Capitanía Marítima ve inviable el parque eólico marino de Cádiz en un informe vinculante

Polémico proyecto energético

El órgano competente en tráfico y seguridad marítima alega que la planta crearía una barrera para los grandes buques que llegan de poniente

Al norte los aerogeneradores cerrarían el paso a los barcos provocando situaciones de riesgo para las pequeñas embarcaciones

Tres de los molinos gigantes invadirían el fondeadero del puerto y el cable de conexión a tierra atravesaría gran parte del fondeadero, inhabilitándolo

La conducción eléctrica impediría los dragados de mantenimiento necesarios para garantizar el acceso a la dársena comercial, la Zona Franca y los Astilleros

La planta invadiría parte del fondeadero del Puerto de Cádiz y reduciría la canal de navegación, impidiendo maniobrar a grandes buques.
La planta invadiría parte del fondeadero del Puerto de Cádiz y reduciría la canal de navegación, impidiendo maniobrar a grandes buques. / Departamento De Infografía
Juan Marqués

23 de febrero 2022 - 06:00

Cádiz/El parque eólico marino que promueve una empresa a cuatro kilómetros de la playa de La Costilla de Rota y a seis de La Caleta, en la capital gaditana, en aguas de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), al pie de su canal de acceso, crearía una barrera para los buques que entran de poniente. Además, la planta reduciría el canal de navegación al norte, de manera que cerraría el paso a barcos de cierto porte, generando un riesgo para la navegación de las embarcaciones menores. Para colmo, tres de los 18 aerogeneradores invadirían parte del fondeadero del puerto, hasta el punto de inhabilitarlo. Y el trazado del cable de conexión a tierra sería incompatible con los dragados de mantenimiento necesarios para garantizar el acceso a la dársena comercial, Zona Franca y los Astilleros.

Estas son las principales conclusiones que se desprenden de un informe absolutamente desfavorable al anteproyecto emitido por la Capitanía Marítima, al que ha tenido acceso Diario de Cádiz. El documento resulta del todo vinculante, es decir, de obligado cumplimiento por parte de la APBC, en tanto que es la Capitanía Marítima, dependiente de la Dirección General de la Marina Mercante, el organismo con competencias en materia de ordenación general de la navegación marítima y de la flota civil, a excepción de las que correspondan al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Entre las competencias del capitán marítimo están las de determinar por razones de seguridad marítima las zonas de fondeo y maniobra en aguas bajo jurisdicción española y la intervención en la determinación de las condiciones de los canales de entrada y salida de los puertos.

El informe, firmado ayer mismo por el capitán marítimo de Cádiz, se ha elaborado previa consulta con el Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Cádiz y de la Corporación de Prácticos SLU, que también ha presentado un informe desfavorable, tal y como adelantó este periódico en su momento.

En el documento se constata que “la disposición del parque eólico propuesto crea una barrera a los buques que provienen de poniente, siendo esta la recalada natural y más segura al Puerto de la Bahía de Cádiz”. Se asegura que “todo este tráfico se vería obligado a recalar desde el suroeste, en tránsitos que, dejando el suficiente resguardo a los aerogeneradores situados más al sur, serían dificultosos, cuando no arriesgados, en condiciones adversas de vientos soplando de levante o de los sectores oeste y suroeste, así como en condiciones de mar de fondo y onda larga de poniente”.

Además se expone que “teniendo como referencia la boya de recalada, la presencia del parque reduce el arco de rumbos de entrada al puerto de los 115 grados actuales a 59 grados, aproximadamente, sector que se reduciría aún más si considerásemos los necesarios márgenes de resguardo a los aerogeneradores y, más todavía, los necesarios entre dicho canal de navegación respecto a los bajos en las inmediaciones del Castillo de San Sebastián”, situado en un espigón de la playa de La Caleta .

“Esta disminución de las aguas navegables, con el consiguiente aumento de la densidad de tráficos de toda naturaleza –añade el documento– lleva a considerar, particularmente, los riesgos generados en semejantes escenarios por la capacidad de maniobra (curva de evolución y distancia de parada, entre otras características) de determinados tipos de buques, limitados por sus grandes dimensiones, principalmente eslora y calado, cuya presencia en el Puerto de la Bahía de Cádiz es ya habitual y se prevé a corto plazo”. Resulta obvio que, fundamentalmente, el documento se refiere a los grandes cruceros que desde hace unos años recalan en los muelles contiguos al casco urbano gaditano, pero también a los mercantes que descargan en el Bajo de la Cabezuela.

Por otro lado, “debe tenerse en cuenta que, al recalar desde el suroeste, la boya de recalada y las demás que balizan la canal quedan considerablemente ocultadas tanto por la mezcla de verdes y rojas –alternadas desde ese punto de vista– como, en navegación nocturna, por la densidad lumínica de los núcleos de población”, se explica en el informe. “Este fenómeno es fácilmente evitable en la actualidad, aproximándose a la canal desde el oeste, opción que quedaría imposibilitada con la presencia del parque”, aclara.

De esta manera, “el único paso al norte del campo eólico quedaría limitado a un canal libre de apenas mil metros (sin considerar el margen de resguardo), entre la posición del aerogenerador A13 y la boya del bajo de El Quemado. En la práctica, esto significa cerrar dicho paso para los buques de cierto porte y generar un riesgo para la navegación de los menores, en una zona donde se da, al menos en la temporada estival, una alta concentración de tráfico de embarcaciones de recreo”.

Por si fueran pocos los obstáculos que plantea la ubicación propuesta para el parque eólico a todo lo anterior Capitanía añade que “los aerogeneradores A1, A2 y A3 invaden parte del fondeadero del Puerto de la Bahía de Cádiz”.

Por último, en relación al recorrido del cable de conexión a tierra de la planta se constata que “atraviesa una gran parte del fondeadero del Puerto de la Bahía de Cádiz, inhabilitándolo”. Además, su trazado una vez fuera de allí cruza “zonas sujetas a frecuentes dragados de mantenimiento como son la propia canal de entrada al puerto y los accesos a las instalaciones portuarias que se encuentran en la ciudad de Cádiz: a la dársena comercial, a la nueva terminal de contenedores, a los Astilleros de Cádiz y a la Zona Franca”, entre otras.

El cable, para más inri, discurriría por “zonas susceptibles de inevitable fondeo de anclas, al tratarse de zonas dedicadas a la maniobra de buques y sobre las que, por tanto, en ningún caso sería factible imponer la prohibición de fondear”, se agrega.

En el informe también se apunta que “deberían estudiarse posibles efectos tales como interferencias y zonas de sombra que pudieran generarse en los equipos de radar de los buques, VHF, AIS, radiogoniómetros y otros, tanto de los buques como de los servicios de Salvamento y Control del Tráfico Marítimo en tierra y proponerse las correspondientes soluciones”.

Capitanía Marítima no cree necesario pronunciarse sobre el balizamiento del parque, si bien recalca que en el proyecto no incluye propuesta alguna al respecto.

El organismo dependiente de la Dirección General de la Marina Mercante y competente en ordenación del tráfico de buques y en garantizar la seguridad marítima concluye que “informa desfavorablemente” sobre el proyecto presentado por la empresa Bahía de Plata Real State 2017 ante la APBC, “sin que este pronunciamiento signifique prejuzgar futuras iniciativas de análoga naturaleza pero diferente disposición”.

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