Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Inventarios de diciembre (4). Desigualdad
Cambiamos el terciopelo rojo de los asientos o la moqueta por paredes blancas, libros y cuadros colgados. No hubo retrato del rey Felipe, pero hubo bandera de España. No hubo asistentes en San Juan de Dios, pero sí pudo verse por la televisión. El Pleno del Ayuntamiento de Cádiz ha celebrado este martes su primera sesión telemática en la historia, una convocatoria en la que físicamente cada concejal estaba en su casa, confinado, pero pudo asistir al debate y ejercer el voto, aunque fuera por medio de sus portavoces.
Luto riguroso en los concejales del Partido Popular, que escenificaron su petición de luto oficial que está desatendiendo el Ayuntamiento y el Gobierno de la nación vistiendo traje negro con corbata negra ellos (Juancho Ortiz, José Manuel Cossi y José Carlos Teruel), y ropa también de color negro ellas (Maite González, Carmen Sánchez y Nuria Álvarez). Camisa blanca para el alcalde, José María González, y el concejal no adscrito, Domingo Villero. Rojo chillón para Martín Vila. ¿Simbología? ¿Guiños? Y ropa más informal, excesivamente informal en determinados casos, para el resto de ediles.
También se vieron algunos cambios de look que se han realizado en estos días de encierro hogareño. Como el bigote ‘vintage’ del alcalde o la amplia perilla que se ha dejado Villero.
El pleno telemático que se ha podido seguir gracias a la televisión municipal ha mostrado una imagen más hogareña de los concejales. Salvo el alcalde, que ha seguido la sesión desde su despacho en el Ayuntamiento (acompañado además de algún asesor, a quien dirigió algún gesto y sonrisa durante el debate), y el secretario municipal, que lo ha hecho desde la sala de Junta de Gobierno Local, el resto de concejales y técnicos han asistido desde fuera de la Casa Consistorial. Y esta circunstancia ha dejado ver algunos detalles decorativos (como la bicicleta en el techo de Páez, los espejos con grandes marcos de Mara Rodríguez, la pared a rayas de Cazalilla, o la pintura -suponemos que de Luis Gonzalo González- de Maite González) de una parte de los hogares de la Corporación. No hubo cocina, en este caso, pero sí algunas librerías con libros de Tolkien o con un enorme escudo del Cádiz como el que tenía a su espalda Carmen Fidalgo.
Poco más de una hora ha durado esta primera sesión telemática en la historia del Ayuntamiento. Algo más de sesenta minutos en los que no han faltado los errores técnicos, en este caso a la hora de intervenir la portavoz del PSOE, Mara Rodríguez, cuya conexión a internet le jugó una mala pasada; ni tampoco la visibilidad de los sentimientos tan fuertes que esta epidemia del coronavirus está poniendo a flor de piel en buena parte de la sociedad. En este caso, ha sido especialmente visible en las dos concejalas de Ciudadanos, sobre todo en Carmen Fidalgo -médico de profesión-, que no pudo reprimir las lágrimas a la hora de rendir homenaje a toda la ciudadanía en estas difíciles semanas. “Las administraciones nunca podrán resarcirlos lo suficiente”, ha trasladado esta mañana Lucrecia Valverde a la ciudadanía en relación a la epidemia y a las consecuencias que está teniendo. Pero el Ayuntamiento ha dado, a través de una videoconferencia con treinta personas, un paso más para aliviar la situación.
Temas relacionados
También te puede interesar
Lo último
Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Inventarios de diciembre (4). Desigualdad
Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Editorial
Rey, hombre de Estado y sentido común
No hay comentarios