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Broncano
municipal | problemas en la gestión del ayuntamiento
Dos informaciones en apenas 24 horas han puesto esta semana de manifiesto lo que venía siendo un secreto a voces cada vez más difícil de guardar. El Ayuntamiento lleva desde julio sin poder enviar notificaciones porque Correos suspendió el servicio después de que el contrato finalizado en 2015 aún no haya sido renovado; y los tres patrulleros en mejores condiciones de la Policía Local han estado desde el viernes 5 hasta el jueves 11 sin recorrer las calles por la demora en la firma de una prórroga en la cesión del uso con la casa automovilística propietaria de los vehículos, como ya pasó en agosto. Son los dos últimos ejemplos conocidos que reafirman que algo pasa en el Ayuntamiento en relación a los contratos firmados con terceros. Pliegos que se eternizan, contratos que no se firman a tiempo, prórrogas en el aire... Colapso en el área de Contratación.
"Estamos intentando averiguar dónde se estancan los pliegos, en qué despacho o pasillo se paraliza el trabajo", comentaban esta semana fuentes sindicales a este periódico. Es decir, que ni los propios trabajadores municipales -o sus representantes sindicales- son capaces de atinar a la hora de señalar qué problema está teniendo el Ayuntamiento. "Es un caos", responden cuando se les pregunta por la situación. "Venimos avisando de que esto iba a reventar por algún lado. Y ya ha reventado", añaden las distintas fuentes consultadas.
Valga un nuevo ejemplo sobre esta cuestión: a principios del pasado mes de mayo se conocieron los problemas que estaban teniendo proveedores de la guardería municipal por el impago de sus facturas y la deuda acumulada. En aquella fecha, desde el Ayuntamiento se explicó que se estaba ultimando el pliego de condiciones para adjudicar este servicio para que estuviera "cuanto antes". Cinco meses después, el concurso para el suministro de la guardería municipal sigue sin convocarse. Otro pliego eterno.
"En algún despacho se atasca esto. No sabemos dónde", decían el jueves en la Policía Local al hilo de lo ocurrido con los tres patrulleros. Y es que varias son las teorías o claves que buscan explicación a lo que viene ocurriendo en Contratación.
La primera de ellas señala directamente al equipo de gobierno como causante de todo. Su llegada a San Juan de Dios en junio de 2015 trajo consigo una serie de movimientos en los despachos que para algunos explica lo que hoy está ocurriendo en este área. "El departamento de Contratación y Compras tenía un director de área y tres técnicos; el nuevo gobierno cortó cabezas y otros técnicos se trasladaron. Eso ha provocado que haya un volumen bestial de trabajo y que ese área no de abasto hoy, al estar con funcionarios nuevos que tienen que hacer un trabajo que no conocían hasta ahora", señala una de las fuentes consultadas, coincidiendo con otras que ven en esos cambios técnicos -especialmente en la figura del anterior director del área, cuya no continuidad en el puesto entienden que está fundamental en todo este asunto- que sucedieron a la llegada de Podemos y Ganar Cádiz como algo fundamental en el caos actual. "No hay disposición económica ni organización. Han llegado e intentado borrar todo; y se ha visto que eso no funciona así", le afean al equipo de gobierno.
La segunda teoría es aún más desconcertante, y se centra en el plano técnico, sin que el color político del Ayuntamiento o el equipo que actualmente lo gobierna tenga responsabilidad alguna: "Hay una guerra entre la Secretaría y Contratación; y sobre todo entre sus responsables", señala de manera directa otra de las fuentes consultadas, que asegura que en no pocas ocasiones los pliegos están técnicamente finalizados "a la espera de que uno y otro den autorización para sacarlo a licitación". De hecho, en el Ayuntamiento hay quien asegura que el pliego del nuevo contrato de Correos lleva redactado "desde hace más de diez meses", sin que aún se haya tramitado. "Con el pliego de las lanzaderas de Carnaval ocurrió lo mismo; la falta de acuerdo entre los técnicos provocó que se pusiera en marcha", añaden. Es decir, que la falta de comunicación o entendimiento entre dos áreas como Contratación y Secretaría estaría propiciando este continuo retraso de expedientes, pliegos y licitaciones.
La presión política es otro factor que podría estar haciendo mella en el área de Contratación o en su recorrido posterior hasta que el Ayuntamiento adjudica algún contrato. O así, al menos, lo piensan algunos en San Juan de Dios. La fiscalización que la oposición está llevando a cabo en este mandato corporativo -mucho más fuerte que en la época de las mayorías absolutas- y los distintas causas judicializadas en estos últimos años ha extremado las preocupaciones del personal funcionario y el celo antes de finalizar una documentación y, peor aún, de estampar una firma.
Otro factor clave en la Contratación municipal es el cambio de legislación que se produjo en noviembre del pasado año y que conlleva la modificación de algunos procesos con respecto a como se venían llevando hasta ahora. Estos cambios han motivado un estudio de la ley, en primer lugar, y el inicio de un proceso distinto a la hora de programar alguna licitación. Más retrasos, en definitiva.
Sea cual sea el motivo real de lo que viene ocurriendo, o si son todos en mayor o menor medida, lo que nadie rechaza en el Ayuntamiento ha día de hoy es que en el área de Contratación hay un colapso de serias dimensiones, que va a propiciar no sólo que los grandes pliegos no vayan a licitarse en este mandato (como el de limpieza o el de transporte urbano, por ejemplo), sino que los pequeños tampoco estén saliendo en tiempo y forma, ocasionando problemas al funcionamiento del Ayuntamiento.
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