Casimiro Mantell, candidato a rector de la UCA: "Nuestro problema de urgencia se llama Ciencias de la Educación, no Valcárcel"
Elecciones en la Universidad de Cádiz
"Si la solución pasa por el traslado a Cádiz, bienvenida sea, pero habrá que garantizar que será para mejorar las titulaciones que allí se imparten"
"No podemos meter a 3.000 estudiantes en una zona donde no se asegure el transporte, el alojamiento y las instalaciones de las que dispone Ciencias del Deporte en Puerto Real"
"Alumnos de Ingeniería se ven obligados a llegar hasta la estación de tren de Las Aletas andando de noche por un parque natural. Si eso no lo arregla la Administración, lo haremos nosotros"
María Mosquera, candidata a rectora de la UCA: "No me gustaría renunciar a Valcárcel, pero necesitamos conocer el proyecto"
Casimiro Mantell y María Mosquera presentan sus candidaturas al Rectorado de la Universidad de Cádiz
–¿Qué lleva a un catedrático, en el culmen de su carrera académica, a presentarse a rector?
–Nosotros desarrollamos nuestra actividad en la Universidad. Nuestra casa es la Universidad de Cádiz. Y desempeñando un cargo o no, trabajo en la Universidad de Cádiz. Soy profesor y tengo mi grupo de investigación. Y como esté funcionando la Universidad de Cádiz nos afecta, nos afecta a todos. Yo soy de los de los pesados, de los protestones, de los que nos gusta que nuestra Universidad funcione y por eso me planteo presentarme de nuevo a rector. La otra vez también fue por la misma razón: tienes unas ideas y en un momento dado tienes un grupo de compañeros que te acompañan y das el paso. Por eso estuve cuatro años de Vicerrector de Investigación con Eduardo González Mazo. Estos cuatro he estado en mi despacho, dando clases con mi grupo de investigación. Y cuando hace un año más o menos vi que el actual rector no iba a continuar, porque me lo dejó ver en una reunión, reuní a la gente que llevaba en mi equipo en el anterior mandato, hablé con compañeros que nos apoyaron la otra vez y como la respuesta fue bastante positiva, pues para adelante.
–¿Tiene el rector alguna asignación económica extra?
–Pues no sabría. Además, ahora tenemos la modificación de la LOSU (Ley Orgánica del Sistma Universitario), que te indica las horas de clase que tiene que dar un profesor. Esas horas de clase se pueden modificar por el hecho de ejercer cargos unipersonales, no sólo de rector, sino de vicerrector o de director. Modifican la docencia que da el rector y creo que está eximido de dar docencia, con lo cual entiendo que no es un privilegio. Porque para mí es realmente es una pena. Me encanta dar clase y que el rector deje dar clase, verdaderamente me preocupa. Me gustaría mantener alguna docencia. Si hay algún complemento salarial, sinceramente, no lo sé.
–¿Ve positivo que sean dos los candidatos?
–No es la tendencia habitual. Si miramos a la Universidad de Jaén, creo que allí se han presentado seis. En Málaga creo que se han presentado cuatro. En Granada creo que también eran más de dos. La tendencia es que se presenten varias candidaturas. Aquí tenemos una costumbre, que no la tienen en otras universidades, y es que normalmente el candidato va con su equipo completo prácticamente en la candidatura. Eso hace que en una universidad como la de Cádiz, que tampoco es excesivamente grande, montar una candidatura no sea relativamente fácil. Por lo tanto entiendo que es difícil montar una candidatura y que la consecuencia lógica es que vayan dos. Pero tampoco tengo una opinión sobre que haya mucha o pocas candidaturas. Creo que lo importante es que haya varias para que se contraten los distintos discursos, los distintos modelos de universidades. En cualquier caso, es cierto que en las elecciones lo que se elige es al rector. En Jaén, por ejemplo, creo que tienen costumbre de no de no presentar el equipo. Entonces, claro, en una universidad que es prácticamente la mitad de la de Cádiz, pueden surgir seis candidaturas. Tiene su lógica. El rector se suele presentar con un equipo y después, a lo largo de los años, va habiendo cambios y realmente quien siempre se mantiene es el rector.
