El Carnaval pone de pie al Liceo
Carnaval de Cádiz
Más de 2.000 espectadores vuelven a vibrar con las coplas gaditanas levantándose de sus asientos en numerosas ocasiones durante toda la gala
Acabó la sorpresa del primer año, pero no así el encanto. Pasión y risas. Nostalgia de andaluces que cargan las pilas, que huelen su tierra desde la distancia, que pasean por las calles de Cádiz de forma imaginaria en cuatro horas de espectáculo. Y todo gracias a que Andacat lleva al Liceo de Barcelona desde 2017 lo mejor del Concurso del Falla. Esta vez volvían a agitarse todos los exitosos ingredientes en la coctelera para cerrar la tercera edición. De nuevo, 2.500 personas entregadas a la causa gaditana en el imponente espacio escénico de la Ciudad Condal.
Manolo Casal y Modesto Barragán, como el día anterior en Zaragoza, iniciaban la presentación de la gala anunciando la ausencia por enfermedad de Manolo Santander, lo que provocó un sonoro “ooooohhh” de decepción en el público. Se invertía el orden de actuación del espectáculo en tierras mañas para que comenzara la comparsa ‘La gaditaníssima’. La respuesta del público con la presentación no hizo más que adelantar lo que vendría después con todo el repertorio de los de Juan Carlos Aragón y el resto de agrupaciones. En el segundo pasodoble ya estaba la gente en pie. Los estribillos, coreados. Y el ¡qué bonito está mi Cai! entre copla y copla. Desprendidos de gorros y casacas, los comparsistas acometían tras el popurrí temas de ‘Los condenaos’,‘Los comparsistas se las dan de artistas’, ‘Los mafiosos’ y ‘Los peregrinos’, cuyo credo gaditano provocó la mística experiencia de dos millares de personas rezando a Cádiz y a su Carnaval. Todo el Liceo de pie. Como escarpias, que se suele decir.
Sin tregua el respetable acompañaba a los presentadores en el recuerdo de algunos estribillos del Love, que salía inmediatamente a escena con su grupo antológico rememorando con los disfraces una trayectoria de 35 años de coplas. Los espectadores ofrecían continuos guiños a los chirigoteros, conocedores de sus más míticas coplas como el pasodoble de ‘Una chirigota con clase’ a los Reyes Magos. Tanto es así que cantaron junto a la chirigota el cuplé de ‘Los juancojones’ que empieza “En donde yo mejor me lo pasé”. “Love no te vayas, Love quédate”, se cantaba. Tuvo que aclarar que le era imposible porque salía el tren para Cádiz muy temprano en la mañana del lunes. El grupo cantó el pasodoble de ‘Las momias’ que recuerda donde nació para gloria del Carnaval esta chirigota: Puntales. Cupletina extensa de ‘Los prejubilaos’ como antesala de dos cuplés de ‘Ojú ya saltó el levante’. Llegó la emoción con un pasodoble de este año, de ‘Los cachitopan’, que dedicaron al gran líder de este grupo, el recordado Manolo Cornejo, “que lo hubiese pasado aquí de maravilla”, según palabras de Chico Cornejo. Y de nuevo, el público levantado coreando “¡Don Adolfo!”. Apoteosis final en forma de pureta del Caribe para marcharse.
A escena la comparsa de David Márquez ‘Carapapa’, ‘El marqués de Cádiz’, el marqués de la Tacita. El autor cogía el micrófono para expresar el orgullo de la agrupación por cantar en tan prestigioso espacio escénico, “algo impensable hace algunos años”. Acabado el primer pasodoble el público hizo la ola y con el segundo, levantamiento generalizado para aplaudir una letra que pide a Andalucía despertar ante el avance de la derecha, visto lo visto en las últimas elecciones autonómicas. Arte puro cuando desde las localidades gritaron al director “¡Tú eres catalán!”. Después del popurrí, muy aplaudido, no acababa el repertorio de la segunda comparsa de la tarde-noche. Anunciada la interpretación de ‘Los duendes coloraos’, aquella comparsa que los Carapapas montaron en 15 días, se escuchó un “¡No se puede escribir mejor!”. David Márquez presentó un pasodoble “que es de lo mejor que hemos escrito mi hermano y yo”. El de ‘Los ángeles de la guarda’ dedicado a Xavi, un niño que fue víctima mortal del atentado en la Rambla de Barcelona, muy cerca del Liceo. Horas antes, la comparsa había cantado en la calle esta copla al padre del pequeño. Momentazo. Dentro, ovación prolongada de un minuto. Tremendo. Despedida, sin micrófonos, con pasodoble a Canal Sur y sus 30 años emitiendo el Carnaval de Cádiz. Salieron a escena Casal, Barragán y Joaquín Durán, junto al presidente de Andacat, Paco Flores. Fue entonces cuando Andacat regaló una tarta de cumpleaños a la RTVA.
La chirigota ‘La maldición de la lapa negra’ cerraba la gala arropada por el cariño del público, que animaba a distancia a Manolo Santander. Carlitos Pérez en el papel que hasta ahora venía encarnando su padre carnavalesco tomaba el mando de los pescados caleteros. Tras los primeros pasodobles, cuplés con estribillo coreado por el público y copla al esfuerzo de los padres que se han esforzado porque sus hijos estudien una carrera sin másteres regalados. Un celebrado chiste de Pérez, verde oscuro, dio paso al popurrí. Luego, otro de los momentos especiales de la gala. La chirigota interpretaba el pasodoble que estrenó en la final del COAC 2019 dedicado a Santander y su dolencia. La copla estremeció al auditorio, que brindó al grupo, puesto en pie, otra de las grandes, y prolongadas, ovaciones de la jornada. Como no podía ser de otra forma, el demandado pasodoble al Cádiz tras dos cuplés de ‘Una especie en extinción (los chirigoteros)’. Y hubo sorpresa. La copla más cadista fue interpretada por los componentes de las cuatro agrupaciones y por el público, entregado como lo estuvo desde el minuto uno. Memorable, de nuevo, el espectáculo, capaz de poner los vellos de punta sin descanso alguno.
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