"Ciudadanos nos ha sometido a una tortura prolongada"
Juan Manuel Pérez Dorao | Concejal no adscrito
El portavoz hasta hace unos días de Cs asegura sentirse liberado una vez que le han dicho que no iba a ser candidato
En este tiempo afirma que le ha costado mantenerse leal
-Parece que han decidido morir matando
-Bueno, en verdad nos han sometido a una tortura prolongada que nos tenía atenazados y esto casi que ha sido una liberación. No nos han dado ninguna explicación, razón y justificación de lo que ha ocurrido, por lo que nosotros hemos tenido que sacar nuestras propias conclusiones y es que para ellos no tiene ya ningún interés las elecciones locales y, por ello, no tenían ningún problema en dejar caer los candidatos que estuvieran allí. Yo creo que están aprovechando, y esto es una apreciación que no tengo referencia para confirmarla porque no han publicado listas en ningún municipio, pero creo que aprovechan las candidaturas locales para premiar a los afines o recompensar servicios prestados.
-Es una persona muy equilibrada y llamó mucho la atención verle explotar de esa manera como lo hizo en la rueda de prensa del miércoles.
-El improperio más gordo que dije fue que le importaba un pimiento todo esto. La deriva que ha tenido el partido desde el Congreso de 2017 ha sido muy incómoda para nosotros. El partido que nos mostraron cuando nosotros nos incorporamos en 2015 no tiene nada que ver con lo que ha resultado después. Cada vez que esto se iba volviendo más oscuro, menos democrático y participativo, a nosotros esto nos ha dañado mucho, nos ha costado mucho trabajo mantenernos en la lealtad a la organización. Cuando ya te dicen, además, no contamos contigo, ese momento fue el que decidimos contar todo lo que ha ocurrido desde nuestro punto de vista.
-En el tiempo que ha pasado desde la rueda de prensa, ¿alguien se ha puesto en contacto de las direcciones nacional, regional, provincial o local?
-Nadie se ha puesto en contacto pero es que voy a decir más. A María Fernández-Trujillo nadie se le ha dirigido para decirle que no cuentan con ella. A mí sí me han dicho que no contaban con ninguno de los dos, pero a ella no. Me citaron a mí en solitario. Ni siquiera han tenido la deferencia de decírselo personalmente.
-¿Entregarán el acta como le piden desde la dirección regional?
-Por supuesto que no. Aquí hay dos razones. Nuestro compromiso es con los gaditanos en primer lugar, que fueron los que nos dieron la confianza. En segundo, dicen que el acta es de Ciudadanos. Cuando nosotros decidimos incorporar nuestro movimiento local al partido de Ciudadanos, éste era otra cosa que no tiene nada que ver con lo de hoy. Era un partido regenerador, con aversión a los sillones, adelgazamiento de la administración… Una serie de cosas que nos satisfacía. Hoy no tiene nada que ver con aquello. Si hoy ha cambiado el partido, por qué le tengo que devolver el acta a un partido distinto de aquel que nos presentamos.
Este argumento no es de mi cosecha, sino de Ciudadanos, que le está diciendo al PSOE exactamente lo mismo que yo ahora, es decir, que el PSOE con el que pactaron un programa de gobierno en 2017 para que Pedro Sánchez fuera presidente no es el mismo de hoy , por lo que no se sienten vinculados con aquel planteamiento y además le ponemos una línea roja que no vamos a pactar con él de ninguna manera. Pues aplícate el cuento.
-¿A su juicio por qué se ha producido ese cambio en Ciudadanos? ¿Quizás por la llegada de mucha gente al amparo del éxito que estaba teniendo?
-El crecimiento muy rápido puede que sea un factor determinante y la generación de una expectativa de convertirse en partido de gobierno de manera muy rápida. Eso cristaliza en el Congreso de 2017 del que sale un estatuto y reglamento nuevo que convierten al partido en una cosa muy distinta de lo que era antes. Para empezar se abandonaron postulados de raíz socialdemócrata que el partido tenía. Y después en la estructura que salió de allí ya fue totalmente diferente. El partido funcionaba con procedimientos absolutamente democráticos y corresponsabilidad y a partir de entonces es una estructura piramidal donde toda la resoluciones y decisiones e instrucciones se residencian en la cúspide y de ahí se lanzan hacia abajo.
Otra cosa ocurre y es que a la salida del Congreso el partido se plantea un único objetivo estratégico que es La Moncloa, colocar a Albert Rivera en la presidencia del Gobierno.
-¿Dónde está el origen del problema con ustedes?
-Hay un episodio que puede ser la génesis de este problema. Cuando se convoca el congreso, la dirección del partido organiza una lista de compromisarios designados por la dirección para ser elegidos para ir al congreso. Nos pidieron que nos pusiéramos en la lista y les dijimos que no porque nos parecía un ejercicio profundamente antidemocrático que los compromisarios de un congreso los eligiera la dirección. A partir de ahí comenzó un distanciamiento.
-¿Ahí ya estaba la directiva de Cádiz ciudad?
-No, esa se incorporó después del congreso porque ya se hizo con la normativa emanada del congreso. Nosotros presentamos una candidatura que fue anulada por un presunto defecto formal y sólo quedó una que yo entiendo que es oficialista porque ha servido para seguir las pautas de la dirección del partido. Toda esa disensión o distanciamiento que habíamos tenido con la dirección del partido se trasladó a la local y luego se ha ido recrudeciendo con el paso del tiempo.
-¿Este distanciamiento cómo se ha producido en la práctica? ¿Dejaban de invitarles a actos, se quedaron sin apoyo de estructura para sacar las propuestas?
