Cádiz y su futuro inmediato: Menos broncas y más acuerdos para evitar el caos

EL PASEANTE

Que unos y otros se dejen de tonterías y aprueben ya el proyecto del hospital

La tasa turística ayudaría a Cádiz a mejorar su oferta

A la ciudad de Cádiz se le acaba el tiempo

El Monumento a la Constitución de Cádiz / Julio González

YA va siendo hora de que Cádiz aclare por dónde debe ir su futuro como ciudad; dejar de vivir de los suspiros de tres mil años de historia, de las epopeyas de la dominación romana y del comercio con las colonias.

Es tiempo ya de mirar al futuro, y de completar las tareas, con altibajos, y con buenas y malas decisiones, que se han realizando en las últimas décadas.

Hemos avanzado mucho como ciudad desde la llegada de los ayuntamientos democráticos. Tan evidente como asumir que aún nos queda un camino por recorrer para garantizar nuestro futuro más inmediato como una capital dinámica, atrayente para quienes nos visitan y para los inversores, y preparada para atender las demandas de sus propios vecinos.

Lo lógico sería un acuerdo de ciudad. Un debate ágil que no nos agote en mesas, estudios, datos, filosofías, para saber por dónde encauzar nuestro camino. No sería algo muy complicado. Nuestro mayor problema, la falta de suelo, es a la vez un punto a favor a la hora de definir este modelo de Cádiz que entra en el segundo cuarto del siglo XXI.

Lo lógico sería, con este planteamiento, que los partidos políticos que conforman nuestro Ayuntamiento fuesen capaces de poner en el papel, con las lógicas diferencias ideológicas, el trabajo que hay que hacer desde ahora. E implicar a todas las administraciones que pueden ayudarnos... y también poner piedras en nuestro camino si no están dispuestas a implicarse.

Todo esto sería lo lógico. Pero llevamos tantos y tantos años dando bandazos. Avanzando solo con nuestros medios, escasos siempre. Con toda la dificultad que produce el ir cada uno por su lado en la gestión de la política local. Así, se presume como muy complicada una operación de este calado. Por muy necesaria que sea.

En esta semana que termina nos hemos topado con dos cuestiones que son importantes para definir este “modelo de ciudad”: el proyecto del Hospital Regional y el diseño turístico de la ciudad. Y el resultado de ambas nos deja claro, por si alguien tenía alguna duda, lo difícil que es consensuar algo en esta tierra.

La nefasta gestión del Hospital Regional

Es difícil encontrar un calificativo que no se haya utilizado ya, en público o en privado, para definir lo que está pasando con el proyecto del Hospital.

Por resumir, dejemos clara varias cuestiones.

1- Desde que se anunció hace 20 años, el PSOE tuvo tiempo de construirlo en los 15 años que estuvo en el poder en este tiempo; y el PP, gobernando desde hace un quinquenio, también ha tenido tiempo, al menos para iniciar las obras. Que aún estemos como hace dos décadas, es responsabilidad de ambas formaciones.

2- Desde que el PP dijo que recuperaba el proyecto y que Juanma (Moreno) lo iba a hacer, siempre, absolutamente siempre, se ha hablado de cerrar una permuta de suelo entre la Junta y la Zona Franca. En una ecuación en la que siempre había estado fuera el Ayuntamiento de Cádiz.

3- Con todas las posibilidades de juego que da la gestión administrativa no era imposible esta permuta. Todo era cuestión de afinar las tasaciones. Y querer hacerlo.

4- Si la Junta, y el Ayuntamiento, tenían claro que este acuerdo con Zona Franca era inviable porque la administración regional quería el suelo gratis-gratis, ¿por qué no se dijo antes? ¿por qué no se aclaró cada vez que se hablaba del centro médico? ¿cuándo se produjo el cambio de idea?, porque hasta hace pocos meses delegados provinciales y consejeros de la Junta seguían hablando del análisis de la propuesta de intercambio de terrenos realizada por el Consorcio.

5- Si el Ayuntamiento tomó el testigo de la operación, ¿por qué no se dijo con claridad la causa de ello?, más allá de unas palabras del alcalde a final del años pasado mafirmando que estaba buscando soluciones al problema.

El primer convenio firmado para el Hospital, en 2008. / Joaquín Hernández Kiki

6- ¿Por qué no se habló con claridad a la ciudadanía, explicando desde el primer momento el proyecto del Ayuntamiento?, conocido ahora a trompicones y con un ambiente crispado.

Hay una manía entre los gestores políticos de callar y no hacer participes a los ciudadanos de sus iniciativas, y más cuando en un caso como éste era absurdo pensar que podía fracasar al trasladarlo a los gaditanos.

7- ¿El rechazo de la Zona Franca al proyecto del Ayuntamiento se debe a que no le salían las cuentas con la parcela que iba a mantener en su poder? ¿O hay algo más?

8- ¿Hubo posibilidad de un acuerdo entre las partes, incluso de un convenio, que se hizo añicos tras recibir, el Consorcio, órdenes desde Madrid contrarias a un final positivo de esta negociación?

9- Una vez que ya sabemos que la Junta solo va a poner la mano a la hora de negociar el suelo para el Hospital, ¿no habría que acelerar las negociaciones entre la Zona Franca y el Ayuntamiento para activar ya el proyecto?, asumiendo que se empieza de cero.

10- En el deseo de que las administraciones dejen de una vez por todas sus diferencias ideológicas o los intereses marcados desde Sevilla y Madrid, y actúen pensando únicamente en esta ciudad y su complicado futuro, seamos capaces de ser abiertos de mente, y evitar veinte años más de espera.

y 11- La Junta tiene una enorme deuda con la ciudad de Cádiz, Más allá de las inversiones en materia de rehabilitación, paradas desde hace más de una década, esta administración lleva toda la ciudad haciendo caja con nuestra ciudad. Por una vez podía haber dedicado las ganancias obtenidas por la venta de Tiempo Libre, los terrenos de Loreto y lo que le pueda sacar a Náutica para pagar el solar de CASA. Y nos hubiéramos evitado tantos disgustos. Al fin y al cabo destinó 70 millones en la compra de edificios privados para la construcción de la Ciudad de la Justicia de Sevilla.

La tasa turística

Guste o no, Cádiz tiene un perfil turístico importante; es un sector que genera mucho empleo y muchas ganancias para buena parte de los vecinos.

Implantar una tasa turística no es el fin del mundo, no va a hundir al sector hotelero, no va provocar la huida de los visitantes. No pasa nada en medio mundo, allí donde sí existe una tasa (y no solo en las grandes capitales turística).

Si hay miedo por elevar los precios, convendría recordar, según los datos del INE, que estos ya son altos en Cádiz: ¿los bajamos un poco y así incluimos la tasa sin que se note?

Y la tasa, además, aportaría fondos para mantener la ciudad, y reforzar espacios históricos que atraerían más turistas, y que se acondicionarían con este ingreso extra.

El turismo da dinero a Cádiz y a sus ciudadanos, pero, como en el resto de las cuestiones, hay que diseñar un modelo sostenible, que atraiga a un visitante con recursos (y que paga la tasa sin problemas). Y así ganamos todos.

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