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El pueblo cerca de la Sierra de Cádiz con empleo y casas por 200 euros

Cádiz espera 700 millones de euros para poder crecer como ciudad

Las administraciones públicas acumulan una importante deuda en materia de inversiones con la ciudad

El retraso en su ejecución afecta al desarrollo de Cádiz a corto y medio plazo

Así será el tercer mayor parque de la ciudad

El futuro a la deriva del edificio de Náutica

El edificio abandonado de Náutica en una imagen de archivo. / Julio González

Cádiz tiene un amplio listado de proyectos pendientes de ejecutar desde hace años, y algunos desde décadas. Muchos de ellos se anunciaron como esenciales para afianzar el desarrollo de la capital, para situarla en el mapa andaluz, frente a la competencia de las grandes ciudades de la región y de la propia provincia.

Proyectos que, algunos, se plantearon desde las administraciones, y de los partidos que la gobernaban, como fórmula para recuperar la estima y el voto de los gaditanos.

Proyectos que, de forma periódica y más en los periodos electorales, se convertían en titular de las promesas de muchos partidos políticos, en un auténtico bucle repetido cada cuatro años.

Así estamos en Cádiz, esperando sacar adelante proyectos que, por el tiempo perdido, han ido incrementando sus costes y, con ello, poniendo más en riesgo su ejecución.

Un estudio realizado por Diario de Cádiz, teniendo en cuenta las cantidades que ya se han manejado en algunos proyectos y una estimación de lo que podrían costar otras actuaciones también pendientes, cifra en unos 700 millones de euros las inversiones que tienen pendientes en Cádiz las distintas administraciones públicas: Ayuntamiento, Diputación, Junta y Estado.

No se incluye la participación privada en algunos de estos proyectos, como puede ser la reordenación de todo el espacio portuario, que sin duda será millonaria pero aún tiene mucho camino pendiente por recorrer.

Cabe destacar que en estas décadas Cádiz ha tenido una suerte dispersa en cuanto a proyectos con financiación pública. Actuaciones de tanta relevancia, como fue el Plan de Rehabilitación del Casco Antiguo, se suspendieron cuando llegó la crisis económica y nunca se reactivó al final de la misma. En otros casos, la tijera llegó y lo ejecutado quedó muy mermado, como pasó con la estación de autobuses interurbano.

El coste del puente de la Constitución de 1812, unos 500 millones de euros, fue la justificación utilizada por determinados partidos y por algún que otro ayuntamiento para aseverar que Cádiz ya había obtenido mucho dinero público, y les tocaba a otros.

La historia se olvida, si así interesa, pues pocos quieren recordar que el puente Carranza lo pagó la propia ciudad de Cádiz, así como la reurbanización del Paseo Marítimo, algo impensable en otras poblaciones.

A pesar de esta realidad, el puente y años antes el soterramiento (pagado en parte por el propio Ayuntamiento), le pesó mucho a la ciudad a la hora de seguir reclamando obras públicas. Todo a pesar de estar en su derecho y a pesar de constatar como las inversiones millonarias sí llegaban a otros municipios: ahí estaba el Museo de Arte Íbero de Jaén, casi vacío de contenido, con más de 20 millones de inversión mientras que el Museo de Cádiz lleva 30 años esperando la tercera fase de su ampliación.

Muchos de los proyectos ya veteranos en esta peculiar lista de espera gaditana, se paralizaron por su elevado coste. Ahora, dos décadas más tarde, algunos parecen reactivarse al mismo precio o, incluso, con unos cuantos millones más de presupuesto.

Solar de Puntales para el Hospital Regional. / Julio González

Es lo que pasa con dos clásicos: el Hospital Regional y la Ciudad de la Justicia.

El centro médico es la joya de la corona de este listado y la que necesita una mayor inversión. Por ahora ronda los 400 millones de euros, aunque es una previsión sobre el papel pues la Junta, su promotora, no tiene ni proyecto para el mismo.

El coste es similar al que se barajó hace más de una década cuando se optó por su archivo. La Junta insiste ahora en que saldrá adelante, incluso se puso como fecha límite para su inicio las elecciones autonómicas de dentro de tres años.

Ya es conocida la falta de acuerdo sobre la propiedad del terreno donde debe ir el centro, en Puntales, y la necesidad de clarificar la financiación de esta operación.

El segundo proyecto en cuanto a su coste también depende de la administración regional. La Ciudad de la Justicia ha disparado su presupuesto y ya va por los 120 millones de euros.

La Consejería de Justicia dice ahora, tras veinte años de espera, que será necesaria la colaboración público-privada para su ejecución, en suelo cedido por el Ayuntamiento en los antiguos depósitos de tabaco. Habrá que ver si esta propuesta sale adelante y el coste no vuelve a dispararse.