-Eso último es lo principal. Nosotros tenemos dos personas en el grupo contratadas, una es un administrativo que nos pone el Ayuntamiento y el otro es una periodista que pagamos nosotros y hay muchísimo trabajo que hacer. Nosotros contábamos con que la estructura orgánica del partido nos ayudase como ocurría antes, es decir, antes de que se celebrara el congreso y las elecciones de la directiva local había otra junta distinta y teníamos mucha ayuda para la redacción de propuestas. Recuerdo que hubo un pleno extraordinario en materia de empleo y nosotros presentamos una propuesta con una batería de 60 iniciativas y eso fue un trabajo que hicieron un grupo de militantes y directivos pero organizados a nivel de la agrupación local. Cuando cambió la directiva este soporte desapareció y cada vez teníamos menos colaboración.
Por ejemplo en la nueva directiva había una persona de relación con las asociaciones a la que yo considero cabal y honesta que organizaba las reuniones con las asociaciones de vecinos, me llamaba e íbamos los dos juntos y de ellas salían un informe y de ellas salía ya propuesta a pleno. En un determinado momento la directiva decide cambiar a esta persona de cometido y pone a otra distinta con la finalidad de que todas las reuniones, contactos con las asociaciones de vecinos se hagan al margen de nosotros.
Otro episodio ha sido con las redes sociales del partido. Se les van mandando cosas y nosotros tenemos mucha actividad de reuniones, de actos a los que vamos y notas de prensa casi diaria. Para que las subieran no veas el quinario que pasábamos y a veces se han subido pero cercenando la participación de los concejales, como ocurrió con la manifestación del Día de la Mujer. Eso provocó incluso una queja formal.
-¿En este proceso no ha llegado a pensar en abandonar cuando ya empezaban a surgir los nombres de posibles candidatos?
-No se puede imaginar la de veces que lo he pensado. Hay que tener en cuenta que yo llevaba una función que está estatutariamente prevista que es el de enlace municipal. Era yo solo frente a una serie de personas que lo que les gustaría es que yo no estuviera. Yo he pasado muchos malos ratos y me preguntaba si merecía la pena.
No me he ido porque un partido es un instrumento y si este sirve para la finalidad que perseguimos, el asunto local, para aportar en beneficio del interés general en el ámbito local y pensábamos que el precio es que había que tragar con alguna historia. Dicen que el arte de la política consiste en desayunar con un sapo.
-El hecho de pasar al grupo no adscrito es una manera de dejar claro que no se sienten representados por unas siglas.
-La verdad es que hemos estado muy incómodos y yo creo que el hecho de que nos hayan abierto las puertas para que nos vayamos ha sido una liberación. Estamos encantados porque nos hemos quitado un peso de encima. No sólo por esto sino por cómo ha evolucionando el partido a nivel nacional porque al final tú lo representas y las gente te dice que qué es lo que estamos haciendo en este o aquel asunto, por qué le habéis puesto una línea al PSOE o habéis ido a un acto con Vox. Es que ni yo mismo podía dar respuesta y era una pelota cada vez más incómoda.
-¿La posibilidad de crear un nuevo partido para presentarse a las municipales no puede ser objeto del calentón que todavía tienen?
-Es un asunto que hay gente que lo ha comentado y lo han sugerido pero yo creo que tenemos que dar una reflexión sobre lo que hay y no creo que ahora esté sobre la mesa.
-¿Le asquea la política después de todo lo que ha pasado?
-No porque en términos generales la experiencia para mí ha sido enriquecedora y gratificante. Por ejemplo me ha sorprendido que cuando hemos decidido dar este paso y dar el puñetazo encima de la mesa, la cantidad de muestras de afecto y solidaridad que hemos tenido de la política e, incluso, de adversarios que nos han llamado. Los funcionarios del Ayuntamiento ha sido increíble y mucha gente de la calle con las que nos hemos encontrado estos años. Mucha gente se ha puesto en contacto con nosotros. Además hemos aprendido lo que no hay en lo escrito, de asuntos fiscales, de la municipalidad, de presupuestos, de contratación, basura. Los dos hemos visto de todo y entonces eso ha sido una pechá de estudiar increíble y hemos aprendido mucho a nivel didáctico y formativo. Ha sido una experiencia espectacular.
-Con los antecedentes que ha explicado y con los desencuentros. Sinceramente, ¿no cree usted que era un poco ingenuo pensar que le podrían nombrar candidato?
-En mi ingenuidad, que lo reconozco, yo le decía a María: trabajemos concienzudamente, rigurosamente, hagámoslo bien y lo mejor que podamos y tomémonos el esfuerzo necesario para que el trabajo sea de calidad porque eso nos hará brillar y la evidencia quedará a la vista de todo. Evidentemente me estaba equivocando.
-¿Se vio usted de alcalde después de los resultados del 2 de diciembre en Cádiz?
-Era una posibilidad pero se tenía que dar una carambola muy grande como le pasó a Kichi, porque él no ganó ningunas elecciones. Y es alcalde porque se dio una carambola que le va a pesar al PSOE porque lo hemos sufrido todos. Tengo claro que Teófila no podía ser pero la configuración actual de la Corporación daba para mucho más que para poner a Kichi.
-De ese partido en el que entra, ¿cómo ha vivido personalmente ese viraje hacia la derecha desde una posición más centrada?
-A mí no me ha gustado en absoluto porque Ciudadanos tenía una función de lubricante entre el PP y el PSOE. Tener la cintura para pactar con el PSOE en determinadas cosas y en otras con el PP. Y en muchas cosas incluso que confluyeran como ha ocurrido aquí en Onda Cádiz y en la Fundación de la Mujer y ha tenido éxito. Sin embargo, desgraciadamente se nos ha subido a la cabeza el crecimiento tan rápido que hemos tenido.
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