El Colegio Mayor inicia su segunda vida
educación | un nuevo equipamiento en el cinturón universitario
Tras una inversión con fondos propios de la UCA de 5,3 millones el centro tiene ya un 65% de ocupación
La rehabilitación se ha hecho cuidando todos los detalles
Cádiz/El Colegio Mayor de la Universidad de Cádiz ha vuelto a la vida. Su reencarnación, así a simple vista, parece de lo más atractiva. Porque el viejo edificio se ha convertido en una residencia de estudiantes que podría pelear, en cuanto a funcionalidad y posibilidades, con algunas de las más notables del país. Diario de Cádiz recorrió el viernes sus instalaciones por primera vez tras la finalización de las obras y la apertura del curso académico y percibió que la reforma integral del Colegio Mayor no sólo se ha hecho muy bien, sino que se ha realizado cuidando cada detalle.
Para ello la inversión ha sido grande. Porque a los 4.816.000 euros que costó su rehabilitación -pagados con fondos propios de la universidad- hay que añadir medio millón de euros más que se han invertido en equipamiento.
Nada más traspasar las luminosas puertas de cristal, se accede a un vestíbulo diáfano, casi de consulta de médico privado, que sirve de preámbulo a una sala multiusos donde ya puede verse a varios de los nuevos inquilinos del centro. Tras la finalización de las adjudicaciones de plazas posteriores a las pruebas de acceso a la universidad de septiembre, y sin que se haya completado aún la matriculación e incorporación a las aulas de estos estudiantes, el Colegio Mayor tiene ya una ocupación en torno al 65%. A esto hay que sumar los investigadores del programa Ramón y Cajal, así como alumnos de doctorado y profesores visitantes, que realizan estancias en la UCA a lo largo del curso académico y para los que se ha reservado la cuarta planta. La solicitud está abierta permanentemente para nuevos alumnos hasta cubrir el total de plazas ofertadas. El edificio dispone de 90 habitaciones para estudiantes, más nueve para profesorado visitantes e investigadores. 75 de esas habitaciones son individuales (tres adaptadas a discapacitados), 12 dobles y 3 habitaciones dobles-superiores.
Nuestro recorrido por las instalaciones comienza por la pista multideportiva al aire libre donde puede practicarse fútbol, baloncesto o voleibol. A su lado se sitúa una coqueta terraza con sillas y sombrillas donde poder tomar un refrigerio en un tranquilo enclave.
El mimo con que se ha afrontado el proyecto queda patente en el comedor y la cocina. Y no sólo nos referimos a equipamiento, ya que que incluso para el menú semanal se han tenido muy presente las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De esta forma, en la zona del buffet libre existente los estudiantes tienen la posibilidad de degustar ensaladas variadas a diario, además de un plato de cuchareo. Con los colores corporativos de la UCA y la insignia de la universidad gaditana grabada en la barra de acero inoxidable, el comedor da paso a la cocina, digna de cualquier restaurante de primer nivel, con zona de frío, un gran horno, fogones o un reservado para ensaladas y postres. Es importante que las comidas que se ofrecen, cuatro al día, son realizadas por los propios cocineros del Colegio Mayor y no por un servicio de cátering. Una de las ventajas con que cuentan los estudiantes es que a través de una app pueden avisar si al día siguiente no van a comer en el centro en caso de que, por ejemplo, tengan clases en el Campus de Puerto Real, y entonces se llevan el almuerzo preparado en una bolsa tipo picnic.
La cuarta planta se le ha ganado al edificio y allí está una de las zonas comunes más atractivas: el gimnasio o sala de fitness. Allí, con una impresionante vista de toda la ciudad, puede realizarse ejercicios aeróbicos o de fuerza con material de primera calidad. Fuera existe un solario que en este octubre veraniego resulta complicado disfrutar pero que con los primeros fríos se convertirá en una delicia para los estudiantes.
También tenemos acceso a dos de las habitaciones del nuevo Colegio Mayor. Una de las dobles de la cuarta planta y otra en la tercera, tal y como las que ya han ocupado muchos estudiantes. Todas cuentan con wifi de alta velocidad, y además con conexión de banda ancha donde poder conectar sus ordenadores. Una mesa de 1,80 metros, unas estanterías para sus libros, una pizarra, climatización frío-calor, un amplio cuarto de baño, mininevera o armario empotrado con caja fuerte. Además, dos veces a la semana un servicio de limpieza se encarga de dejar la habitación en perfecto estado de revista y una vez a la semana, los jueves, se les cambia los juegos de sábanas y toallas. Las habitaciones de la cuarta planta cuentan con una terraza con unas vistas espectaculares al parque Genovés y el océano Atlántico.
Además, el Colegio Mayor cuenta con una biblioteca que aún está terminándose de montar con capacidad para 40 estudiantes.
El nuevo Colegio Mayor es, además, sostenible desde el punto de vista energético. Dispone de placas solares y un sistema auxiliar de aerotermia con la finalidad de ser energéticamente autosuficiente.
El precio que paga cada alumno por su estancia es de 845 euros al mes, y, si hay disponibilidad, las habitaciones dobles de la cuarta planta pueden ser ocupadas por los progenitores de alumnos que vengan a visitarlos en alguna ocasión a un precio ajustado.
Además, el centro cuenta con un salón de actos coqueto y luminoso donde la nueva cátedra de flamenco de la UCA espera ofrecer algunos espectáculos, además de conferencias, coloquios y masterclass que llenen de contenido las horas libres de los estudiantes. Sin olvidar que el Colegio Mayor está abierto a la ciudadanía para que puedan disfrutar también de algunos de estos actos, con lo que la UCA confirma su vocación de hacer ciudad a la vez que forma a los jóvenes.
Un edificio histórico y vinculado a la universidad desde siempre
Inaugurado en 1954 y cerrado desde 2002, la Universidad de Cádiz ha acometido en los últimos años varias propuestas para la rehabilitación de su Colegio Mayor.
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