Las obras de Candelaria amenazan el normal desarrollo de la Semana Santa
El PP alerta de que la reurbanización de la plaza coincidirá con las procesiones y también con el Carnaval
Martín Vila asegura que cuando se adjudique el proyecto se decidirá cómo ejecutarlo con vecinos, comerciantes y hosteleros
La Semana Santa del próximo año ha comenzado ya a organizarse en cuanto a horarios de carrera oficial se refiere. Pero el desarrollo final de los desfiles procesionales puede sufrir un drástico cambio que depende de la futura tramitación de la obra de reurbanización de la Plaza de Candelaria. Ha sido el Partido Popular quien ha alertado de que esta obra, financiada con los fondos europeos Next Generation, se va a desarrollar en conjunto (es decir, sin división en fases) a partir de diciembre y hasta septiembre del próximo año, lo que afectaría de lleno al desarrollo de la Semana Santa y también a los actos de la semana de Carnaval y a la campaña de Navidad.
Conviene recordar, en este punto, que la Semana Santa de Cádiz tiene establecida la Plaza de Candelaria como parte de la carrera oficial, que discurre desde la calle Nueva hasta mitad de la calle Novena -aunque el Consejo de Hermandades pretende adelantar ese final este año a la Plaza del Palillero-. Por tanto, si en esa fecha la plaza está en obras y no se permite el tránsito, las hermandades tendrán que decidir otro itinerario conjunto para 2023. Y más allá de eso, la ‘clausura’ de Candelaria al paso de cofradías provocaría graves problemas para no pocas hermandades que tienen esta plaza como tránsito más lógico desde Catedral a sus templos; principalmente las de San Francisco, San Antonio, San Pablo o el Carmen, por citar algunos ejemplos.
El Ayuntamiento ha informado de que la obra de reurbanización de la plaza está a punto de salir a licitación por tercera vez, después de que en los dos procesos anteriores no haya concurrido ninguna empresa interesada. De hecho, se pretende que este mismo viernes apruebe la nueva licitación la Junta de Gobierno Local, que en caso contrario aprobaría el expediente la próxima semana. Para ello, se ha tenido que aumentar la dotación presupuestaria del proyecto en 200.000 euros (de un presupuesto inicial de 681.709,79 euros a los que había que sumar el 21% de IVA), debido al incremento del coste de los materiales en estos últimos meses, que ha motivado que los procesos anteriores hayan sido declarados desiertos.
El concejal de Urbanismo, Martín Vila, ha asegurado respecto a esta obra que será una vez que haya adjudicatario de la misma cuando se determine el modo en ejecutarla y se estudien los posibles escenarios que se puedan dar para fasearla o no. Una decisión, además, que no tomará el área de Urbanismo ni el equipo de gobierno en solitario, sino que se adoptará en una reunión que se convocará con vecinos, comerciantes y hosteleros; y a la que también han pedido asistencia las hermandades de penitencia.
De este modo, se buscaría el mejor calendario de obras posible teniendo en cuenta las fiestas señaladas y con más incidencia en esta plaza, para plantear las distintas opciones. Una de ellas, por ejemplo, sería que las cofradías pudieran transitar por el lado de la plaza que actualmente no se utiliza en Semana Santa (saliendo de Santiago hacia la izquierda y llegando a Montañés por el frente de la plaza ya reurbanizado, desde la esquina de Sacramento hasta Montañés).
La clave para esta decisión respecto al modo de ejecutar la obra es el plazo que de por sí tiene la obra (nueve meses) y de la fecha máxima que los fondos Next Generation establece para culminar los proyectos financiados (el 31 de diciembre de 2023). Serán estos dos límites, en definitiva, los que marquen el devenir de una obra que todavía no ha sido licitada y que cuenta ya con dos concursos desiertos a sus espaldas, que han motivado también un inesperado retraso en su ejecución.
Martín Vila es consciente de los problemas que puede ocasionar la obra en la Semana Santa o en el Carnaval pero recuerda que es una actuación necesaria dado el estado actual de la plaza. “Toda obra tiene inconvenientes y perjuicios, pero creo que todos estamos de acuerdo en que es una actuación necesaria, que va a permitir mejorar la zona, eliminar las barreras o actualizar todos los saneamientos”, traslada el concejal.
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