Coronavirus: Las cuatro fases de la Conferencia Episcopal

Los obispos españolas trasladan unas orientaciones muy parecidas a las ya dadas en Cádiz por la Pastoral de Salud

Un cargador reza frente a la escalinata de la iglesia donde se encuentra depositada una ofrenda floral.
Un cargador reza frente a la escalinata de la iglesia donde se encuentra depositada una ofrenda floral. / Julio González

En paralelo a toda España y siguiendo las indicaciones del Gobierno, la Conferencia Episcopal ha elaborado su propio plan de desescalada, detallando qué cambios o qué escenario se encontrarán parroquias y templos en cada una de las fases fijadas por el Gobierno. Los obispos españoles han hecho público una serie de orientaciones que, en líneas generales, coinciden con la que la Pastoral de Salud de la diócesis de Cádiz había lanzado ya el miércoles a los sacerdotes (tal y como publicó este periódico).

En la actual Fase 0 en que se encuentra España las iglesias mantienen el “culto sin pueblo” (con las excepciones de aquellos templos que en Cádiz, por ejemplo, se mantienen abiertos) y una “atención religiosa personalizada”.

Para la Fase 1, que en el caso de la diócesis todo indica que se activará el 11 de mayo, ya es sabido que se permitirá el acceso de público a las misas, con un tercio del aforo del templo. Y para la Fase 2 (en principio prevista a partir del 25 de mayo) la Conferencia Episcopal señala el “restablecimiento de los servicios ordinarios y grupales de la acción pastoral” aunque con diversas limitaciones y condicionantes. Para la fase 3 se anuncia una “vida pastoral ordinaria que tenga en cuenta las medidas necesarias hasta que haya una solución médica a la enfermedad”.

Pese al regreso a las iglesias, los obispos mantendrán la dispensa del precepto dominical, invitando especialmente a las personas mayores, enfermas o en situación de riesgo “a que valoren la conveniencia de no salir de sus domicilios”. El uso de mascarilla, ampliar el número de misas, o sustituir la colecta por otra a la salida del templo son algunas de las medidas que plantean los obispos y que prácticamente ya había trasladado a los sacerdotes de la diócesis la Pastoral de Salud.

Entre las indicaciones más curiosas, está la de suprimir los coros en las misas, recomendando en su lugar “un solo cantor o algunas voces individuales y algún instrumento”; o trasladar las confesiones a un lugar más amplio, algo que por ejemplo ya ha hecho Santo Domingo, que está confesando en la sacristía.

No se olvidan los obispos de los bautizos, confirmaciones o bodas, para los que plantean ritos más sencillos donde se preste especial atención a la higiene y a la ausencia de contactos físicos entre los participantes.

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