El comercio quiere un plan para crecer en el casco antiguo
El desarrollo del comercio en Cádiz
Pide al Ayuntamiento un estudio integral para mejorar todas las infraestructuras
Busca ampliar las calles más comerciales
Cádiz/El comercio sale poco a poco de los largos años de crisis que se llevaron por delante a muchos de sus nombres de referencia y dejaron bajo mínimo a parte de las calles del casco antiguo, siempre bulliciosas a la hora de las compras.
La llegada de firmas nacionales e internacionales y la recuperación de una oferta puramente gaditana han vuelto a poner a la capital a la cabeza del comercio en la provincia, a lo que está ayudando de forma ostensible el fuerte incremento del turismo en la ciudad.
Al contrario de lo que pasa en las restantes grandes poblaciones de la provincia, el casco histórico sigue siendo una referencia comercial. Aunque haya perdido población y se haya incrementado el porcentaje de residentes mayores, la fortaleza del turismo, especialmente gracias a los pisos y apartamentos turísticos, permite mantener en pie a buena parte de unos negocios que estarían abocados al cierre si tuviesen que subsistir sólo con la población autóctona.
Que las cosas vayan bien, o por lo menos que se cumplan los objetivos anuales, no significa que el camino ya esté recorrido. Para que el comercio sea una de las principales patas de la economía de la capital sin temor a fluctuaciones es esencial plantear un plan integral que defina cómo debe desarrollarse este sector y su implicación en la ciudad, estrechamente unido a la mejora de la trama urbana, la hostelería y el turismo.
Desde Cádiz Centro Comercial Abierto, que en los últimos años ha reordenado y potenciado su asociación, se considera esencial contar con un plan de este tipo, coordinado por el Ayuntamiento y los colectivos empresariales y con una clara visión de futuro a la hora de reordenar la ciudad.
"Hay que plantear un desarrollo del comercio y de la ciudad que hoy no existe", destaca Manuel Queiruga, presidente de esta asociación, evitando actuar así de forma independiente por calles o barrios y por áreas municipales.
Tiene claro Queiruga, y los comerciantes, que la apuesta por el comercio incluye diversos aspectos de la vida ciudadana.
Así, se considera que debe incrementarse la peatonalización de buena parte del casco antiguo, facilitando el acceso a los aparcamientos. Una peatonalización que no debe limitarse a instalar una señal de tráfico si no que debe ir acompañada por el arreglo de todo el firme, con un diseño habitual en este tipo de vías, como pasa en Ancha, Columela y San Francisco, entre otras calles peatonales ya veteranas.
La iluminación es también esencial, a fin de que no se produzcan zonas oscuras, algo hoy claramente perceptible al ver la diferencia de luz entre Columela y calles que la atraviesan. Queiruga destaca que la penumbra "no anima al paseo" y reconoce que es uno de los grandes problemas que tiene la zona comercial.
La limpieza, mejorable en determinadas zonas, y la seguridad, que actualmente es la adecuada, complementan el plan propuesto al que se añade la petición de adecentamiento de las fincas y de los propios locales comerciales, tanto los que ya están en uso como los escaparates de los que se encuentran vacíos.
Más allá del bloque de calles céntricas más comerciales, y donde es difícil encontrar un local vacío o se ocupan éstos con rapidez, Cádiz Centro Comercial Abierto ha planteado al Ayuntamiento actuaciones que expandan el circuito de calles comerciales en la ciudad. Se menciona así el buen nivel que están alcanzado vías como Rosario o José del Toro, aunque en ambas, especialmente en la primera, aún son necesarias mejoras urbanísticas. José del Toro es, para esta entidad, un ejemplo a seguir pues los negocios ya abiertos están logrando una cierta estabilidad en los últimos años.
En ambas vías, curiosamente, se ofrece una variedad amplia de comercios, alejados de las franquicias y las grandes marcas y con un sello muy gaditano.
La expansión de las calles más comerciales, junto a las mejoras reclamadas al Ayuntamiento, deben ir pareja a la llegada de nuevos empresarios dispuestos a instalarse en ellas. Como aspecto positivo está el coste del alquiler de los locales, que no pasa de los 5 o 10 euros el metro cuadrado, cuando en vías como Columela o Ancha se dispara hasta los 50 o 60 euros, lo que supone que algunos lleguen a los 5.000 euros al mes. Compañía, a pesar de ser uno de los referentes de la ciudad, el valor medio ronda los 20-30 euros el metro cuadrado cada mes.
Conscientes del coste que puede tener abrir un comercio en una calle hoy de segunda, pero con el objetivo de ser calle de primera, el sector considera que el Ayuntamiento podría apoyar este plan con una reducción de los impuestos a pagar, al menos hasta que se asiente la nueva oferta.
Junto a ello, en manos del Ayuntamiento, y de los propios comerciantes, quedaría la organización de eventos festivos que atraigan a los visitantes, asumiendo Manuel Queiruga que hay barrios en la ciudad con su propia idiosincrasia, lo que invita a la instalación de un tipo de comercio muy determinado. Es el caso de La Viña, más centrado en la hostelería y en el pequeño comercio del día a día, aunque el dirigente comercial tiene claro que Cádiz necesita, por la proyección que tendría, un barrio artístico, como ocurre en Sevilla o Málaga.
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