Cádiz presume de orgullo
Las artistas La Salvaora y La Petróleo y el activista José Guerrero Guerrero fueron reconocidos ayer por su labor en favor del colectivo LGTBIQ
"Ustedes siempre han ido presumiendo de Cádiz allá por donde han ido, así que dejen, por una vez, que Cádiz presuma de ustedes". Cerrado aplauso. Puesta en pie. La Petróleo no disimula la emoción que a borbotones se derrama por sus ojos de raya pronunciada; La Salvaora, de envidiable melena, mantiene el tipo sonriendo, alzando la placa conmemorativa. Las palabras del alcalde calan en las artistas tanto como las palabras de José Guerrero Guerrero calan en el público que se acomoda en el Salón de Plenos. "La bata de cola, una bandera; la peineta, un puño en alto (...) porque en Cádiz caben todos los colores y banderas (...) porque por eso se luchó, para que fuera la ciudad de la luz (...) por eso nos vestimos de colores...", lee el técnico Fernando Osuna la contundente carta del activista reconocido ayer, junto a La Petróleo y La Salvaora, por su constante lucha y defensa de los derechos de las personas LGTBIQ en la provincia gaditana. Porque Cádiz presume de orgullo, puede presumir de orgullo, para honra y regocijo de todos los gaditanos.
Las artistas, temperamentales y espontáneas como ellas solas, se congratulan por un homenaje "tan merecido" (en sus propias palabras) y piden, ¿por qué no?, un sueño. "Queremos ser pregoneras del Carnaval. ¿Eh? La que formaríamos en ese tablao de San Antonio... Lo que inventaríamos...", dice, ya despojada de atril, La Salvaora ante un José María González que recibe el envite con arte y alude a las palmas del público como una buena señal para la consecución del anhelo de dos de las figuras que no temieron exponerse y decir a sus paisanos quiénes eran en tiempos en los que decir y hacer era gesta sólo apta para valientes.
El respetable -muchos representantes del colectivo LGTBIQ y vecinos viñeros que fueron a aplaudir a sus amigas- reía las salidas de las folklóricas como esa que remarcaba La Petróleo señalándose la garganta -"38 años cantando con ésta, porque nosotras cantamos con nuestra voz, no ponemos discos ni nada"-, o aquella del piropo al primer edil de la ciudad -"usted es que es muy lindo, ¿viste que me entrevistaron y hablé de ti?"- o ese otro último toquetazo de La Salvaora que está "muy contenta" con el reconocimiento municipal y del la plataforma Cádiz con Orgullo, pero que ya la cosa se terminaría de poner de dulce si el alcalde les hiciera "un contratito..."
Carcajadas. Batir de palmas. El público adora esa faceta descarada y pizpireta de sus artistas pero hay que ser de piedra para no sentir la punzada cuando La Petróleo recuerda que "han trabajado como burras por esos mundos de dios", las noches "en las carreteras y trenes" para llegar a no se sabe dónde, un rincón cualquiera con un escenario donde derrochar "baile y gracia, y cante, 38 años cantando con ésta (dedo índice al cuello)..." Hay que ser muy frío para no conmoverse cuando La Salvaora reivindica que ella y su inseparable amiga se pusieron "el mundo por montera hace mucho años"; no más de 16 tendrían cuando ya cantaban y bailaban "aunque empezamos a dedicarnos a esto profesionalmente desde el año 79", precisa sin olvidar su paso por tablaos de renombre como Torre Bermejas y Los Canasteros y sus encuentros profesionales con figuras como Rocío Dúrcal, Rocío Jurado y El Puma. "En América, digo, que nos tiramos dos años y nos traímos para acá después nuestros dineritos, que nos lo gastamos aquí, pero yo pienso, que nos quiten lo bailao", se alegra La Salvaora. Y nosotros con ella.
Porque el Día del Orgullo, la semana del Orgullo, es un tiempo festivo que celebra los avances en la consecución de las libertades pero, también, es un buen momento para acordarse de que muchas de estas personas "no han tenido una vida fácil", como explicó González que apoyó firmemente "el derecho de ser quien cada uno quiera ser", más que un lema, "una herencia para nuestros hijos".
Por eso, tal y como se recordó desde la plataforma Cádiz con Orgullo -donde están representadas asociaciones, colectivos, empresas y partidos políticos- es importante "homenajear a estos héroes y heroínas que lo han sido sin proponerselo" porque con el simple y, a la vez, complicadísimo hecho de "mostrarse a los demás con toda libertad" han marcan el camino a seguir en la batalla por la conquista de los derechos del colectivo LGTBIQ. "Éste es un acto de justicia". Un acto de respeto y orgullo.
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