Los Chinchorros: objetivo cumplido
La urbanización de los Chinchorros
El Ayuntamiento cierra una laboriosa negociación que permite reactivar las viviendas paradas desde hace 15 años y avanzar en la reforma de la zona
Cádiz/La operación del Polígono San Juan Bautista, popular y erróneamente conocido como Los Chinchorros, es uno de esos proyectos de ciudad que acumulan años de gestión y de ejecución. En este caso supera las tres décadas, más que el Plan Plaza de Sevilla, más que la reforma del Cerro del Moro, el polígono exterior de Zona Franca o los nuevos usos portuarios.
Su ubicación, sin embargo, parece restarle trascendencia urbana, cuando su desarrollo significará una sustancial mejora en la calidad de vida, la creación de equipamientos públicos en una zona de Puerta Tierra mal atendida, y la eliminación del cementerio, clausurado ya en 1992.
Esta operación en la trama urbana, por si fuera poco, se vio dificultada con la paralización, en pleno boom inmobiliario, de una promoción privada de gran calado. Hace ya quince años. Un centenar de familias se vieron sin sus casas y entraron en un proceso al que no veían fin.
Pues el fin llega ahora. Las gestiones del Ayuntamiento de José María González, la buena voluntad de la entidad bancaria que se quedó con los edificios a medio construir y la decisión de los vecinos afectados de cerrar un acuerdo que culminase con años de calvario ha concluido felizmente.
El Ayuntamiento ha dado ya el último paso para desbloquear de forma definitiva esta operación. Ha cerrado el expediente para conceder de forma inmediata la correspondiente licencia de obras. Una vez dado este paso, la inmobiliaria de CaixaBank, Servihabitat, ya podrá reanudar de forma inmediata las obras para completar los edificios que quedaron a medio terminar tras el abandono de la primitiva promotora. CaixaBank ya tiene listo el proyecto del inmueble así como el diseño de todo el entorno.
En total son 90 viviendas cuya entrega, en su momento, sin duda revitalizará esta zona de la ciudad, tanto con la llegada de nuevas familias como con la apertura de establecimientos comerciales.
A la vez que se inician de nuevo las obras, el Ayuntamiento ultimará los trámites correspondientes a la reparcelación y urbanización de la zona, proyectos que tendrán que pasar por el pleno de la Corporación.
"Con todos estos pasos vamos a cumplir nuestro compromiso de dejar encauzada la operación de los Chinchorros antes del final de este mandato", se congratula el teniente de alcalde de urbanismo, Martín Vila. "Urbanísticamente es un importante logro porque, por fin, se va a poder actuar sobre una zona de la ciudad que se encuentra muy degradada. La conclusión de estas viviendas y su entrega nos va a permitir a medio plazo generar dinámica para concluir el resto", destaca el edil.
Procasa tiene también pendiente la construcción de una promoción de viviendas municipales, aunque por el momento no hay proyecto.
El resto al que se refiere Vila son dos operaciones igualmente complicadas. Una es la conclusión del desalojo de los restos que aún quedan en el cementerio de San José, para su conversión en un nuevo parque público, y otra la apertura de un bulevar que ocupará donde hoy se levantan las últimas casas del primitivo barrio y que en muchos casos se encuentran cerradas o llenas de okupas.
En el caso del cementerio, ya se viene trabajando en el proceso de cierre definitivo desde hace años. Más difícil será acometer el derribo de las casas bajas. Todas ellas son de propiedad privada, con muchos propietarios algunos difíciles de localizar. Evidentemente esta obra sólo se podrá acometer de forma conjunta, lo que supondrá una elevada inversión de un dinero que, hoy por hoy, el Ayuntamiento no tiene.
Según el Plan de Ordenación Urbana, estas edificaciones serán sustituidas por un paseo ajardinado que conectará la avenida Ana de Viya con el futuro parque del Descanso.
Lo cierto es que en San Juan Bautista nada ha sido sencillo. La promoción privada planteada hace cerca de veinte años, aprovechando los buenos vientos de la construcción, completó su oferta rápidamente, tanto con nuevos clientes, que pagaron importantes cantidades a cuenta de sus futuras casas, como con propietarios de antiguas casas derruidas para levantar este complejo y que permutaron suelo por pisos.
La crisis afectó a la promotora y el esqueleto ya construido en buena parte quedó en manos de un banco. Con la llegada al Ayuntamiento del gobierno de Podemos-Ganar Cádiz, los afectados pidieron su ayuda. Se abrió así una complicada negociación a tres partes que fructificó hace ya unos meses.
Finalmente se acordó el pago por parte de CaixaBank del 75% de las cantidades ya abonadas y del valor de la permuta, dando posibilidad a los afectados de lograr el rescate de su dinero. A quienes se apuntaron a esta propuesta la entidad bancaria ya les ha abonado la cifra comprometida, por lo que ya no quedaba ningún fleco por cubrir.
La promotora no ha especificado la fecha en la que reanudará la obra. Aunque periódicamente se ha revisado lo ya construido, lo cierto es que será necesario un estudio de lo ejecutado ya que hay zonas que se levantaron hace muchos años. Además, algunas plantas han sufrido pequeños incendios por grupos de okupas que han pernoctado en el edificio.
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