La actuación en suelo portuario

La incertidumbre de ambos proyectos contrasta con la seguridad de ejecución de una de las operación más relevantes para el futuro más inmediato de la ciudad: la reordenación del espacio portuario y su integración con la ciudad.

Aquí la ciudad juega con la ventaja de la eficacia que en la gestión imprime la actual presidenta de la Autoridad Portuaria, Teófila Martínez, como ya demostró en numerosas obras ejecutadas durante su etapa al frente del Ayuntamiento.

Por lo pronto en unos meses comenzará la reurbanización del muelle Ciudad, que permitirá su acceso peatonal y la mejora de la trama urbana.

A la vez se trabaja ya en el diseño administrativo de la transformación del muelle de contenedores en una zona de expansión urbana, con zonas de hostelería, ocio, comercio, industria blanca relacionada con la náutica, aparcamientos... El desarrollo de esta operación está directamente relacionada con la iniciativa privada, pero antes será necesaria una inversión pública, para preparar todo el terreno, que la APBC cifra en unos 30 millones de euros.

Una cifra similar sería la que costaría recuperar el castillo de San Sebastián. Hoy no hay ninguna administración dispuesta o con capacidad para afrontar la recuperación de uno de los tesoros de la ciudad más desperdiciados, aunque la competencia directa es la del Estado, propietario de este recinto. Las propuestas de la Universidad y del propio Ayuntamiento, así como la que proyectó la Junta en 2012, no han salido adelante. El complejo está cerrado desde hace años, y solo ahora la Demarcación de Costas va a actuar en varias de las zonas más deterioradas.

Conectado con la historia, la ciudad tiene pendiente la recuperación de su frente amurallado, que depende del Ayuntamiento de Cádiz, así como la conclusión del arreglo de la muralla exterior, en la que ya está metida Costas. Todo puede suponer una inversión entre los 15 y los 20 millones de euros, si la administración local afronta nuevos usos para la muralla, hoy en parte convertida en un gran trastero municipal.

museo / Jesús Marín

La espera para el Museo de Cádiz

La Junta y el Estado están implicados en la ejecución de la tercera fase de la ampliación del Museo de Cádiz.

Que sean dos las administraciones que tienen en sus manos este proyecto debería de suponer una garantía para su ejecución. Todo lo contrario. PSOE y PP se han ido turnando en el gobierno de ambas instituciones incapaces de sacar adelante esta operación... de la que se viene hablando desde hace ya tres décadas.

En su día se elaboró, y presentó públicamente, el proyecto de actuación. Hoy está ya desfasado y necesitado de numerosos cambios, aunque el coste podría rondar los 20 millones de euros.

En el caso de la transformación de Valcárcel en la Facultad de Ciencias de la Educación, están implicadas la UCA, el Ayuntamiento, la Diputación y la Junta. El enfrentamiento entre las tres primeras y la administración regional ha provocado la paralización del proyecto durante cinco años.

El coste del mismo se eleva ahora a 50 millones de euros, a los que habrá que añadir, si se ejecuta este plan, lo que cuesten las instalaciones deportivas previstas en el Campo de las Balas como complemento de estos estudios.

Vecino a este histórico edificio se encuentra el icónico edificio de Náutica. Su propietaria, la Junta, afirma que pronto se sabrá su uso. Urge actuar sobre el inmueble debido a su progresivo deterioro. El coste de su rehabilitación se supone muy elevado.

Tras la exhumación de los restos del cementerio, éste se debe convertir en un nuevo parque. / Jesús Marín

El Ayuntamiento tampoco se libra de formar parte del listado de obras pendientes en la ciudad.

Herencia del anterior gobierno municipal, debe asumir los costes que suponen terminar las obras de construcción del nuevo Teatro del Parque, paralizadas al 75% de su ejecución; y la reforma integral de la pérgola del mismo parque, que resultó seriamente dañada por un incendio hace unos años y que aún no ha sido reparada. Se supone que cuando está en perfecto estado, se pasará su gestión a la Universidad de Cádiz, que a su vez tendrá que realizar una inversión no cuantificada para su puesta en uso.

El Ayuntamiento tiene también en lista de espera la construcción de la nueva avenida de Astilleros, cuyo coste puede rondar los 9 millones de euros, así como la construcción de los dos nuevos parques previstos en el antiguo cementerio de San José y en la explanada entre la estación ferroviaria y la muralla de la Cuesta de las Calesas, con un coste estimado de 8 millones.

El Estado tiene pendiente el inicio, desde hace más de dos décadas, de las obras de su complejo de oficinas en el que se ubicará la sede de la Subdelegación. Se descartó el proyecto primitivo, de más de 30 millones de euros, para hacer uno de menor coste.

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