–¿Qué opinión le merece la situación actual de la UCA?
–La pandemia parece que fue hace mucho tiempo, pero prácticamente acabamos de salir de ella. Eso ha cambiado un poco cómo entiende la sociedad el mundo. Nos estamos encontrando que, por ejemplo, está bajando mucho la presencia de los estudiantes en los campus. Falta vida universitaria y eso ha pasado después de la pandemia porque la gente se ha acostumbrado a vivir y convivir más en sus casas que a estar mucho más en la universidad. Eso tenemos que recuperarlo. También, en la Universidad de Cádiz, el hecho de que haya habido una pandemia y un rector que en un momento ha decidido no dar continuidad a su mandato ha hecho que haya cierto parón en la comunidad universitaria. Yo creo que ahora mismo llevamos incluso varios meses en donde el equipo de gobierno está en funciones y la universidad está un poco aletargada. Hay que reactivarla. A nivel andaluz, traslado mi preocupación por las universidades privadas, algo que me preocupa especialmente. Acabo de tener una reunión con compañeros y me han preguntado en varias entrevistas por mi opinión sobre las universidades públicas o privadas. Yo creo que tenemos que defender a muerte la universidad pública y vemos con preocupación que están surgiendo universidades privadas en el entorno andaluz y creemos que es importante que se garantice la calidad de las universidades. Por lo que he leído los informes de los rectores y no se les están pidiendo las mismas exigencias a la universidad pública que a las privadas.
–¿Qué le parece la gestión del actual rector en funciones?
–Primero, máximo respeto, cariño y devoción a una persona que se presenta rector y que ha estado rector de nuestra universidad. Eso es lo primero. Porque la dedicación siempre es más allá de lo que se puede hacer, porque lo que te pide la universidad suele ser mucho. Dicho esto, si quisiésemos comparar, tendría que comparar con otro rector que haya tenido que enfrentarse a una pandemia. Y no lo hay. El actual rector ha tenido una de las circunstancias más insólitas que ha tenido la Universidad española en los últimos no sé si 50 o 100 años. No es comparable. No me hubiera gustado estar en su pellejo. Es una situación muy complicada de resolver. El otro día estuve hablando con él y me dijo que lo pasó muy mal porque había compañeros que estaban en las UCIs, que algunos no sabían si iban a salir para adelante o no... por lo tanto, es difícil de comparar. Sí que puedo a lo mejor criticar que no haya planteado darle continuidad. Yo pensé que iba a seguir otros cuatro años más, sobre todo después de haber tenido la pandemia. Pero supongo que tendrá sus cuestiones personales y su lógica personal.
–¿Y la gestión de sus predecesores?
–Podemos hacer la historia desde el principio de la Universidad... Yo formé parte del equipo de gobierno anterior, con el rector González Mazo. Y su predecesor, Diego Sales, fue profesor mío, me dio clase y era compañero mío de departamento. Insisto: cualquier persona que se presenta y que dedica tantos años a la gestión universitaria en el cargo de rector merece mi máximo reconocimiento. Y sí que es verdad que todos los rectores que ha tenido la universidad han ido aportando algo. Es una cosa que me hace darle muchas vueltas: si yo me presento a rector, qué es lo que yo quiero hacer en la universidad, para qué quiero en un momento dado presentarme. Vas analizando la historia de la Universidad y ves que, Mariano Peñalver, son los orígenes; Romero Palanco, plantea el mapa de titulaciones y un poco la definición de la Universidad; Guillermo Martínez Massanet podríamos asociarlo a la creación de los campus, la estructura de este campus de Puerto Real se plantea con él. El de Jerez, también. Diego Sales, cuando entra en el Rectorado moderniza mucho la Universidad, entra en un planteamiento en donde se incluye, por ejemplo, el BOUCA, que no teníamos un Boletín Oficial de la la Universidad en Cádiz, se digitaliza la docencia, empieza a meterse en el campus virtual, la nueva forma de comunicación, con los Tavira; Gonzalo Mazo llega y quizá su proyecto estrella es todo lo relacionado con el CEI-MAR [Campus de Excelencia Internacional Global del Mar] y la SEA-EU [la Universidad Europea de los Mares, que lidera la UCA]. Y Paco Piniella ha desarrollado algún tipo de política muy vinculada al tema de igualdad. El proyecto SEA-EU se ha reforzado. Pero sí que es verdad que si a cuatro años le quitas dos años de gestión, difícilmente puede haber hecho muchas más cosas porque porque prácticamente no tenía tiempo material. Estamos comparando rectores que han estado ocho años con un rector que ha estado cuatro con una pandemia de dos años dentro.
