El comercio de Cádiz cierra resignado a las 6 y clama por ayudas para sobrevivir
Coronavirus | Cádiz
Algunas tiendas acumulan decenas de miles de euros en pérdidas y temen tener que liquidar
El sector sueña con salvar las campañas del ‘Black Friday’ y de Navidad
Cádiz/Como el centro de la capital estonia de Tallin un sábado de invierno por la tarde. Así estaba el centro comercial del casco histórico de Cádiz ayer, a partir de las seis. Con resignación, escepticismo y responsabilidad, los comerciantes echaban las barajas de sus tiendas el primer día de unas restricciones horarias que pretenden contribuir al freno de una pandemia cuyas cifras se disparan también en Cádiz. Unos han optado por la jornada continuada de 10:00 a 18:00 horas. Otros, por mantenerla partida.
Muchos no creen que la medida vaya a ser efectiva, pero la asumen como un mal menor que descarta, de momento, otro temido confinamiento. O como un ejercicio de responsabilidad socialejercicio de responsabilidad socia que superpone la salud de la comunidad a su propia economía. Todos, sin embargo, claman por ayudas públicas que les permitan sobrevivir después de acumular decenas de miles de euros de pérdidas. Porque no son pocos los que temen tener que cerrar.
Silvia Cardeñosa, propietaria de Tierra, en la calle Compañía, ha decidido mantener su tienda abierta de seguido. “Vamos a perder más ventas en este noviembre que ya estaba siendo peor que nunca. Pienso que el cierre a las seis es una medida excesiva y poco eficaz, porque contagiarte, te puedes contagiar lo mismo a las cuatro que a las siete de la tarde... Veo difícil un cambio de hábitos... Creo que este nuevo horario no va a influir para nada en la cifra de contagios y en la de ventas, mucho, seguro. El que solo pueda comprar por la tarde está claro que se meterá a comprar a internet, que es nuestra gran competencia. Además, desde que existe el Black Friday, cada vez hay más gente que adelanta las compras navideñas”.
“¿Que si nos hacen falta ayudas públicas? Lo que yo no sé es cómo voy a sobrevivir a todo esto. Si no me ayudan, tengo claro que no voy a sobrevivir. Me temo que voy a tener que cerrar porque no veo luz al final del túnel. Lo de la vacuna es muy buena noticia, pero de ahí a que recuperemos todo lo perdido este año y se vuelva a reactivar la economía... Yo he perdido muchísimo dinero este año: por los dos meses que tuve cerrado y porque no he tenido el turismo habitual de otros años. La mayor parte de mi clientela son cruceristas. He perdido las dos terceras partes de la clientela... Las ayudas deben ir para pagar gastos fijos, pero también salarios. Yo no dejo de acumular mensualidades de alquiler, y eso que me rebajaron a la mitad en el confinamiento. Ahora confío en que pueda llegar a un nuevo acuerdo por esta nueva situación”.
A Anabel, empleada de Incas Arte Sano, en la calle Novena (10:00 a 18:00) le preocupa que la tienda haya estado vacía por la tarde. “No sé cómo funcionarán estos horarios. Solo somos dos empleadas y yo ya estoy en jornada reducida. Espero que esto vaya bien y no terminemos en un confinamiento. Pero también veo que aunque cerremos a las seis, la gente va a estar en la calle hasta las diez. Los grupitos se van a seguir juntando...”
Narciso Lara Tovar, gerente de Isi, también ha decidido abrir las mismas ocho horas seguidas. “La mayor parte del público suele venir por la mañana, pero este horario nos perjudica mucho porque perdemos tres horas, que vamos a intentar recuperar a la hora de la comida. La gente tendrá que acostumbrarse a salir de compras más temprano. Pero lo veo difícil... Las ayudas públicas son ahora fundamentales. Sobre todo, aplazar el pago de impuestos... Llevamos 75 años abiertos y en todo este tiempo ha habido situaciones complicadas, pero ninguna como esta. En cualquier caso, estoy convencido de que saldremos adelante”.
