La Catedral de Cádiz compatibiliza las obras con el mantenimiento ordinario
La restauración de la capilla de la Asunción coincide con pequeñas actuaciones de mantenimiento en varias capillas o en las redes de protección
No sólo de grandes obras sobrevive el edificio que cobija la Catedral; ni de las restauraciones de las obras de arte (cuadros, imágenes y otras piezas) que se exponen en las capillas, altares o sacristía. Este trabajo incansable del Cabildo, que mantiene una potente hoja de ruta respecto a la conservación y puesta en valor del principal edificio religioso de la diócesis, se une a otra pata fundamental que vienen reclamando desde hace años los distintos arquitectos que han trabajado a las órdenes de los canónigos y en el cuidado del templo que diseñara Vicente Acero. Se trata del mantenimiento de la iglesia, que requiere también una labor constante y una preocupación continua y que estas semanas está siendo bastante visible en la Catedral gaditana.
Según exponen los técnicos que están al cargo de este templo, desde el pasado mes de julio y hasta este mes de noviembre se vienen realizando diversos trabajos de limpieza y mantenimiento en la iglesia, según establecen las directrices de conservación que los arquitectos han marcado para la correcta perdurabilidad del edificio.
Así, se han realizado labores de conservación preventiva y mantenimiento en tres capillas de la Catedral. Dos de ellas corresponden a las capillas de los Patronos, San Servando y San Germán, donde se ha procedido al cepillado de suciedades y polvo, principalmente concentrado en zócalos y altares aprovechando además los cultos celebrados recientemente con motivo de su festividad y que motivó el traslado de las imágenes de La Roldana al altar mayor.
La tercera capilla en la que se ha actuado es la del Sagrario, donde hasta ahora estaba albergada la Custodia del Corpus. Además de esa limpieza general y de su conservación preventiva, el Cabildo ha decidido recuperar la original concepción de este espacio como capilla que aloje el Sagrario, siendo además el único punto de la Catedral que originariamente se concibió para albergar el Santísimo. Para ello, se ha desplazado ya el imponente carro de orfebrería, que por ahora ha sido dispuesto junto a la puerta de Arquitecto Acero (llamada de San Germán), en el crucero del templo, a la espera de definir una nueva y más definitiva ubicación. Y una vez que finalicen los trabajos de mantenimiento en la capilla, se procederá al traslado del Santísimo, que a partir de ahora se venerará en este sitio, su emplazamiento original.
Como consecuencia de este movimiento, el Cabildo libera el acceso a la Capilla de las Reliquias, justo en la trasera del altar mayor, donde se venía exponiendo el Santísimo hasta ahora. Y es que el próximo objetivo de los canónigos es permitir el acceso a esta capilla, uno de los rincones ahora más desconocidos del templo y de enorme interés patrimonial, histórico y también devocional. Para ello serán necesarios unos trabajos para la mejora de la accesibilidad, cuyo diseño y proyecto ya está en marcha.
Otra labor de mantenimiento que se viene realizando en el interior de la Catedral estos meses es la mejora del sistema de iluminación de las bóvedas altas y bajas, sustituyendo las luminarias existentes por nuevos modelos más eficiente y que rebajan además el consumo eléctrico del edificio. Se da la circunstancia de que muchas de estas luces, sobre todo las del interior de la primera cornisa, estaban fundidas, por lo que esta actuación que se viene realizando de manera paulatina a lo largo de todo el perímetro de cornisas en los dos pisos mejorará notablemente la iluminación del templo.
Otro trabajo que está siendo llamativo por lo aparatoso que supone su ejecución es la limpieza de la red de protección frente al desprendimiento de piedra que se instaló en los años 80 y sobre el que se está realizando una limpieza general de piedras caídas durante estos años, así como una revisión del estado de la red. Además, fruto de estos trabajos se ha procurado el izado de la red en el punto situado sobre el tabernáculo del altar mayor. Resulta que en esta zona, la red descansaba directamente sobre la cruz (titular de la Catedral de Cádiz) que sostienen dos ángeles, lo que había provocado que este elemento perdiera la verticalidad. Así, con el izado de la red se ha recuperado la posición originaria de la cruz, mejorando así la presentación estética del altar mayor.
Además, explican los técnicos que aprovechando estos trabajos sobre el tabernáculo (que han requerido la presencia de una grúa móvil para elevar a los operarios a la altura de la red) se ha realizado la aspiración de polvo existente sobre la cúpula de remate del propio tabernáculo, propiciando así la limpieza de este punto de difícil acceso.
También te puede interesar
Lo último