–¿Qué necesita con más urgencia la UCA?
–Como he comentado, hace 20 años se modernizó la Universidad, se incluyó el Tavira como medio de comunicación, los buzones de atención al usuario, los Centros de Atención al Usuario digitalizados. Bueno, pues siguen estando igual. Claro, una herramienta de comunicación de hace 20 años, pues está ya totalmente obsoleta. Una de las cosas en las que yo creo que tenemos que centrarnos es en la modernización de la Universidad y en su actualización. Estamos en una universidad que está haciendo mucho esfuerzo en temas de digitalización de los procedimientos, pero queda un camino enorme por hacer. Es decir, el usuario sí se enfrenta a poder entrar a un papel a través de herramientas digitales, pero la administración que está detrás todavía está en una parte muy importante analógica. Tenemos que modificar nuestros estatutos y tenemos que hacer unos estatutos modernos. Tenemos que cambiar toda la normativa de la universidad porque ha cambiado la ley. Ha cambiado la LOU, que encorsetaba más a las universidades, por la LOSU, que te deja más posibilidades para decidir. La Universidad de Cádiz podríamos decir que ha modificado dos veces sus estatutos: en su origen y con la LOU. Ahora con la LOSU hay que volver a hacerlo. Se trata de definir nuevamente qué queremos que sea la Universidad. Nosotros pretendemos definir unos estatutos muy suaves, con muy poco articulado, que sean muy flexibles, que simplemente nos obliguen a adaptarnos a la LOSU para que después tengamos hacer un desarrollo normativo que sea muchísimo más fácil de cambiar cuando haya algún cambio en el marco nacional. Eso lo que nos da es flexibilidad y posibilidades de avanzar de forma más rápida. Para que nos hagamos una idea, es como si tuviéramos que cambiar la Constitución. Eso es para nosotros cambiar nuestro reglamento marco, que son nuestros estatutos. Y eso hay que hacerlo antes de abril de 2025. Queda un año y medio. Pero el otro día me contaron que para la modificación de los estatutos actuales tuvieron que hacer un claustro que duró varios días porque hay que discutir artículos por artículo, y eso no requiere una negociación con comisiones o subcomisiones. Eso es lo que tenemos que hacer el año que viene. Pero eso no es lo más urgente. La LOSU también te plantea un cambio de figura de profesorado. Tenemos profesorado actualmente con una figura que está asociada a la Ley Orgánica de Universidades de hace 20 años y la LOSU ha definido nuevas figuras de profesorado. Hasta que nosotros no adaptemos a nuestro reglamento las nuevas figuras de profesorado no podemos contratar a nadie. Y tenemos profesorado que está pendiente de estabilización. Por lo tanto, la urgencia es sacar un reglamento que probablemente tenga que ser provisional hasta que hagamos la modificación de nuestros estatutos, pero un reglamento que nos adapte a las nuevas figuras. De hecho, en una de las reuniones que hemos tenido con los sindicatos les hemos dicho que lo principal y lo más urgente es sacar ese reglamento para poder continuar con las contrataciones de profesorado y los planes de estabilización. La LOSU nos dice que tenemos que tener un máximo de interinidad del 8%. Eso en nuestra plantilla, sería tener un máximo de 90 profesores interinos. Ahora tenemos 270. Podrá imaginarse cuál es el reto...
–¿Cuáles son los objetivos fundamentales de su programa electoral?
