Lo que queda en el aire del plan de unión entre el muelle de Cádiz y la ciudad

Imagen del muelle ya reformado, el carril bici y la verja que lo separa de Canalejas.
Imagen del muelle ya reformado, el carril bici y la verja que lo separa de Canalejas. / APBC

El puerto de Cádiz ha presentado el diseño que va a tener el futuro Muelle Ciudad, la primera operación que se va a ejecutar dentro del plan de reordenación del suelo portuario y su conexión con la trama urbana.

Es un proyecto muy ambicioso, con un carácter de futuro de ciudad más que evidente. Es, además, el primer paso a una operación aún más potente pues afecta a 300.000 metros de suelo portuario que van a unirse a la trama urbana, en una conexión puerto-ciudad esencial para el Cádiz de las próximas décadas.

La primera fase en el Muelle Ciudad se podrá activar una vez se desaloje este suelo tanto de la Gran Regata, ahora en marcha, como de las instalaciones que acompañarán a la Sail GP, el próximo octubre.

El diseño dado a conocer por la presidenta de la Autoridad Portuaria aprovecha al máximo todo el suelo, dejando el espacio de seguridad que obliga la normativa hasta llegar al cantil del muelle. Así, hay espacio para un gran paseo público, que irá paralelo al de Canalejas, donde se reservan espacio para la instalación de juegos infantiles, áreas de descanso, arboleda hoy inexistente, zonas de hostelería y espacio para la celebración de eventos.

Se modernizará el carril bici y junto al mismo se habilitará espacio para la futura línea del tranvía metropolitano que, si se ejecuta por parte de la Junta, llegará hasta el futuro espacio ciudadano en el actual muelle de contenedores, que conforma la segunda fase de la operación de integración con la trama urbana.

El proyecto conocido la pasada semana aprovechando la celebración de la Gran Regata, tras un primer esbozo del mismo presentado hace ya unos meses, mantiene buena parte de la verja del muelle.

Su eliminación siempre ha estado en el aire por cuestiones de seguridad portuaria. Sí se abrirán nuevos huecos, como ha ido pasando en los últimos años, pero la estructura principal, levantada en la década de lo años 50 del pasado siglo (más allá de los retranqueos de los años 90), se mantendrá en pie.

Una de las imágenes de la proyección presentada el pasado jueves, parte de un video en el que se "recorría" el "nuevo" muelle ciudad, traslada visualmente cómo se va a mantener esta ruptura espacial entre la ciudad y el espacio portuario. Se ve, así, el espacio ya modernizado, con la verja como límite y, junto a ella la avenida del Puerto y Canalejas.

Es cierto que la APBC presentaba su actuación en el terreno de su propiedad, pero la implicación directa del Ayuntamiento, cuyo alcalde, Bruno García, también tuvo un papel relevante en el acto, es evidente por lo que o se difumina este espacio urbano (adelantado que algo se hará en el mismo) o se aporta algún diseño primitivo de lo que se podrá hacer.

De esta forma, y a priori, la permanencia de la avenida del Puerto, con sus dos carriles de entrada y salida, se transformará en el nuevo muro de separación entre estos dos espacios urbanos. Aunque la propuesta de la APBC es valida, moderna, atrayente y se ejecutará con agilidad, conociendo los ritmos de trabajo que siempre marca Teófila Martínez, hoy presidente de la Autoridad Portuaria, queda coja hasta que no sepamos cómo será esta conexión con Canalejas.

La pregunta es si seguirá la avenida del Puerto tal y como hoy la conocemos, y sufrimos.

En los últimos años se han puesto sobre la mesa varias ideas, similares entre ellas. El PSOE llegó a proponer en la primera campaña electoral del candidato Rafael Román, con un diseño del arquitecto Manuel González Fustegueras, la creación de la Gran Plaza del Mar, con el soterramiento de la avenida del Puerto, trasladando hasta el mismo cantil este nuevo recinto público.

Hace unos meses, la coalición de izquierdas en el gobierno propuso una actuación similar. En este caso, se aprovechaba el tramo del aparcamiento subterráneo para dar paso al tráfico. Era ésta una operación más complicada, pues limitaba el paso inferior a los coches (autobuses y camiones debían ir en superficie), además de plantear una costosa expropiación al ocupar suelo del estacionamiento.

En todo caso, la operación de remodelación integral de Canalejas se debe plantear ya como una obra prioritaria en la recuperación urbanística del casco antiguo y, sobre todo, en la potenciación de su fachada marítima.

La culminación de la peatonalización de la plaza de España reclama una conexión también peatonal con la de San Juan de Dios. Canalejas se convertiría de esa forma en un gran espacio para la organización de pequeños eventos con un evidente tirón comercial y hostelero. A la vez, descartado el soterramiento de la avenida del Puerto habrá que situar elementos físicos que rebaje la velocidad del tráfico por la zona.

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