Convence el Valcárcel universitario

Recuperar el uso educativo del edificio Valcárcel para que pueda albergar la Facultad de Ciencias de la Educación. Ésta es una propuesta de la Universidad de Cádiz que no ha sido valorada por la Diputación ni por el Ayuntamiento, ya que como publicó este medio el pasado martes tanto el presidente de la institución provincial, José Loaiza, como el teniente de alcaldesa de Urbanismo, Ignacio Romaní, aducen que hay un proceso judicial abierto sobre la propiedad del bien patrimonial y, por tanto, prefieren no entrar a valorar ahora posibles alternativas. Sí lo hizo el delegado de la Junta de Andalucía en Cádiz, Fernando López Gil, que ve con buenos ojos el traslado, aunque en el caso de que pudiera materializarse la operación, ésta estaría supeditada al coste de la reforma y adaptación de la instalación.

¿Pero qué dice la calle, qué dicen los vecinos y comerciantes de la zona donde se emplaza el edificio Valcárcel? Cristóbal Cornejo aplaude la iniciativa de volver a llenar las aulas del Valcárcel de estudiantes. El propietario de la tienda Deportes Balón, en la calle San Rafael, asegura que muchos de sus clientes son universitarios y lamenta por ello que la cercana Escuela Superior de Ingeniería vaya a mudarse al campus de Puerto Real a lo largo del próximo curso. "Cuando los universitarios se van de vacaciones lo notamos bastante en la tienda. Disminuyen las ventas. Ellos compran aquí sus tenis, sus calzonas, sus mochilas, y cuando acaban las clases notamos el bajón. Y más lo vamos a notar cuando se vaya Ingeniería". Es por ello que Cornejo se muestra partidario de que los más de 2.500 estudiantes de las cuatro titulaciones que se imparten en Ciencias de la Educación acaben en Cádiz. "¡Sería un pelotazo!", manifiesta sin más.

A unos metros de Deportes Balón se encuentra la copistería Máster, bien conocida por los universitarios de la zona. Tras el mostrador, Iván Torres también da un sí a la llegada de nuevos estudiantes, y no sólo recuerda que se va Ingeniería: "Los alumnos de la Escuela de Hotelería Fernando Quiñones también se van a ir en breve a la Zona Franca, y aquí lo vamos a notar". "Cuanto más movimiento estudiantil haya por la zona, mejor irá a los comercios y tiendas de los barrios de El Balón y La Viña", agrega.

Carmen, vecina de La Viña, considera que ese 'desembarco' revitalizaría el barrio, y hace hincapié en el mal estado de muchas de las fincas que en él se ubican. "Si vienen miles de universitarios, la mayoría de ellos tendrán que buscar alojamiento, así que a ver si finalmente sale este proyecto y se rehabilitan viviendas en el barrio, que hace mucha falta".

Antonio, un joven que transita por la calle La Palma, reconoce no estar al tanto de la propuesta de la UCA, pero se muestra interesado por ella al conocer que, en el caso de trasladarse Ciencias de la Educación al Valcárcel, se construirían pistas deportivas junto al edificio, pues uno de los títulos de grado que se imparten en la Facultad es Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. "¿Y esas pistas podrían utilizarlas los vecinos de la zona o sólo los estudiantes?", pregunta el gaditano de 18 años.

En la tienda de frutos secos Don Pis, Gabriel Fernández se muestra escéptico: "Pero si aquí no traen nada, sólo se llevan. El instituto La Viña lo quitaron, el Museo del Carnaval ya no se hará aquí, la Escuela de Hostelería se va ahora... Esto está muerto", se desahoga el vendedor. La idea de que el Valcárcel albergue un centro de la UCA le parece positiva, pero duda de que se vaya a materializar. "Sería estupendo para el barrio porque notaríamos la presencia de esa juventud. Lo notaríamos los comerciantes y los vecinos que alquilan pisos a estudiantes. Estaría bien porque esto está muerto, pero no sé yo si lo veremos".

En cambio, en la hamburguesería La Caleta, en la calle Rosa, no acogen con demasiado entusiasmo esa posible llegada de la comunidad universitaria de Ciencias de la Educación. "La verdad es que no vienen muchos universitarios al local, no son nuestros principales clientes. Pero imagino que algo lo notaríamos", comenta una empleada.

¿Y en la noche? ¿Se nota en la noche la presencia de los jóvenes que cursan sus estudios en el Campus de Cádiz? ¿Es un público que genera beneficios, un público querido? "La presencia de los universitarios se nota, se necesita y se quiere", responde Pablo Bonilla, uno de los socios y encargado del Imagina Club, espacio multicultural ubicado en la Punta de San Felipe. Bonilla explica que los universitarios -incluyendo también a los estudiantes Erasmus- constituyen un público "que, aunque no es el que más consume, llena los locales y no te pone pegas a la hora de pagar la entrada para acceder a un local donde se celebra una fiesta temática o hay una actuación. Además, es un público que está al día de las novedades musicales y que responde cuando se trae a grupos y djs del momento".

Además de informar a través de las redes sociales de sus eventos, El Imagina Club tiene un equipo de relaciones públicas que acude a los centros universitarios para animar a los jóvenes a participar en dichos eventos. "Una semana sí y una no organizamos fiestas para los universitarios y también para los Erasmus", comparte Bonilla. Y a todo lo expuesto, agrega: "El público universitario es un público que hay que cuidar. Es un público que es el futuro".