–En nuestra candidatura los estamos simplificando en tres pilares. Uno ya lo hemos comentado, que es la modernización, no una modernización solo desde el punto de vista de digitalización. Hemos hablado de que nuestros estatutos también tienen que ser modernos, flexibles, que sean fácilmente adaptables al marco que vayamos teniendo. En cuanto a la forma de gobierno, estamos muy acostumbrados a trabajar con planificaciones estratégicas, planes estratégicos que se van haciendo con el método clásico y actualmente lo que se está llevando es un modelo de dirección estratégica integrada en el Consejo de Gobierno. Nosotros no llevamos un delegado de planificación estratégica, sino que llevamos la dirección estratégica integrada dentro de un Vicerrectorado de Sostenibilidad y Responsabilidad Social y Cultural en donde queremos incluir también toda la parte económica. Es decir, una modernización, no sólo en los procedimientos, sino en la forma de gobernar y en la forma de entender a nuestros trabajadores. Por ejemplo, tenemos que sacar un reglamento de teletrabajo que sirva a nuestros trabajadores. La mayor parte de las empresa e instituciones tienen mecanismos para que teletrabajen y nosotros hemos sacado un reglamento de teletrabajo que no satisface en nuestros trabajadores. Dicen que no lo pueden aplicar, que no les sirve. Es un reglamento en donde tú te inscribes y desde ese momento, teletrabajas. Y hay trabajadores que dicen que no es que quieran obligatoriamente teletrabajar, sino que tengan esa posibilidad y que puedan compatibilizarla con el trabajo presencial. Esa es la parte de modernización. El segundo pilar, que que creo que también es bastante importante y está asociado a las necesidades que va teniendo nuestra sociedad, es la de mejorar el bienestar de la comunidad universitaria. Tenemos un Vicerrectorado específico de Bienestar. Le hemos llamado de Ciencias de la Salud y el Bienestar, porque lo llevaría una persona que es una profesora vinculada a ese campo, que es médico del hospital, en donde incorporamos todos los aspectos relacionados con la salud psicológica. Tenemos un Servicio de Atención Psicopedagógica con dos personas para atender una comunidad de 25.000 personas. Está totalmente desbordado. No están dando atención, para empezar, a los estudiantes. Y no tenemos incluida la atención a los trabajadores. Eso lo tenemos que cambiar. El tema de prevención de riesgos laborales, los planes de autoprotección... me dicen que los planes de autoprotección de los centros son de hace de más de 20 años. Los tenemos que actualizar. Tenemos que mejorar las condiciones de los puestos de trabajo, porque hay verdaderos problemas en algunos edificios que no tienen sistema de climatización. Estamos hablando de bienestar de la comunidad universitaria y hay gente que está cogiendo resfriados porque no funcionan los aires acondicionados; se les apagan y pasan frío en invierno y un calor tremendo en verano. En Jerez no se puede estar sin aire acondicionado. En Cádiz hay veces que abres la ventana, pero depende de a donde esté orientada. Si estás frente a La Caleta, bien, pero como los cristales den hacia el otro lado y estén en la última planta, pueden darse unas temperaturas insoportables. Eso hay que cambiarlo. La última pata es la internacionalización. Tenemos ahora mismo una de las grandes oportunidades, que es el proyecto SEA-EU, el de la Universidad Europea de los Mares, que lo lidera la Universidad de Cádiz, un proyecto que se consiguió hace cinco o seis años. Yo estaba en el equipo de gobierno que lo consiguió. Es un proyecto que se ha reforzado en los últimos años. Se ha incorporado más dinero, pero es un proyecto que no está integrado ahora mismo en toda la comunidad universitaria; la gente no lo hace como suyo. Y el reto nuestro es que ahora de repente empiece a toda la comunidad universitaria a entender que ese proyecto va a beneficiar a la universidad. Internacionalización, no sólo por ese proyecto, sino por situar a la Universidad de Cádiz en el mapa. Me contaba el otro día personal del Área de Internacionalización que iban a otras universidades extranjeras, presentaban la Universidad de Cádiz, veían el potencial que tenía, había interés, pero nos preguntaban que cuantas titulaciones estábamos impartiendo en inglés. Bueno, ahí tenemos un problema. Ahí tenemos que mejorar el número de titulaciones, de asignaturas que se imparten en inglés porque tenemos que empezar a buscar estudiantes que no solo sean de la provincia. Está bajando mucho la natalidad y tenemos que buscar estudiantes fuera de la provincia. Ese es el reto que tenemos en los próximos años: poner la Universidad de Cádiz en el mapa y que sea un foco de atracción de estudiantes internacionales. La Universidad y la provincia de Cádiz tienen un potencial maravilloso, cultural, gastronómico, de clima; es un sitio magnífico para estudiar. Y la Universidad de Cádiz tiene que dar una oferta de esos estudiantes que tengan que venir aquí.
