Cierra La Barraca de la calle San Francisco de Cádiz

Comercios

Según su gerente, el cierre no ha supuesto despido alguno

La venta de chucherías ha aumentado con el covid y con el confinamiento al no poder ir la gente de bares o cervecerías

Imagen de La Barraca de la calle San Francisco, antes de cerrar hace un mes.

Hablar de La Barraca en Cádiz no es cualquier cosa. Suena a dulces y chucherías. Esta firma lleva ya ubicada en la provincia de Cádiz desde hace 44 años. Su fundador fue Federico Toyos Lamas, fallecido hace 29 años. Él abría en aquella fecha su primera Barraca en la calle Antonio López, que después le siguió otro establecimiento sumilar en La Laguna, cerca del Estadio.

Ahora es su hijo Germán el que le ha tomado el relevo con fuerza y con ganas de proseguir la expansión tan brutal que ha tenido esta firma a lo lago de esos 44 años.

Pero en esta ocasión hablamos de un cierre. La Barraca optó hace unos días por bajar la baraja de la tienda de la calle San Francisco, frente a la zapatería Catchalot. Pero, según su gerente, Germán Toyos, se trata de una operación planificada desde hace meses o incluso más, desde que la firma optó por abrir otra tienda a muy pocos metros, en la esquina entre Plocia y San Juan de Dios. El motivo del cierre no está relacionado con la subida del precio del alquiler, como ha circulado por algunos corrillos. Precisamente porque Germán y su hermano eran los dueños del local de San Francisco. El cierre no ha supuesto despido alguno de personal ya que las dos personas que trabajaban en San Francisco han sido reubicadas en otras tiendas de la cadena.

Lo que sí es cierto, según relata Germán Toyos, es que su hermano se ha hecho cargo ahora de este local de San Francisco y lo ha cerrado con la intención de alquilarlo a otros negocios y "lo hará, seguramente, a un precio tal vez elevado".

"Ese es uno de los grandes problemas que tiene a día de hoy el comercio del centro de Cádiz. Es la lacra del comercio gaditano". Germán Toyos pone un ejemplo: "Hace dos años, por mi local de la calle Pelota, yo pagaba 1.500 euros de alquiler. Desde hace un año pago mil euros más: 2.500. Y que no digan que es a causa del covid porque la subida fue antes de la pandemia".

Realmente, a pesar de ser propietario de varios locales, Germán Toyos reconoce que los dueños "no han hecho nada de nada por ayudar a los comerciantes, ni moratorias en general ni han perdonado nada ni durante ni tras el covid. Han y hemos tenido que seguir pagando alquiler, luz, agua, internet, etcétera, y ni Ayuntamiento ni Estado han hecho nada por ayudarles".

En la actualidad, la empresa La Barraca cuenta con doce tiendas en la provincia y más de "300 asociadas". Germán cuenta que asociadas no tiene nada que ver con franquiciadas. Se trata de otro tipo de relación. Toyos indica que ellos les asesoran en todo momento tanto en temas de mobiliaria, maquinaria, ubicación, precios, etiquetado, además de distribuirle sus productos.

Sobre las consecuencias del coronavirus en este tipo de establecimientos de chucherías y alimentación en general, Germán Toyos cuenta que no han bajado las ventas a pesar del covid, sino todo lo contrario. "Parece que, como la gente le tiene miedo a ir a los bares prefiere comprarse su paquetito de patatas, su latita de refresco o cerveza y subir a casa a disfrutar de ese ratito". De todas formas su protocolo ha resultado, según el propio Germán Toyos, "modélico, tanto es así que hemos recibido llamadas de la Junta de Andalucía para que les contáramos el protocolo de esta tipología de tiendas. Guantes nada más entrar, gel, mascarilla forzosa..."

"Además no existe riesgo de contaminación con los alimentos, sólo con los fluidos, de manera que si se cumplen una serie de requisitos sanitarios no se corre ningún peligro de contagio", termina el gerente de las tiendas La Barraca.

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