Cuarentena sin espacio

Un pequeño balcón en una finca del casco antiguo de Cádiz. / Julio González

Ana vive en un piso que no llega a los 70 metros cuadrados, más o menos en la media de la superficie de las viviendas en Cádiz capital.

Visto desde la perspectiva de la fría estadística, la casa de Ana (nombre ficticio) tiene un tamaño aceptable para los cánones que se manejan en la capital en materia de vivienda. Sin embargo, si dejamos la estadística a un lado en favor de la realidad la reflexión es muy diferente.

Porque en estos cerca de 70 metros cuadrados Ana vive con su pareja, con dos hijas mellizas, con un hermano y con su madre. Seis en casa. A poco más de 10 metros cuadrado de espacio útil por persona. Lo cual cambia la forma de ver las cosas.

Los seis, como el resto de la ciudadanía, están encerrados en casa por culpa de la cuarentena provocada por la pandemia del coronavirus. Los seis en casa son el ejemplo de quienes tienen que pasar esta reclusión forzosa en espacios reducidos. O por lo menos, reducidos para casos tan excepcionales como los que estamos sufriendo.

No hay una estadística actualizada de los metros cuadrados de nuestras residencias. La última se elaboró en 2011 en el conjunto del país con el Censo de Población y Vivienda, que el próximo año toca actualizar.

En todo caso las cifras que aporta se mantienen en buena parte una década más tarde. Entre medio han pasado los años de la crisis económica e inmobiliaria y es desde hace apenas dos o tres ejercicios cuando se ha normalizado la construcción de nuevas viviendas, aunque en su mayoría en el sector privado, que tiende a ofrecer pisos de mayor tamaño que las promociones públicas.

En el recorrido por el parque de viviendas de la provincia, para ver en qué espacios estamos viviendo nuestra particular cuarentena, hay que tener en cuenta también la propia evolución urbanística de nuestras ciudades y, especialmente, el suelo disponible para ello.

Como en otros tantos indicadores, la capital aporta los datos más negativos.la capital aporta los datos más negativos. Mantiene en pie un casco antiguo amplio, para el propio tamaño de la ciudad, y densamente poblado. Ya en 2011 se había avanzado notablemente en el Plan de Rehabilitación del Casco Antiguo que eliminó buena parte de la infravivienda aunque mantuvo, eso sí bien acondicionadas, viviendas de un tamaño limitado, de tres habitaciones como máximo como mucho.

Otras ciudades que han crecido de forma notable, especialmente Jerez y Chiclana, pero pueden incluirse también el resto de las grandes localidades de la provincia, disponen de parques inmobiliarios más modernos y por ello cuentan con viviendas de mayor superficie.

Tal vez el ejemplo más claro es el porcentaje de pisos con menos de 30 metros cuadrados de superficie. Según el INE, en 2011 se contaba con 1.526 en toda la provincia. De todos ellos, 347 estaban en la capital, lo que supone cerca del 25% del total. En ninguna de las restantes localidades de más de 50.000 habitantes existían entonces, salvo en Jerez con apenas 175 unidades, y está claro que menos ahora, pisos tan chicos.

Hoy incluso se pueden ver algunos en venta en las páginas web, con precios que oscilan entre los 60.000 y los 100.000 euros y con lo que se podría comprar una casa con un tamaño decente en muchos puntos de la provincia.

Con 47.000 viviendas en total según el mismo censo, el mayor número de pisos en la capital, 11.615, dispone de una superficie entre 61 y 75 metros cuadrados. Pero hay que tener en cuenta que hay 8.500 entre 46 y 60 metros. Y 2.700 por debajo de los 46 metros, más que las residencias entre 151 y 180 metros cuadrados.

En Jerez (77.378 viviendas) hay cerca de dos mil con más de 180 metros.

Pisos de este tamaño, un auténtico lujo en Cádiz, abundan también, con porcentajes muy por encima a los de la capital en Chiclana (972 sobre 28,123), El Puerto (1.663 sobre 31.409), Algeciras (971 sobre 42.692) o San Fernando (550 sobre 33.921). El total de la provincia en este caso llega a los 12.770 pisos.

Es de suponer que en estos casos no sufrirán estrecheces en estos días de cuarentena. Todo lo contrario a las 14.620 familias de la provincia (sobre 447.975) que residen en pisos entre 30 y 45 metros cuadrados o los 50.784 cuyas viviendas tienen una superficie que apenas va de los 46 metros 60 metros.

“Los niños se agobian mucho en un piso tan pequeño”

Cuenta Ana que el estrés de su familia va en aumento a medida que pasan los días. Las dos pequeñas, seis años, mellizas, se llevan muy bien "pero no tiene espacio para poder jugar en su habitación, que es muy pequeña y acaban agobiadas". Todo se soluciona, o así se intenta, con mucha calma, algunas clases e imaginación para idear juegos en un espacio limitado. Una de las pequeñas, además, es persona de alto riesgo ante el coronavirus, como pasa con la madre de Ana y abuela de las niñas, por lo que hay que extremar los cuidados y la limpieza de casa y personas. Sobre todo porque tanto la pareja de Ana (recordemos, nombre ficticio) como su hermano siguen saliendo a trabajar cada día. Su hermano, además, lo hace en el mercado central por lo que debe controlar especialmente el contacto con las personas en estas instalaciones.

Mientras, ella se queda en casa organizando todo, limpieza, comida, juego de las pequeñas, atención a la madre... Habla, en todo caso, muy tranquila, asumiendo que aún quedan muchos días por delante. En esta situación reconoce que la casa, que en otras circunstancia era manejable para los seis, se les queda pequeña. Por si fuera poco, no tienen balcones, un elemento hoy tan importante para al menos salir a respirar, por lo que el contacto de parte del grupo familiar (niñas y abuela) con el exterior físico se limita a las ventanas. Ella, por ahora, logra salir a por el pan la mañana. Por ahora.