–¿Qué promete a todos y cada uno de los estamentos universitarios?
–A todos siempre prometo el compromiso. Y la lealtad a un programa que hemos publicado hoy [por el viernes] y que creemos que es bastante ambicioso. Sólo el programa para el PTGAS creo que incluye unas 50 medidas. Pero me voy a centrar, por ejemplo en el teletrabajo. Creo que es importante lo que están demandando porque se sienten de alguna forma engañados. Salió un reglamento determinado y cuando han visto que no les resuelve la situación, pues están bastante molestos con eso. Yo creo que que esa es la medida. En el profesorado me gusta hablar de la precariedad de los profesores, que tenemos más de 270 interinos que no dejan de ser profesores, con un contrato precario. Interinos que están cobrando entre 900 y 1.000 euros para dar cerca de 240 horas al año. Son los que más clases dan y los que menos cobran y según contrato totalmente precario y sin posibilidad de continuar. Y la ley lo que nos está diciendo es que eso lo tenemos que reducir al 8%. De 270 a 90. Yo creo que ahí está el compromiso de resolver eso de la forma más favorable para los que ya están, porque hay algunos que llevan muchos años dando esas clases y necesitan ver alguna salida. Y para los estudiantes tenemos un programa muy ambicioso. Estamos hablando de dos aspectos: uno de ellos es el hablar de "La Universidad: tu casa". Tenemos que cambiar el concepto de universidad, porque el concepto de estudiante ha cambiado. Tenemos modelos de Universidad que es todo hormigón. Aquí [en el campus de Puerto Real] tenemos alguna zona verde, pero en algunos otros campus escasean. Tenemos que encontrar entornos en donde los estudiantes estén a gusto y vengan a la universidad, no sólo a recibir sus clases, sino a pasar el rato: el concepto de Casa del Estudiante, de universidad abierta de universidad, con espacios de ocio. De universidad donde yo termino la carrera y vuelvo a mi universidad a formarme. He leído por ahí algún artículo en alguna universidad que se está desarrollando a nivel internacional en donde hablan de que ya no tenemos que diseñar grados de cuatro años, sino que tenemos que diseñar títulos de 60 años, en donde una persona termine y haya una oferta formativa para que vayan volviendo a la universidad a realizarla. Tenemos que preocuparnos por las tasas de éxito que están teniendo los estudiantes, que son bajas. Tienen problemas para superar algunas asignaturas. Tenemos que ver qué está pasando el Trabajo Fin de Grado, que está generando muchos problemas. Está alargando mucho la carrera, se nos ha ido un poco de las manos. Tenemos que racionalizar el Trabajo Fin de Grado. Cuando tendrían que hacerlo en cuatro meses, están tardando mucho más y un estudiante que tendría que terminar en junio, está terminando después de verano y eso le está dificultando el acceso a algún máster o algún acceso a otros títulos que les permitiría dar continuidad a sus estudios.
–¿Y para todos y cada uno de los cuatro campus?
