Catedral de Cádiz. Una restauración constante
El patrimonio de la Iglesia en Cádiz
El Cabildo mantiene una permanente labor de conservación del edificio y de sus obras de arte
Una quincena de proyectos están en marcha actualmente
Su historia, su valor arquitectónico, su importancia litúrgica, el amplísimo legado patrimonial que ha ido acumulando con el paso de los siglos, el desgaste de los materiales constructivos, su cercanía al mar... La Catedral de Cádiz reúne numerosos condicionantes que requieren un cuidado y un mantenimiento permanente no ya para que el edificio se mantenga en pie, sino para mostrarlo en todo su esplendor y ponerlo en valor. Y precisamente en eso está centrado el Cabildo Catedral, que hace muchos años inició un camino que hoy en día recorren los canónigos con absoluta intensidad.
La restauración y rehabilitación en el principal templo de la diócesis es una constante. Algo permanente. Varios son los proyectos, de distinto calado, en los que de manera constante está inmerso el Cabildo. Tantos como una quincena de ejemplos en los que ahora trabaja el Cabildo, en distintas fases.
Para finales de este mes o principios de marzo se quiere recuperar los ángeles lampareros del altar mayor, que estaban repintados de blanco para simular el mármol catedralicio y a los que el restaurador Fabián Pérez está devolviendo su policromía original, “que es de muy buena calidad”.
Recientemente se ha concluido la restauración de la imagen de San Ignacio de Loyola que se expone en la capilla del Sagrado Corazón de Jesús, y el restaurador (José Manuel Ramírez Bonassi) está actuando ahora sobre la imagen de San Francisco Javier, que ocupa la hornacina del lado contrario de la capilla.
Precisamente, esta capilla del Sagrado Corazón es uno de los grandes proyectos que próximamente se pondrá en marcha. Después de meses de trámites y permisos, el Cabildo cuenta ya con todas las licencias de Cultura para intervenir sobre esta capilla que será rehabilitada íntegramente.
Y con los trabajos a punto de empezar ahí, también está empezando el procedimiento el Cabildo para la rehabilitación íntegra de la capilla de la Asunción, “que es la única que responde al proyecto de Vicente Acero”. Esta intervención está pendiente de que el arquitecto responsable presente el proyecto para iniciar la solicitud de licencias y permisos.
El deán de la Catedral, Ricardo Jiménez, pone en valor el calado de la rehabilitación de estas dos capillas, cuyo coste puede superar los 200.000 euros (en cada una de las capillas) y que va a afrontar en solitario el Cabildo Catedral.
En manos de la delegación territorial de Cultura de la Junta de Andalucía –para su oportuna autorización al ser la Catedral un Bien de Interés Cultural– hay otros tres proyectos de la agenda del Cabildo: la restauración del tenebrario (un candelabro triangular con quince velas que se encienden en los oficios de maitines y laudes durante el triduo Pascual) que hoy está situado en el trasaltar pero que se quiere exponer en el coro; la restauración de las imágenes de Santa Bárbara y Santa Lucía que presiden las hornacinas a ambos lados de la entrada a la capilla del Sagrario (justo detrás del altar mayor); y la restauración de la portentosa imagen del Nazareno, que acometerán Pilar Morillo y Álvaro Domínguez.
Esta pareja gaditana de restauradores intervendrá también en el antiguo monumento que se instalaba en la Catedral el Jueves Santo y que proyectó Torcuato Cayón. Por ahora se está a la espera del proyecto definitivo para iniciar luego las oportunas licitaciones y demás, aunque ya se ha habilitado uno de los brazos de la cripta para su futura exposición. “Hay mucha ilusión puesta en este proyecto porque creemos que puede ser una aportación definitiva y bonita de las piezas de este monumento, entre otras cosas porque estando expuestas es la mejor forma de conservarlo”, destaca Ricardo Jiménez.
A este amplio listado de proyectos de rehabilitación y restauración –que se suman a otros muchos realizados recientemente, entre ellos el de la restauración de la reliquia de Santa Victoria, que se expone en la cripta)– se le suman otras actuaciones que mejoran también el estado de conservación de la Catedral.
En este campo, el deán refiere por ejemplo el cambio de toda la instalación eléctrica que se está acometiendo en el templo, lo que permitirá adaptar la instalación a los tiempos actuales y lograr que cada capilla esté individualizada desde el punto de vista eléctrico, “y no como ocurre ahora que cuando hay algún fallo en una capilla hay que apagar la Catedral entera”.
