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Conmoción y muchas preguntas en la calle

Sacerdotes y gaditanos no comprenden la vinculación del obispo emérito en este caso

P-M.D.

15 de febrero 2017 - 06:55

cádiz/"Pongo la mano en el fuego por él". Con ese mensaje amanecía ayer el día en el que la ciudad se levantó conmocionada por la noticia de la petición de imputación de Ceballos en la causa de los ERE. Retirado desde octubre de 2011 en Jaén, tras ceder el testigo de la diócesis a Rafael Zornoza, el obispo emérito es una persona que dejó en la ciudad y en el resto de la diócesis un grato recuerdo por su personalidad y bonhomía (uno de los aspectos que mejor definen a Ceballos). Por ese motivo, la incredulidad era la respuesta generalizada de sacerdotes y gaditanos ayer.

"Le he visto una austeridad personal sorprendente, una preocupación efectiva por los pobres que resulta profética y un alegre cansancio recorriendo todos los rincones de Cádiz y Ceuta. Si en algo ha faltado, dudo que fuera consciente", afirmaba de manera rotunda un sacerdote, afectado por los titulares que en el día de ayer acaparó Ceballos. Ciertamente, ese carácter austero y esa preocupación por los más necesitados eran aspectos conocidos del obispo emérito, que seis años después de dejar la titularidad de la diócesis se enfrenta a este mal trago.

"Son maneras distintas de salir en los periódicos. Este es por pedir para los gaditanos", comentaba también ayer un ciudadano, que mostraba sus dudas sobre algún tipo de práctica no ajustada a la legalidad por parte del anterior mandatario de la diócesis.

Junto a la conmoción, la noticia causó también muchos interrogantes en las calles de la ciudad. Después de resolver (con muchos apuros e inconvenientes) la situación laboral de medio centenar de familias y de lograr poner en marcha un geriátrico que se inauguró de forma oficial al comenzar el año 2012 -curiosamente cuando Ceballos ya estaba en Jaén, acudiendo Zornoza a ese acto de inauguración-, muchos no se explicaban ayer qué mal uso del dinero se puede achacar al Obispado. "Pidió para otros sin tocar un duro de nadie. Y eso es vox populi", exclamaba otro sacerdote que valoraba la situación.

La posible imputación por tráfico de influencias por el hecho de enviar una carta al consejero de Empleo solicitando ayuda originaba también ayer muchas dudas. "Yo lo veo como una maldad contra la Iglesia", afirmaba un gaditano, que rechazaba también cualquier posibilidad de responsabilizar a Ceballos de alguna actuación apartada de la legalidad.

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