La Comisaría se une al listado de equipamientos en lista de espera
Los equipamientos paralizados en Cádiz
El Ayuntamiento tendrá que asumir con sus fondos la obra de la avenida de Astilleros
La nueva sede de la Comisaría de la Policía Nacional en Cádiz, a construir en terrenos de la avenida de Astilleros, se acaba de unir de pleno derecho al selecto club de grandes equipamientos públicos que duermen en el cajón de las administraciones públicas.
Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior y candidato del PSOE por Cádiz, lo dejó ayer bien claro: tras el importante gasto realizado en el viejo edificio de la Comisaría de la avenida de Andalucía, el edificio hay que aprovecharlo y volver a utilizarlo como sede policial.
Si el ministro fue rotundo en esta reflexión, no lo fue, sin embargo, en la defensa del proyecto de la nueva sede, reclamado por la mayor parte de los colectivos policiales, ni, evidentemente, fue capaz de poner fecha para la ejecución del equipamiento junto a la terminal férrea.
Todo ello recuerda al proceso de paralización y olvido que han sufrido otros grandes centros públicos, tanto del Estado como de la Junta de Andalucía, en los últimos quince años.
La ciudad ofrece un amplio catálogo de solares vacíos, atendiendo a su reducido término urbano, que desde hace años, si se hubieran cumplido los calendarios comprometidos, tendrían que dar cabida al Hospital Regional de Cádiz, a la Ciudad de la Justicia o al complejo administrativo de la Subdelegación del Gobierno, como centros de mayor relevancia.
En el caso de la nueva sede de Comisaría, del proyecto se lleva ya hablando unos años. El propio Ayuntamiento de Cádiz, a través de su teniente de alcalde de Urbanismo, Martín Vila, ha mantenido numerosas reuniones con el Ministerio del Interior, a fin de cerrar ya un protocolo de intenciones por el que la ciudad aportaba un solar en la avenida de Astilleros para el nuevo edificio a cambio de quedarse con las instalaciones de la avenida de Andalucía y las dependencias junto a la muralla de Puerta de Tierra.
Curiosamente, el propio Ayuntamiento puso a su Oficina Técnica de Urbanismo a disposición de Interior para la ejecución del nuevo proyecto, a fin de agilizar los plazos del nuevo edificio.
Con el edificio de la avenida de Andalucía en sus manos, el Ayuntamiento pretendía reconvertirlo en un hotel y con las pluvalías financiar las obras de reurbanización de la avenida de Astilleros.
Ahora se abre un nuevo panorama. Teniendo en cuenta que el Ministerio de Interior no tiene intención de acelerar el proyecto de su nueva sede en la capital, el Ayuntamiento va a tener que poner en marcha el ‘plan b’ previsto dentro del Plan Plaza de Sevilla: afrontar con sus propios fondos la urbanización de la avenida de Astilleros.
Se es consciente de que este proyecto no puede dilatarse más en el tiempo por lo que habrá que incluir partidas de financiación en los próximos presupuestos, a la vez que se busca financiación añadida de otras administraciones públicas e incluso de la Unión Europea.
Fuentes municipales lamentaban ayer la postura del ministro Marlaska, destacando también la elevada cantidad de dinero que se ha tenido que invertir en la recuperación de un edificio cuyos usos o bien iban a cambiar o, simplemente, iba a demolerse.
Por si fuera poco, el Ministerio del Interior aún debe ejecutar obras en todo el interior de su vieja Comisaría, ya que hasta ahora sólo se ha arreglado el exterior del inmueble, que se encontraba en mal estado.
En todo caso, desde el gobierno local se mantendrá abierta una línea de contacto con el Ministerio del Interior para evitar el parón o ralentización de este proyecto y evitar que la espera no supere los quince años que ya se acumulan en el Hospital, en la sede judicial o en la subdelegación del Gobierno.
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