La Casa de Iberoamérica se convierte en un gran museo
Cádiz
La antigua Cárcel Real se transformará en un centro para las grandes colecciones municipales para reforzar el edificio
Cádiz/El acuerdo entre el Ayuntamiento de Cádiz y la Universidad para potenciar el Campus de la capital va a tener un efecto colateral positivo para uno de los equipamientos municipales más relevantes de la ciudad y que desde hace unos años había entrado en una evidente decadencia: la Cárcel Real, constituida desde 2010 como la Casa de Iberoamérica.
El proyecto en el que está trabajando ya el Ayuntamiento de Cádiz, para así poder dejar vacío cuanto antes el Centro Reina Sofía, supone convertir a la vieja Cárcel Real en un gran Museo de Arte. Será una especie de Museo de las Colecciones Municipales, pues sus salas acogerán esas colecciones que hoy están mal expuestas en otros equipamientos, especialmente en el propio Reina Sofía, o simplemente permanecen ocultas al gran público por falta de un espacio adecuado.
El objetivo del gobierno de José María González es potenciar al máximo la Cárcel Real, tras una larga decadencia, y unir su potencial cultural al cercano frente de la Puerta de Tierra, que también se pretende reforzar, y la cercanía de otros espacios culturales e históricos de gran relevancia, como son el Teatro Romano, la Casa del Obispo y Entrecatedrales y las dos catedrales.
La intención es aprovechar al máximo toda la superficie de este equipamiento, perfectamente rehabilitado en 2010 por el gobierno de Teófila Martínez. De esta forma, se pretende eliminar al máximo el elevado número de oficinas que se mantienen abiertas en su interior y que en su mayoría se trasladarán al centro que se abra en el actual Rectorado de la calle Ancha. La Cárcel Real será así un centro cultural puro y duro de máximo nivel.
Esa apuesta por el espacio permitirá dar amplitud a la colección de Juan Luis Vasallo, hoy muy limitada en el Reina Sofía. Son 140 obras, entre ellas Gades, Niña de la Piedra y la Bañista descansando, junto a una veintena de dibujos originales y una exposición de su taller de trabajo.
De la misma forma se contarán con salas adecuadas para presentar el legado de la familia Arámburu, con 86 grabados, retratos, miniaturas al óleo, escenas campestres, religiosas y pinturas costumbristas de los siglos XIX y XX y algunas de Abárzuza, Godoy y Prieto.
En el nuevo Museo se mantendrá, previsiblemente, la colección de Cornelis Zitman y se reubicarán las excepcionales bibliotecas de la Academia Hispano Americana y del Ateneo de Cádiz.
Todo este renovado espacio expositivo se completará con otras colecciones municipales y otras de carácter privado con las que se puedan llegar a acuerdos de cesión, como pasó con las familias de Vasallo y Arámburu.
Además, el Ayuntamiento mantiene en el Archivo Histórico Municipal un espectacular catálogo de carteles de diversos eventos celebrados en la ciudad durante más de un siglo. Sobresalen por su colorido los confeccionados fundamentalmente en las décadas de los 40 y 50 del pasado siglo dedicados a la promoción de las playas de la ciudad, además de los de Carnaval, Corpus o la Semana Santa. Todo ello junto a una extensa colección de planos y mapas de distintos proyectos ciudadanos, muchos de ellos nunca ejecutados.
La ciudad adolece también de un espacio expositivo dedicado a su importante legado fotográfico. Además de las colecciones públicas (el Museo de Cádiz compró hace unos años la de Ramón Muñoz, con imágenes de las primeras décadas del siglo XX), hay numerosas familias gaditanas que guardan décadas de fotografías de la ciudad.
El Ayuntamiento está realizando actualmente mediciones en las salas para adaptarlas a su nueva función ya que la puesta en marcha de esta operación debe ir sincronizada con las mudanza a realizar en el Centro Reina Sofía y en el Rectorado de la calle Ancha.
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