Cierran los bajos del Centro de Arqueología Subacuática (CAS), en la Caleta, por obras de reparación

Patrimonio

Operarios colocando las vallas para cerrar los bajos del Balneario de La Caleta. / Lourdes De Vicente

Los bajos del Centro de Arqueología Subacuática (CAS), antiguo Balneario de la Palma, han sido vallados para iniciar próximamente las obras de reparación.

La Comisión Provincial de Patrimonio de Cádiz autorizó hace unos días los trabajos de restauración y mantenimiento en la sede del CAS, ubicada en el antiguo Balneario Nuestra Señora de la Palma en Cádiz, protegido como Bien de Interés Cultural (BIC), y que presenta visiblemente mal estado en algunas zonas del edificio ubicado en plena playa de la Caleta, y tan expuesto a las inclemencias meteorológicas y al ambiente marino.

La actuación, con la que se pretende garantizar la seguridad estructural y su aspecto visual, consistirá en la reparación de los elementos dañados mediante picado y saneado de la superficie de hormigón, cepillado, protección y pasivación de armaduras oxidadas, colocación de armadura en caso de pérdida de sección y regeneración del hormigón con morteros preparados. Por este motivo, se ha procedido este martes al vallado del edificio que es Bien de Interés Cultural, al tratarse de un espacio cuyos bajos son muy concurridos especialmente cuando llega el buen tiempo y los días de playa.

Los trabajos aprobados por la comisión "son compatibles con los valores patrimoniales protegidos y cualquier reposición de armadura que se realice quedará dentro del pilar o elemento estructural sin que quede alterado ningún aspecto estético del edificio, tratándose de una reposición de elementos y de material que se ha desprendido por la acción climatológica", explicaban en una nota.

En diciembre de 2021 la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, a través del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, también realizó obras de reparación y mantenimiento de las fachadas del CAS.

La recuperación integral del Balneario hace 33 años

El 12 de noviembre de 1991 el entonces consejero de Cultura, Juan Manuel Suárez Japón, anunció que el ruinoso edificio del Balneario de la Palma se convertiría en un "centro de investigación de arqueología submarina", vinculando patrimonio y arqueología en el emblemático espacio caletero.

Se daba la circunstancia favorable de que recientemente este inmueble había sido declarado BIC por el Estado, justo un año antes. "Hasta 1991 fue competencia del gobierno, nos regíamos por el Estado, pero desde que fue incoado el expediente teníamos que protegerlo, era mi deber", narraba a este medio con motivo del 25 aniversario de la reforma, pues se inauguró en el año 1998.

Todo esto ocurrió en un momento clave para el patrimonio gaditano y andaluz, pues lograron sacar adelante la Ley de Patrimonio Histórico Andaluz justo ese mismo año.

El uso definitivo vendría con la sugerencia que le hizo José María Luzón, que tras obtener la cátedra de Arqueología en la UCA, fue nombrado Director General de Bellas Artes del gobierno, y posteriormente director del Museo del Prado. "Trabajábamos mucho juntos y me informó de que el único centro de arqueología subacuática que había en España era el de Cartagena y que su nivel de trabajo era deficiente".

Le sugirió la posibilidad de hacerlo en Cádiz, un punto estratégico por la riqueza subacuática de su litoral. Fue cuando pensó en el Balneario, que consideró como "el lugar perfecto" , tras lo que puso a trabajar a su equipo técnico, "en su rehabilitación de cara a su conversión en Centro de Arqueología Subacuático". Aquello no sentó muy bien al alcalde y también amigo de Suárez Japón, el recién desaparecido Carlos Díaz, que tenía unos planes bien distintos para el centro, derruirlo y ceder todo el espacio que ocupaba a la Caleta. Pero aseguraba entonces que "ambos nos entendimos, él sabía que yo tenía que defender el patrimonio y yo entendía que su propuesta formaba parte de su modelo de ciudad".

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