Otro proyecto de mantenimiento es el de instalar un cable de vida en todo el contorno de la cornisa del templo, que facilitará los trabajos de mantenimiento que se vayan a hacer a partir de ahora y que otorgará mayor seguridad a los operarios que tengan que hacer esas labores.
Y un tercer proyecto que se puede encasillar en este bloque es el de la revisión de las rejas exteriores de las ventanas de la Sacristía Baja, por la erosión constante del cercano mar. “Esto tiene una tramitación lentísima, porque además del permiso de Cultura hay que obtener la licencia del Ayuntamiento para la ocupación de la vía pública y demás”, indica el deán.
A todo ello hay que añadir el mantenimiento constante del edificio. La labor casi diaria de revisión y de pequeñas actuaciones encaminadas a evitar el deterioro. Pintado con materiales adecuados de las rejas de las capillas, mantenimiento de la carpintería del coro. O la limpieza de las redes de todo el área de la Catedral para la retirada de las piedras caídas y la revisión de su sujeción, que se hace al menos dos veces al año.
“El edificio nos obliga por el peso de su historia y por los efectos de la erosión tan fuerte que sufre a estar en una restauración permanente”, concluye Jiménez Merlo.
Muchos ojos pendientes
“Hay personal muy encima de la Catedral”, afirma el deán sobre la importante, constante y amplia labor de conservación que se realiza en el principal templo de la diócesis. Varios son los agentes implicados en esto; el Cabildo tiene contratado un encargado de mantenimiento “que revisa constantemente el edificio” y que hace labores de mantenimiento como el pintado de las rejas de las capillas, o el repaso cada diez días de las cubiertas para evitar problemas con los bajantes de pluviales o la aparición de hierbas que puedan provocar filtraciones.
Además de este responsable de mantenimiento, las empresas y restauradores que trabajan en los proyectos de la Catedral suelen asesorar sobre aquellas actuaciones que necesiten de mayor urgencia o cuidados, tanto en lo relativo a piezas de arte como al edificio en sí.
Y en tercer lugar, el propio Cabildo está muy encima de este campo de trabajo. Normalmente, el ecónomo (Balbino Reguera) es el responsable de las obras de mantenimiento; y otros dos canónigos (Guillermo Domínguez y Luis Palomino) suelen hacerse cargo de las piezas artísticas. “En cada cabildo que celebramos se revisa el estado de las obras y proyectos que se están ejecutando”, explica el deán.
Apuesta por la mano de obra gaditana
La intervención permanente en la Catedral requiere de la participación de numerosos agentes especializados en las diferentes áreas objetos de estas actuaciones artísticas y patrimoniales. Arquitectos, pintores, imagineros, tallistas, herreros, canteros, electricistas y un largo etcétera de profesionales que en los últimos años han mantenido una relación constante con el Cabildo y con la Catedral.
Para ello, los canónigos han establecido una premisa: apostar por la mano de obra gaditana. Todos los que hasta el momento intervienen en la Catedral son empresas o profesionales de la ciudad. “Creemos que aquí hay muy buenos profesionales y que se hacen las cosas muy bien, y estamos decididos a reconocer la labor de los nuestros”, comenta al respecto el deán, Ricardo Jiménez Merlo.
Básicamente son varios los profesionales con los que trabaja el Cabildo. En el campo de la restauración de obras de arte, los proyectos se los reparten Manuel Ramírez Bonassi (que recientemente intervino las imágenes de Santa Clara y San José de la Sacristía Baja y que ahora trabaja con el San Ignacio de Loyola y el San Francisco Javier de la capilla del Sagrado Corazón), Fabián Pérez (que restauró la pintura de la Virgen de los Remedios y ultima ahora la recuperación de los ángeles lampareros), y el estudio de Pilar Morillo y Álvaro Domínguez (que han tratado los espectaculares Patronos de Filipinas que se exponen en la Casa de la Contaduría y que en próximas fechas actuarán en el monumento del Jueves Santo o en el Nazareno de talla completa).
En materia de la rehabilitación del edificio es la empresa gaditana Almenara la que ejecuta los proyectos, como el que empezará pronto en la capilla del Sagrado Corazón o el que se quiere ejecutar en la capilla de la Asunción.
Además de las intervenciones de conservación, el Cabildo también encomienda a gaditanos la ejecución de nuevas obras de arte que están incrementando el patrimonio de la Catedral. Es el caso, por ejemplo, del Belén que está realizando el imaginero gaditano Luis González Rey y que cada año suma nuevas imágenes que se exponen en el templo en tiempo de Navidad.
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