Cuando la Constitución de Cádiz reinó en Brasil

Cádiz/El 10 de febrero de 1821 se juró en Brasil la Constitución de Cádiz de 1812. La fiebre liberal que hizo tiritar a Europa contagió por entonces la otra orilla y el texto promulgado nueve años antes en la capital gaditana fue proclamado en la plaza principal de Salvador de Bahía, la pujante ciudad brasileña en la fue fraguando el sentimiento independentista y el deseo de emancipación de la metrópolis, Portugal en su caso. La vigencia de la Constitución gaditana en Brasil fue efímera, cuatro meses, pero el hecho se recuerda allí como un dato histórico que ahora, 202 años después de aquella jura, se ha convertido en conmemoración con la inauguración de un monumento dedicado a ‘La Pepa’ gaditana.

El homenaje a la Constitución del Doce se realizó ayer mismo en la plaza Thomé de Souza de la ciudad brasileña, el lugar elegido por el Ayuntamiento de Salvador por ser donde se hizo efectiva aquella jura de 1821, preludio de la independencia que llegaría en 1822. El acto, además, estuvo acompañado un día antes por una conferencia en el Instituto Cervantes de Salvador de Bahía, en la que el historiador Jairdilson de Paz Silva, de la Universidad de Salamanca, habló sobre ‘La jura de la Constitución de Cádiz en Salvador de Bahía’.

El director del Instituto Cervantes en Salvador, Daniel Gallego Arcas, explica a este periódico la importancia que en Brasil, y en especial en esta ciudad, se da al hecho histórico de adoptar en toda su extensión la Constitución de Cádiz simplemente con su traducción al portugués. Fue por tanto, aunque brevemente, la primera carta magna brasileña.

Daniel Gallego resalta el interés puesto por el Ayuntamiento de Salvador de Bahía en llevar a cabo este homenaje en el mismo día en que se juró el texto constitucional y en el mismo lugar hace 202 años. Conmemorarla en su bicentenario, en 2021, hubiera sido complicado por la dureza de la pandemia de coronavirus.

Junto al director del Cervantes de Salvador estuvieron ayer en la inauguración del monumento el alcalde de la ciudad, Bruno Soares Reis; la vicealcaldesa, Ana Paula Matos; la embajadora de España en Brasil, María del Mar Fernández-Palacios, y el cónsul general de España en Salvador, Carles Pérez-Desoy Fages.

Aquella jura histórica de la Constitución, vigente en ese momento en España por el Trienio Liberal que la recuperó antes de Fernando VII le diera el golpe definitivo, y absoluto, se produjo en un momento en el que Brasil se había rebelado ya contra su condición de colonia y de pleitesía al rey Joäo VI, aunque el juramento del texto liberal, como ocurrió en Cádiz, incluía el mantenimiento del monarca. También en Portugal el propio rey juró esa Constitución, en un movimiento parejo al que había realizado Fernando VII poco antes de abolirla para iniciar el Sexenio Absolutista.

Pero en Brasil, como en otros países de Sudamérica en torno a esos años, la Constitución de Cádiz y el propio movimiento liberal fue calando en la sociedad hasta que el poder central europeo fue perdiendo fuelle en favor de la independencia de los nuevos países.

De ahí que, como señala Daniel Gallego, se haya querido conmemorar aquel hecho histórico como una especie de precedente de los intentos del país por dejar de pertenecer a la Corona portuguesa para iniciar una historia propia.

Sobre este asunto, sobre la promulgación de la Constitución de Cádiz en Salvador y su repercusión en el futuro de Brasil, versó la conferencia que Jairdilson de Paz Silva pronunció en la sede del Instituto Cervantes de la capital del estado de Bahía. Este investigador e historiador brasileño, profesor de la Universidad de Salamanca, abordó “la estela que dejó el movimiento liberal de España con la aprobación de la Carta gaditana de 1812 por las Cortes Generales Españolas, la Revolución de Oporto de 1820, el auge de los movimientos liberales en Brasil y la adopción del texto constitucional español”, según informa el Instituto Cervantes.

“Fruto de aquel proceso –prosigue el Instituto–, el 10 de febrero de 1821 Bahía formó una junta provisional que se reunió en el Consistorio y pasó a titularse de Junta Provisional Governativa da Província da Bahia. El movimiento reafirmaba la fidelidad al rey de Portugal, João VI, y a la constitución que fuera a aprobarse en las Cortes de Lisboa. Interinamente, se juraba la Constitución de Cádiz, que también fue adoptada en Portugal tras jurarla el propio rey João VI”.