... Ahora la tecnología ha puesto a nuestro alcance aplicaciones por internet que nos permiten reunirnos sin movernos de casa y además compartiendo incluso escritorio”.
Pues para Queiruga ha pasado algo similar con el dinero. “La gente le ha perdido el miedo y se está dando cuenta de que esto es más cómodo y ya cada vez más gente paga no sólo con tarjeta sino incluso con el móvil o hasta con el reloj”.
Antes se le tenía pánico a las comisiones que se llevaban los bancos pero “ahora han sido más listos y han creado unas tarifas planas y a lo mejor pagas 10 euros al mes y casi no te cobran comisiones . Y ya no te penalizan si el cliente el precio de lo comprado no supera un mínimo y si alguien está aún sufriendo estas penalizaciones le ha llegado la hora de negociar con su banco”.
Otro beneficio que detecta igualmente el presidente de una parte importante de los comerciantes del centro de Cádiz y es que a las tiendas también les viene bien porque apenas se necesita tener cambio en la caja y se evitan incluso robos por parte de terceras personas e incluso que los propios empleados metan mano en la recaudación.
No se trata de teoría. El propio Queiruga confiesa que el sale a comprar el pan y paga con tarjeta por mucho que el coste de los comprado sea de 50 céntimos.
Begoña, tiene una peluquería en la plaza del Mentidero. Ella afirma también que ha subido mucho la proporción de clientes que ahora pagan con tarjeta. Y ellas es la que le saca jugo al Bizum. “Lo único que ocurre es que esto sólo lo suelo hacer con las clientas de más confianza porque este sistema me obliga a darles mi teléfono personal”. Ella sí es de las que piensa que mantener el datáfono le sigue costando dinero:“No supera a lo mejor el 0,4% de lo recaudado, pero día a día, mes a mes, es también un dinero”. Begoña comenta que a través de Cádiz Centro tienen concertado un convenio con Bankinter que le s ofrece una tarifa espeial. “Al final es más comodida para el cliente y para nosotros los comerciantes”.
Algo similar opina José Manuel, que tiene una empresa de lavado de vehículos en el interior del Muelle de Cádiz abierto para todos los públicos, no sólo para los clientes portuarios. “Nosotros solemos tener precios muy bajos, pero es cierto que es ya rara la persona que viene con dinero en mano”. José Manuel, en Ecosur Bahía, lo mismo cobra cinco euros por un lavado básico de un coche que 80 por un servicio integral del interior y exterior del vehículo incluyendo la tapicería “y lo mismo una cantidad que la otra me la pagan con tarjeta”.
Ana tiene una peluquería canina en Acacias llamada Al agua pato. Ella prefiere el pago en metálico porque mantiene la teoría de que pagar con tarjeta supone estar dándole información gratuita a los bancos de “dónde compramos, qué compramos, cuáles son nuestros hábitos. Y a mí obliga a tenerlos siempre al corriente de lo que gano o dejo de ganar”.
José Ferradans es el propietario de la Taberna del Anteojo, en plena Alameda Apodaca. Pepe afirma que esto de pagar con tarjeta va en función de la edad del cliente. “La juventud está ya muy familiarizada, pero aún hay mucha gente, como yo, que sigo prefiriendo pagar con dinero en metálico. Eso sí, al final es más cómodo para todos y aporta una cierta seguridad y la gente sabe que llevando una tarjeta con saldo encima se te puede ocurrir de repente sentarte en una terraza para tomarte la cervecita y que si la cosa se alarga no te hace alta mirar en la cartera a ver si llevas dinero suficiente para lo que se tercie”.
Queiruga: “La pandemia ha servido para que el gaditano redescubra su comercio local”
No todo lo que ha llegado de la mano del covid tiene por qué ser malo. Manuel Queiruga, presidente de Cádiz Centro Comercial, cree que gracias a los cierres perimetrales “hemos estado bloqueados y ha hecho que los gaditanos redescubran las bondades de su comercio local”.
Para Queiruga, durante meses no hemos podido salir de Cortadura y las necesidades han seguido siendo las mismas “y nos hemos dado cuenta de que lo mismo podemos comprar un sofá que una cama sin tener que salir de Cádiz”.
Aparte está todo el tema de Internet. Luchar contra la gran red de redes “es como quererle poner puertas al campo. Cada uno es libre de comprar lo que quiera y donde quiera”. Y, para Queiruga, los primeros que se han dado cuenta de este potencial han sido los propios comerciantes locales que se están abriendo más tanto a las redes sociales como a los métodos de pago, venta y distribución online. Es lo que, “desde la asociación denominamos multicanalidad”. Desde esta entidad que engloba a buena parte del comercio gaditano del centro de la ciudad elaboraron hace poco tiempo una encuesta sobre la digitalización de las tiendas, de lo que concluyeron que, ni más ni menos, que el 95% de los comercios hacían ya uso de las redes sociales y que un 40% vendía online sus productos. “Hasta hace poco éstas eran cifras impensables”.
Esto tiene una parte negativa y es que está provocando una brecha digital entre los comercios que han decidido dar el paso y los que aún le tienen tirria a la arroba. “El que no supere esa brecha lo va a tener muy complicado. Hay medios para estar al día y el que no se atreve a dar grandes pasos, tiene a mano medios tan básicos como es el whatsapp, un instrumento ya muy extendidos entre nosotros”, según indica Manuel Queiruga.
“¿Quién nos iba a decir que algún día podríamos recibir topolinos o caracoles en casa gracias a una aplicación online?”.
Y no llevar dinero en metálico tampoco significa que al cliente se le vaya la cabeza comprando. “Ya se está acabando con las compras compulsivas y la gente gasta lo mismo si lleva tarjeta como si no la lleva. La gente es muy selectiva a la hora de comprar”, según sentencia Manuel Queiruga, desde Cádiz Centro Comercial.
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