Cádiz ha perdido un cuarto de su población desde su récord de 1981
Aunque en 2016 se ha ralentizado algo el descenso de habitantes, la ciudad ha retrocedido a cifras de hace cerca de 60 años
Cádiz/Cádiz ha perdido ya un cuarto de su población desde que en 1981 logró su récord de habitantes, con 157.766 habitantes, hasta los 118.048 que tenía cuantificados el 1 de enero de 2017, la última cifra oficial dada a conocer hace unos días por el Instituto Nacional de Estadística. Son 39.718 vecinos menos. Un dato que refleja, si aún era necesario, la gravedad del despoblamiento que está sufriendo la capital desde hace tres décadas.
Aunque el récord de habitantes se logró en 1981 no será hasta 1993 cuando el padrón inicie un descenso continuado ya que en esos doce años las cifras oscilaban entre pequeñas subidas o bajadas. En 1993 había en la ciudad 155.555 vecinos y ya nunca más, por lo menos hasta ahora, volverá a incrementarse su padrón.
Desde entonces la pérdida media anual ha rondado el millar de personas con datos alarmantes como el producido en 1998, con 2.466 vecinos menos, frente a los 434 que se perdieron diez años más tarde y que ha sido el menor descenso en estas dos décadas. Los 871 empadronados que se han perdido a 1 de enero de 2017 es uno de los datos más bajo en este largo periodo. Aunque siempre es una mala cifra, hay que tener en cuenta que el año anterior esta cifra se había duplicado.
Con todo Cádiz capital cuenta con el mismo número de residentes que había en 1960, cuando el censo se fijó en 117.871.
Mientras que la ciudad se sitúa año tras año entre las localidades que porcentualmente pierde más vecinos, sigue siendo con gran diferencia una de las que más densidad de población tiene en España. Su limitado término municipal, de 12,1 kilómetros cuadrado, eleva su densidad a 9.756 personas, 70 menos que el año anterior; pero si sólo tenemos en cuenta la zona residencial, limitada a 4,45 kilómetros cuadrados, está cifra se dispara hasta los 26.527 habitantes, un dato más propio de las grandes capitales costeras de Asia.
La densidad de habitantes se dispara aún más en el casco antiguo de al ciudad, debido igualmente a su reducido tamaño y a que, al contrario de los centros históricos de otras capitales, no se ha producido su despoblamiento y su conversión en barrios puramente administrativos, comerciales o turísticos. No obstante, el último dato del INE refleja que en intramuros residen 35.955 personas. Ello supone un importante descenso en lo que llevamos de siglo: 7.500 vecinos meno, pues en el año 2000 se contaban en 43.581. Si se mantiene esta tendencia a la baja en los próximos años, el dato sí debería de comenzar a preocupar. Es significativo que el proceso de rehabilitación del parque de viviendas del casco antiguo, iniciado especialmente en el 2000, sí ha permitido una evidente mejora en la calidad de vida de sus vecinos, pero no ha incrementado o, al menos, mantenido, su población.
Curiosamente no todos los barrios han perdido población enlos doce meses de 2016. Los distritos seis y siete, que corresponden a Santa María, La Merced, San Juan y las inmediaciones a Catedral han incrementado su población. Una treintena de vecinos más, lo que ya parece hasta un milagro.
La pérdida de habitantes vuelve a cebarse en Cádiz en los grupos más jóvenes Entre 0 y 20 años hay 20.467 vecinos mientras que con más de 65 años ya hay 26.789 ciudadanos. Especialmente grave, para el futuro más inmediato de la ciudad, es el descenso en el grupo de edad entre los 0 y los 10 años que apenas son ya 9.060, doscientos menos que hace sólo un año. El grupo con más número de empadronados, de 50 a 55 años, llega a los 9.323 vecinos. Mientras, hay 61 censados con más de 100 años.
La ciudad de los 300.000 habitantes
A principios de los años sesenta del pasado siglo el entonces alcalde José León de Carranza ya anunciaba el inminente colapso de población de Cádiz. Consideraba que su reducido término tenía un límite que no llegaba a los 200.000 habitantes. Comenzó entonces a moverse por Madrid para conseguir incrementar el término de la capital, con la excusa de la construcción del primer puente sobre la Bahía. Como no lo logró, quienes le sucedieron en el cargo antes de la llegada de la democracia idearon la expansión de Cádiz por el istmo que le une a San Fernando. Iba a ser el llamado Cádiz-3. Si se hubiera construido, decían, la capital habría alcanzado los 300.000 habitantes. Lo normal en el crecimiento urbano de la ciudad con un término lógico y no tan limitado como el que se tiene.
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