Condenado a siete años y diez meses de prisión el atracador del barrio de La Laguna
Sucesos
La sentencia considera que fue autor de dos robos, pero lo absuelve de dos atracos de los que también fue acusado
El Juzgado de lo Penal número 5 de Cádiz ha condenado a José Antonio B. Ch., de 46 años de edad, a siete años y diez meses de prisión por dos atracos cometidos en el barrio gaditano de La Laguna y que generaron cierta alarma social. En concreto, los delitos por los que irá a la carcel son los de robos con intimidación con uso de arma.
La condena se produce por un atraco cometido al establecimiento Fabripán, situado en la calle Pintor Zuloaga, y por el atraco a un vecino de la zona en su portal poco tiempo después de que sacara dinero. El acusado, que estuvo defendido por el abogado Manuel Villanego, ha sido absuelto de otros dos atracos realizados en la pastelería La Trufa, también en Pintor Zuloaga, ya que no pudo quedar acreditado que fuera el autor.
El primero de los hechos tuvo lugar el 18 de julio de 2018, cuando José Antonio B. Ch., que ya contaba con antecedentes penales, entró pasadas las ocho y media de la tarde en la panadería Fabripán con una gorra, gafas de sol y se puso un pañuelo para ocultar su rostro. Exhibiendo un cuchillo de grandes dimensiones, se dirigió a la dependienta del establecimiento diciéndole que era un atraco, se dirigió a la caja y cogió los 400 euros de la recaudación de ese día.
Dos semanas después, el 1 de agosto a la una de la madrugada, el ahora condenado abordó por la espalda a un vecino de la calle Goya cuando éste iba a abrir el portal de la vivienda, le tapó la boca y le acercó un cuchillo al costado diciéndole "sólo quiero el dinero". La víctima abrió la cartera y le entregó 40 euros.
Por su parte los dos robos que se cometieron en La Trufa y por los que ha sido absueltos tuvieron lugar el 19 de julio y el 29 del mismo mes y los dos prácticamente a la misma hora, en torno a las once y media de la noche. En el primero, una persona que llevaba una gorra y se tapaba la cara con un pañuelo, accedió al establecimiento portando un cuchillo, por lo que la empleada del establecimiento se encerró en el baño. De ahí la persona no identificada cogió 600 euros de la caja pero en el juicio no ha podido quedar acreditado que José Antonio B., participara en los hechos.
Tampoco lo ha quedado en el que se produjo el 29, ya que una persona que llevaba una gorra y la cara tapada por una bufanda de camuflaje, entró en el mismo establecimiento con un cuchillo y se llevó los 800 euros de la recaudación del día. Al igual que ocurrió pocos días antes, las dependientas se escondieron en el cuarto de baño mientras ocurría el delito, por lo que tampoco han podido identificarlo.
La juez estima que en estos dos casos se aplica el principio de in dubio pro reo, puesto que la prueba practicada no aclaraba las dudas sobre la pasrticipación del acusado.
La juez ha estimado como agravante el uso de disfraz para cometer sus acciones pero se ha compensado con el atenuante de su drogadicción.
Finalmente por el atraco a Fabripán le ha impuesto una pena de cuatro años y cuatro meses de prisión y que indemnice al propietario de la tienda con 400 euros, que es el dinero que se llevó; y al del vecino con otros tres años y medio y la devolución de los 40 euros.
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