–El programa para cada campus es también bastante ambicioso. Vamos a centrarnos en alguna medida. El Campus de Jerez tiene un potencial magnífico. Yo voy allí, digo que eso es una maravilla. Me miran así algunos con una cara... pero sí que es verdad que en el Campus de Jerez tenemos la posibilidad de poder incluso seguir construyendo. Ahora se está construyendo un aulario y yo creo que hay espacio para trabajar el tema del alojamiento. En Jerez falta algún tipo de residencia o colegio mayor o incluso un hotel universitario. Nosotros creemos que puede ser más interesante el tema de un hotel universitario porque tenemos un Grado en Turismo. En él los estudiantes podrían desarrollar prácticas. Por supuesto, todo el tema de climatización hay que arreglarlo. En el Campus de la Bahía Algeciras es muchísimo más complejo. No existe como tal. Son centros dispersos por la ciudad en donde es difícil incluso la conexión entre uno y otro hay titulaciones. Allí que no tienen ni un centro propio en el campus Bahía de Algeciras, sino que desarrollan su actividad docente o en un edificio que estamos alquilando o en otro centro. Hay que visibilizarlo. Tenemos los grados de Administración y Dirección de Empresas y Derecho, que parece que nos se están impartiendo allí. La ciudad no lo sabe. Buscar también una residencia para estudiantes. En Algeciras muy difícil encontrar pisos. En el campus de Puerto Real hay que buscar la vida universitaria. Estamos ahora mismo delante de una cristalera y te reto a que cuentes el número de estudiantes que ves ahora mismo por aquí. Y eso lo tenemos que cambiar. Nos lo están demandando los estudiantes. Quieren espacios donde puedan hacer cosas, actividades culturales. En este campuso los estudiantes vienen y se van. Hay problemas de transporte, no está bien comunicado. Los estudiantes de la Escuelas de Ingeniería me dicen que como pierdan un autobús tienen que esperar cuatro horas para irse a San Fernando, por ejemplo, o a Chiclana, en donde viven muchos. Eso lo tenemos que trabajar. El Campus de Cádiz tiene un problema estructural y es que se basa en edificios históricos que requieren un mantenimiento, que está bastante dejado de la mano de Dios, como se suele decir, en los que está bastante abandonado el mantenimiento. El otro día se cayeron dos techos en Filosofía y Letras y me dicen que no tienen aire acondicionado. En Económicas ha cerrado la cafetería, que está enfrente de la Caleta, una cafetería que puede usar la gente a unos precios bastante asequibles. Ha cerrado por falta de usuarios. El campus de Cádiz hay que revitalizarlo totalmente. Hay que invertir en energías renovables, en climatización, en acondicionar las aula a las necesidades actuales de la docencia. Estamos todavía con aulas con mesas clavadas en el suelo y nos están demandando modelos que se puedan mover, con electrificación para poder enchufar los dispositivos , los móbiles, las tablets. Una de las medidas que proponemos es utilizar los remanentes para se mantenimiento, para un plan de choque, de puesta a punto de la Universidad.
–¿Cree necesario el traslado de Ciencias de la Educación de Puerto Real a Valcárcel, en Cádiz? ¿Va a continuar el trabajo por el proyecto de su antecesor? ¿Es una prioridad para usted?
–Es una prioridad arreglar Ciencias de la Educación. Es el centro más obsoleto que tiene ahora mismo la Universidad de Cádiz . Entonces, nuestro problema como universidad, se llama Ciencias de la Educación. Y a veces mezclamos y confundimos que el problema de una ciudad como Cádiz, que tiene un edificio histórico abandonado, es el problema de la Universidad de Cádiz. No, el problema de la Universidad se llama Ciencias de la Educación y eso lo tenemos que corregir con urgencia. Y si la forma de corregirlo es Valcárcel, bienvenida sea, pero siempre que sea para corregir y para mejorar la calidad de las titulaciones. El problema es que yo no he visto todavía el convenio. En este centro hay varias titulaciones y una de ellas, por ejemplo, es el Grado de Actividad Física y Deportes, que necesita unas instalaciones deportivas que yo ahora mismo no sé si se van a poner o no. Y esas instalaciones deportivas tienen que ser, por lo menos, de la misma calidad de las que hay aquí. Y aquí tenemos una piscina cubierta climatizada, tres pistas de baloncesto, un campo de fútbol, varias pistas de pádel y un rocódromo. Eso no he visto yo en ningún sitio que se esté garantizado. Entonces eso me genera dudas. ¿Eso implica que no tenga que ir Ciencias de la Educación? Para nada. A lo mejor, Ciencias de la Actividad Física y Deporte se tendría que quedar aquí. Y a mí me tienen que garantizar, que eso sea así. Porque si es así, estoy dividiendo un centro. Y eso la Junta de Andalucía me lo tiene que permitir de alguna forma. Y lo que vaya para allá, tenemos que garantizar que vaya en condiciones de que pueda dar servicio adecuado a la comunidad universitaria. Se tiene que cambiar la forma del transporte urbano en la ciudad de Cádiz. Tiene que haber un transporte urbano desde el tren hasta el campus. Eso me lo tienen que garantizar. Porque no podemos meter 3.000 estudiantes. 3.000 personas de un día para otro, en una zona en donde no se garantice ese transporte. Tenemos que buscar vías de alojamiento adecuado para esos estudiantes. En definitiva, ahí hay un camino que recorrer que, sinceramente, yo que vengo de fuera del equipo actual, yo no sé exactamente qué negociaciones se han llevado en el momento y en qué situación está. Cuando lo esté no no tendré ninguna duda, las tendré todas aclaradas. Yo no estoy en la piel del rector, que es el que está haciendo esas negociaciones, entonces no es que quiera dudar, es que quiero ser prudente porque no me puedo comprometer a una cosa que después me llevé a perjudicar a mi universidad.