Pilar y Noelia, de Cuchara de Palo, han preferido la jornada partida. “Abrimos de 10:30 a 14:00 y de 15:00 a 18:00. Y de momento, este primer día, contentas... Las ayudas públicas nunca vienen mal, pero ahora mismo estamos todos viéndolas venir... Tengo fe en que la gente se acostumbre al nuevo horario y en que nos adaptemos, en que nos concienciemos de que es bueno gastarse el dinero en nuestra ciudad... Pregúntame dentro de 15 días, igual estoy llorando”.
A JiaJia Xu, propietaria de Chic Glam Boutique (de 10:00 a 18:00) también le inquieta el panorama: “Se nota que la gente no está saliendo a comprar. Esta tarde no hemos hecho prácticamente nada... No sé si esta medida a servir para algo. Creo que la juventud se va a seguir juntando lo mismo. .. Yo me lo trabajo mucho en redes sociales, sobre todo en Instagram, donde informo de las novedades y tengo muchos seguidores. Internet ayuda mucho, pero la tienda física es imprescindible... Las ayudas públicas son necesarias para mucha gente, aunque yo me estoy defendiendo. La situación es muy complicada... Pienso sobre todo en los bares. Y yo también lo voy a notar”.
José Moreno también ha decidido abrir La Cápsula de 10:00 a 18:00. “15 días es poco tiempo para que la gente cambie de hábitos, pero ojalá que esto no dure más. No sé si puede ser efectiva esta medida para frenar la pandemia. Yo me lo tomo como un mal menor, porque pensaba que quizá nos podrían cerrar. Y eso sí que me daba miedo. Y si esto sirve para controlar la pandemia y que la cosa vaya a mejor, considero que podemos hacer este esfuerzo. Otra cosa es si nos colásemos en Navidad. Pero no temo que mi negocio se vaya a ir a pique por esto. Por naturaleza soy siempre optimista. Si esto es lo que tenemos que poner, por mi parte yo lo pongo, no hay problema”.
Juan José Domínguez, de Calvichis (de 10:00 a 18:00, en la calle Rosario), también parece verlo como un mal menor. “No tengo ni idea de si esta medida, en 15 días, va a servir para algo. Sí sé que dos meses de confinamiento son muchos... Y esto es un punto intermedio... Todo el mundo quiere hacer negocio, pero también queremos que la gente se recupere. Hay que vivir de algo, pero tenemos la situación que tenemos. Sí, se trata de conseguir un equilibrio entre salud y economía, pero no creo que actualmente nadie sepa cómo conseguirlo. Ahora están pensando en confinar en Suecia... ¿Ayudas públicas? Estaría bien quizá que hubiese carencias en el alquiler, en la cuota de autónomo, en impuestos... ¿municipales también? No lo sé, supongo que sí...”
Para Carlos Yáñez, de Mechanics (abre de 10:30 a 14:00 y de 16:00 a 18:00)este primer día ha sido “nefasto”. “Entiendo que estas medidas pueden contribuir en algo a frenar la pandemia, pero creo que la solución es otra, que es reforzar la sanidad pública, y no dejar que se mueran ni las personas ni los negocios. Porque vamos a morir muchísimos. Aquí nadie nos está ayudando. Ni los dueños de los locales, ni nadie. Llevo 13 años abierto y espero durar mucho más. Como se pierda el Black Friday, puede ser desastroso. En lo que llevamos de pandemia acumulo 20.000 o 30.000 euros de pérdidas.
En Puertatierra, la tónica ha sido muy parecida, según cuenta Alicia Reyes, presidenta de la Asociación de Comerciantes de Extramuros. “Ha sido un día muy triste y raro, sin apenas gente en la calle, estamos todos con los ánimos muy abatidos. Ylas ayudas son pocas y no son prácticas. Todavía estamos pendientes de las del Ayuntamiento y las de la Junta, que cuando lleguen, no solucionarán nada”.
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