Diez años con El Corte Inglés a la espera de abrir el nuevo puente
La gran superficie, como el resto del comercio, centra en esta infraestructura sus expectativas de crecimiento
Hace diez años El Corte Inglés abrió el que entonces se consideraba como uno de los mayores centros comerciales del sur de España y el mayor de la provincia. Con una inversión que rondó los 60 millones de euros, era una apuesta arriesgada para la empresa al ubicarse en una zona con baja renta y una importante carga de superficies comerciales en su entorno, pero a la vez muy esperada: los ayuntamientos democráticos llevaban años insistiendo a la dirección de este grupo de la importancia de abrir en la Bahía. Y así se llamó el complejo que un martes 22 de mayo de 2001 inauguró Isidoro Álvarez, presidente del primer grupo comercial de Europa, acompañado de "todo Cádiz".
Abrió la gran tienda en plena expansión de la economía nacional y con la posibilidad de una rápida construcción del tercer acceso a la ciudad. Al fin y al cabo, el centro se levantó a pie de la rotonda por la que llegarían los miles de coches que accederían a la capital por el nuevo puente. Mejor sitio imposible.
Sin embargo, la obra se fue retrasando en el tiempo y la crisis económica llegó con extraordinaria fuerza afectando de lleno al sector del comercio. Todo ello se ha notado en Cádiz y esta tienda y las tradicionales de la capital no han quedado al margen. Ahora, por contra, se ve la proximidad del final de las obras del puente de La Pepa y la esperanza de que su entrada en servicio, a finales de 2012, coincida con el inicio de la recuperación económica y la afluencia de capital.
En todo caso, y a pesar de estos años de turbulencias financieras, la llegada de El Corte Inglés ha salvado a la propia ciudad de un retroceso aún peor en sus indicadores económicos. No lo afirman los directivos de esta compañía: lo afirman los propios comerciantes tradicionales de la capital.
"Hay que agradecer a El Corte Inglés que en su momento apostasen por Cádiz y con esa fuerza. Sólo cabe imaginarse que hubiera supuesto ahora para la economía de la ciudad la ubicación de un centro de estas características en Bahía Sur". Si no una sentencia de muerte sí hubiera dañado casi de forma irreversible al siempre pujante comercio tradicional capitalino, según reconoce un veterano del sector, Juan Tovar, presidente de Cádiz Centro Club de Calidad.
Cierto es que el impacto de esta superficie en el comercio tradicional no ha sido tan grave como lo sufrido por las tiendas de toda la vida en localidades como Jerez, San Fernando o El Puerto, cuyos términos están colapsados por grandes centros comerciales.
"Aquí en Cádiz ya estábamos preparados para esta competencia, por lo que su llegada fue menos traumática que en otros puntos. Estábamos consolidados como gran oferta comercial, pero la llegada de El Corte Inglés ha mejorado aún más la oferta que ofrece Cádiz capital, hasta convertirla en una de las ciudades de referencia en el sector en toda Andalucía", afirma Tovar.
Sin embargo, la llegada de la crisis económica a partir de 2007 con una importante recesión del consumo privado sí ha tocado de lleno al sector tradicional. Aquí, la presencia de la gran cadena sí se ha dejado notar, ya que "somos muchos para repartir poco, así que la crisis la notamos más los pequeños que los grandes".
La esperanza también se fija en la apertura del segundo puente, que dejará la ciudad a escasos minutos de buena parte de la provincia. Y junto a ello, el comercio gaditano considera también trascendental urbanizar ya la nueva avenida de astilleros, que conectará el casco histórico con el barrio donde se ubica El Corte Inglés. "Se logrará con ello una conexión directa con los dos grandes polos comerciales de la capital".
El centro comercial Bahía de Cádiz fue el primer gran equipamiento con el que contó el nuevo barrio de Astilleros. Se pensaba en 2001 que serviría de motor para el crecimiento de un boyante sector comercial en la zona. Sin embargo, está costando mucho afianzar un tejido de tiendas variado y potente. Incluso el grupo Inditex, propietario entre otros de Zara, ha llegado a cerrar locales abiertos en la avenida de las Cortes, mientras que permanecen otros muchos. En este sentido, Juan Tovar considera que "aún queda tiempo para lograr afianzar esta zona. No olvidemos por ejemplo lo que pasó con El Corte Inglés de Nervión, en Sevilla, donde pasaron muchos años hasta de ver abrir nuevas ofertas de venta, a pesar de ser un barrio muy poblado. Hay que darle tiempo".
El complejo levantado en Cádiz por El Corte Inglés fue también un "experimento" para la propia cadena. Lejos de los antiguos modelos de Preciados en Madrid o la plaza del Duque de Sevilla, el centro abierto en la Bahía cuenta con diez salas de ciudad y varias cafeterías y restaurantes a lo largo de toda su superficie, además de un espectacular mirador acristalado que vistas al nuevo puente de La Pepa, símbolo del esperado desarrollo de la capital gaditana y, a la vez, del propio afianzamiento de los más de 180.000 metros cuadrados de la tienda que hace diez años comenzó a funcionar bajo el nombre de El Corte Inglés.
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