–¿Es partidario de completar el anillo universitario, recuperando la abandonada Escuela de Náutica?
–Yo soy de Cádiz. A mí me encantaría que eso se recuperara. No creo que haya ningún gaditano que diga que no quiere que se recupere el edificio de Náutica. Y si la Universidad de Cádiz puede ayudar, pues ahí estará. Pero no solo en la ciudad de Cádiz. También en la de Jerez, en Puerto Real y Algeciras. Es decir, la Universidad de Cádiz ayuda a mejorar el territorio. Pero no solo ubicando titulaciones, sino con la investigación y la transferencia que se realiza, con la labor social que tiene... La universidad es necesaria en nuestra sociedad; tiene un papel primordial y en un momento dado, el hecho de ubicar un edificio en un campus o un planteamiento relacionado con las estructuras de las ciudades puede mejorar el funcionamiento y la dinamización de un tejido social que puedas tener en una ciudad. ¿Eso implica que nosotros tengamos que desplazar centros y titulaciones? Para nada. Nosotros podemos participar a lo mejor en algún tipo de museo o en algún edificio en algún fin social... Me encantaría que todo ese anillo pudiera ser universitario pero evidentemente eso no lo puede hipotecar la Universidad de Cádiz. Pero ya te digo que como gaditano, como persona que vive en Cádiz, eso me encantaría claro, y además creo que que reforzaría esa zona, que es preciosa.
–El transporte público desde Cádiz al Campus de Puerto Real sigue siendo muy complicado. Y desde otras poblaciones hasta la capital, también. Intuyo que en Jerez y Algeciras tienen problemas ¿Cómo prevé solventarlos?
–Nosotros no tenemos una varita mágica para decir: oye, vamos a arreglar el transporte. No depende de nosotros; depende de la negociación que hagamos. Por eso, cuando yo planteo que si se va a trasladar Ciencias de Educación yo voy a poner requisitos. Y uno de esos mejorar el transporte. Porque si hay una voluntad política para ese traslado, que esa voluntad política se se plasme en una mejora de ese transporte. Y yo voy a pedir que se transporte se mejore para todo el entorno de la Universidad de Cádiz, especialmente en el campus Cádiz y Puerto Real. Porque porque realmente te reúnes con los estudiantes, con el profesorado y el PTGAS y todos te lo dicen: esto no puede seguir así; no podemos tener una universidad y una ciudad de espaldas a un campus universitario. Estamos planteando que si no nos lo resuelven pongamos aquí [en Puerto Real] una lanzadera que conecte el campus con la Estación de Las Aletas y que vaya pasando por los distintos centros. Le estamos diciendo a los estudiantes de la ESI [Escuela Superior de Ingeniería] que vayan a Las Aletas andando. Y van de noche, por un camino, a través de un parque natural, totalmente oscuro, que no es lo más deseable. Entonces ya estamos planteando que si no nos lo arregla la Administración, buscaremos nosotros la fórmula. Así lo hemos puesto en el programa: poner una lanzadera con la que los estudiantes, cuando salgan, puedan conectar con el tren o con la parada de autobús que está aquí, justo enfrente del CASEM [Centro Andaluz Superior de Estudios Marinos], Es que el autobús no pasa por la Escuela Superior de Ingeniería. Y un estudiante que llega en tren a Cádiz, que tenga que buscar la manera de llegar hasta Filosofía... con lo fácil que es que el número 1 llegue hasta Simón Bolívar, pero no se ha hecho nunca. O que el número 2, cuando baje, de una vuelta enfrente de la estación y siga después por el Campo del Sur... alguna medida tienen que poner para resolver esto... Por eso yo, cuando me dicen lo del traslado de Ciencias de Educación a Cádiz, tengo que poner condicionantes. Y uno de ellos es el transporte y el otro es el alojamiento.
