Cientos de personas despiden a Carlos Díaz, el alcalde que sacó a Cádiz de la oscuridad del franquismo

Una nutrida representación de compañeros de partido y de la vida política de Cádiz y su provincia han despedido este mediodía a Carlos Díaz en una ceremonia oficiada en el mismo tanatorio de Servisa al que trasladaron sus restos mortales este domingo tras su fallecimiento. Todos los presentes han destacado el talante dialogante y conciliador del primer alcalde que tuvo Cádiz en democracia, "fue el alcalde que nos unió a todos" han declarado algunos de los presentes.

Entre los asistentes, pesos pesados del PSOE andaluz como Manuel Chaves, Jiménez Barrios, Hipólito García, Luis Pizarro o Alfonso Moscoso. También representantes de grupos de la oposición como Teófila Martínez y Bruno García o José Antonio Barroso, con quien mantuvo algunas disputas políticas apesar de que en la intimidad disfrutaron de una muy buena amistad. Precisamente, Barroso ha puesto en valor que durante el mandato de Carlos Díaz se pudo poner en pie el concepto de Bahía de Cádiz, además de otros cambios de envergadura que actualizarían con el tiempo el concepto de ciudad.

Carlos Díaz Medina, alcalde de Cádiz entre 1979 y 1995, murió este domingo a la edad de 88 años. La ciudad pierde con él a uno de sus grandes referentes del último medio siglo, como primer alcalde de la Democracia y como alcalde que, junto a su equipo, dio los primeros pasos para el resurgimiento de la capital tras los oscuros años de la dictadura franquista.

Cabeza de lista del PSOE en 1979 por su buena planta, su profesión de abogado y su perfil socialdemócrata, lejos del socialismo más puro de otros posibles candidatos que podrían asustar a un electorado más centrista, acabó en el sillón de Fermín Salvochea tras conformarse una coalición de izquierdas entre los socialistas, el Partido Comunista y el Partido Socialista de Andalucía, ya que las elecciones las ganó la UCD aunque sin mayoría de concejales.

A partir de ahí, los triunfos electorales fueron de Carlos Díaz, siempre con mayoría absoluta. La inmensa parte del electorado más que a las siglas del PSOE le votaban a él.

Ajenos a las “familias” que luchaban por el poder en su partido, Díaz fue apartado de la lista electoral de 1995 por la dirección provincial del PSOE. Llevaba ya unos años en decadencia. La crisis económica del Ayuntamiento habían parado proyectos esenciales para la ciudad, a lo que se unía el nulo apoyo que se recibía tanto desde la Junta como desde el gobierno central... ambos en manos socialistas.