Canalejas pide paso tras la peatonalización de las grandes plazas de Cádiz

Las tres formaciones políticas que han gobernado la ciudad entre 1979 y 2023 dejaron su impronta en Cádiz de diferentes formas, algunas más y otras menos acertadas.

En la defensa particular de cada modelo urbano, los tres partidos, de ideologías muy contrarias, coincidieron en la necesidad de apostar por una ciudad más accesible y, por ello, más peatonal. Desde los comienzos complicados de 1979, con una ciudad en ruina y con enormes necesidades de todo tipo, al Cádiz de la segunda década del siglo XXI, la evolución en favor de este modelo ha sido evidente.

Cierto es que hubiera sido deseable un ritmo más ágil en muchos proyectos, e incluso un planteamiento más valiente en algunas ocasiones. La ciudad no ha quebrado, todo lo contrario, al cerrar decenas de calles de su casco antiguo al tráfico rodado, ni la hostelería se ha hundido, ni el turismo ha huido, tras peatonalizarse el Paseo Marítimo (parte, porque en un tramo siguen pasado los coches).

Al contrario, la capital se ha enriquecido. El comercio ha mejorado, la hostelería y el turismo han disparado sus negocios y la imagen de Cádiz ha mejorado como una urbe que comienza a ser moderna en su configuración. Aunque aún falte mucho.

Los tres gobiernos previos al de Bruno García, que acaba de comenzar su tarea, realizaron apuestas arriesgadas y exitosas cuando cada uno en su momento decidió la peatonalización de las tres plazas de referencia del casco antiguo: San Juan de Dios, Catedral y España.

Los tres recintos, y especialmente los dos primeros, han jugado siempre un papel de centralidad urbana de la ciudad. Han sido los epicentros de los grandes eventos ciudadanos (aquí, San Antonio ha tenido también un papel relevante), tanto políticos como culturales y festivos.

Y los tres han sufrido durante décadas la carga de funcionar como un gran aparcamiento en superficie. Pasó con Catedral de una forma abusiva; pasó con la plaza de España, con los vehículos estacionados formando un muro de separación con el resto de la trama urbana, y también con San Juan de Dios, epicentro de la vida política municipal.

Todo ello cambió radicalmente con los procesos de peatonalización ejecutados en su momento. Los vecinos del entorno, y la ciudad en su conjunto, ganaron espacios bien diseñados, reduciendo al mínimo la contaminación sonora y ambiental, y creando áreas con una relevante atracción turística y comercial.

El último proyecto fue la peatonalización de la plaza de España, una de las iniciativas de referencia del equipo de José María González y Martín Vila.

Las dudas que algunos podían tener sobre su efectividad han desaparecido con el recinto ya urbanizado.

Junto a la desaparición de decenas de coches, se han recuperado visualmente edificios de alto valor histórico y arquitectónico como la Diputación y las Cinco Torres, además de lograr una conexión peatonal directa con Argüelles y su Casa de las Cuatro Torres.

La operación ha incrementado las zonas verdes y dejado espacio para una necesaria actuación en el monumento a las Cortes. Queda por construir una fuente seca que, es de esperar, no se olvide con el cambio de gobierno.

Los grandes espacios peatonales, junto con zonas verdes muy frondosas, dan pie a un uso ciudadano intenso. Es una de las tareas pendientes y uno de los planes manejados en su día por Vila. Hay suelo preparado para eventos para los más jóvenes, actividades culturales al aire libre...

El plan pendiente de Canalejas

Ahora, con las grandes plazas afianzadas como grandes espacios peatonales, le toca el turno al paseo de Canalejas.

Éste, a pesar de ser la gran puerta de entrada de Cádiz desde el mar desde su urbanización tras el derribo de la murallas, iniciado en 1906, apenas ha funcionado como un elemento extraño de la ciudad. Lejos queda en el tiempo su uso como espacio para los títeres o las ferias del libro.

El enorme terreno, para los parámetros de esta ciudad, de Canalejas se ubica en un lugar de la trama urbana muy estratégica a corto y medio plazo:

1- Es el nexo de unión entre las plazas de San Juan de Dios y España. Lo lógico sería habilitar una gran ruta peatonal única, con un potencial espectacular.

En el último año, en la etapa de Martín Vila al frente de Urbanismo y Movilidad Urbana, ya se ejecutaron algunas obras para ampliar el suelo peatonal, eliminando aparcamiento en la avenida del 4 de diciembre y creando una plataforma única paralela a Canalejas.

Esta evidente mejora, que facilitó la conexión del viandante entre la avenida y el paseo, chocó con las infracciones de muchos automovilistas, lo que obligó a instalar hitos para evitar el aparcamiento. Ello ha provocado una ruptura visual del espacio abierto que se había conseguido.

Queda por tanto cerrar de forma definitiva al tráfico tanto de este tramo como el que llega a la Diputación. Cabe recordar que cuando se reurbanizó San Juan de Dios, la circulación por esta vía se eliminó, sin que se produjese quiebra alguna en el día a día de la ciudad.

2- La reforma integral de Canalejas está también íntimamente relacionada con el desarrollo del plan Puerto-Cádiz. La Autoridad Portuaria lleva unos años trabajando, en coordinación con el Ayuntamiento, para dar un uso urbano a 300.000 metros cuadrados de su suelo.

Aquí se incluye el Muelle Ciudad transformado en gran parte en un paseo peatonal, con sus equipamientos y con la apertura por tramos de la verja. La intención de la Autoridad Portuaria es activar estas obras una vez pase la Gran Regata prevista para el próximo mes de septiembre.

Esta operación está estrechamente ligada con la transformación de Canalejas. Ni una ni otra pueden ir por caminos distintos tanto en su diseño como, especialmente, en sus contenidos.

El gobierno de José María González anunció el soterramiento de la avenida del Puerto para dar continuidad al paseo hasta llegar al borde del cantil del muelle. Más allá de las dudas que supone utilizar parte del aparcamiento para el paso de coches, es una idea a tener en cuenta (nacida de la Ciudad del Mar que planteó hace años el PSOE).

En todo caso, la avenida del Puerto no debe convertirse en un muro que separe los dos nuevos espacios ciudadanos.

3- Todo este proceso debería de complementarse con una ampliación de la oferta hostelera y comercial en el frente de la avenida 4 de diciembre, a la vez que se tendrían que crear espacios de ocio y gastronomía en la reformada Canalejas, donde apenas si se ha arreglado su firme en los últimos años y abierto un pequeño parque infantil.