–En Cádiz, efectivamente, se sufre la dificultad de encontrar alojamiento asequible, que se suma a la falta de residencias universitarias en el resto de los campus ¿Contempla alguna medida al respecto?
–La solución a eso se llama Bahía de Cádiz. En la Bahía no todo el alojamiento es tan caro. Lo que pasa es que si el transporte no existe, pues difícilmente podemos meter la cantidad de estudiantes que queremos meter en una ciudad. Es que tenemos que empezar a entender el modelo, no como de ciudades independientes, sino de una Bahía que tiene que estar perfectamente conectada. En ese momento se resuelven los problemas. Si lo que queremos es que un estudiante se gaste 1.000 euros en un alojamiento en la ciudad de Cádiz, pues empezamos ya con un problema. No podemos entender la Universidad de Cádiz como una universidad metida en la ciudad de Cádiz solo para las personas que viven en Cádiz. Viene mucha gente de toda la provincia. Tenemos una provincia con núcleos de población muy poblados y al final lo que va a pasar es que los estudiantes les es más barato estudiar en Sevilla o en Granada que en Cádiz. ¿Por qué? Porque un piso Sevilla o en Granada es más barato y entonces en vez de alquilarse un piso en Cádiz, que les cuesta el doble, lo alquilan fuera. Cuando lo mejor con un sistema de transporte adecuado a través de las localidades de la Bahía podríamos abaratar eso. Pero es que el problema es que en el sistema de transporte no llega. Han puesto el tranvía de Chiclana a Cádiz y se tarda una hora y pico en llegar. Eso no es sostenible. La sostenibilidad no es solo el ahorro energético. Tiene una parte social importante, y esa parte social no se está cuidando.
–¿Qué es lo mejor del equipo que le acompaña?
–Hay muchas palabras que lo definen: quizá el empuje, la cohesión, la ilusión, las ganas de hacer cosas. Es un equipo muy joven, está muy motivado por cambiar las cosas, por mejorar la Universidad. Tiene un empuje tremendo, me están empujando continuamente, me llevan en volandas. Está bastante cohesionado, curiosamente cuando no se conocían, ha habido cierta complicidad en el equipo que a mí me agrada enormemente. Tuvimos una reunión hace ya unas semanas, fue la primera vez que nos reunimos todo y la sensación fue muy muy muy positiva. Yo salí de ahí volando.
–¿Por qué cree que su candidatura es mejor que la de su colega?
–A mi no me gusta comparar ni hacer comentarios de otras candidaturas. Yo te puedo hablar de la mía y del esfuerzo y de la motivación que hemos puesto. Nosotros queremos de alguna forma reactivar la Universidad. Creemos que es importante que entre una bocanada de aire fresco en la Universidad, que entren nuevas ideas, nuevos planteamientos . El trabajo que hemos hecho, el esfuerzo que hemos hecho, el programa que hemos escrito, creo que es lo suficientemente importante como para definir un modelo de universidad que dé respuesta a las necesidades que ahora tiene la sociedad y la propia comunidad universitaria. Eso es lo que nosotros planteamos. Estoy bastante ajeno lo de lo que plantean las otras candidaturas. Y lo he pedido así a la gente de mi equipo. Prefiero centrarme en el mensaje que yo tengo que trasladar, en las ideas que yo tengo, en a dónde quiero llevar la universidad, más que en comparar o plantear lo que estén haciendo compañeros que tienen, por supuesto, todos mis respetos y toda mi consideración. Pero entiendo que ellos están planteando el modelo que ellos consideran y yo estoy centrándome en el mío. Tenemos un debate el próximo día 13 de noviembre, creo que en Filosofía y Letras, a las 19:30. Allí contrastaremos ideas.
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