Denuncian la continua celebración de botellones en el Paseo Marítimo
La Policía tuvo que intervenir la noche del domingo para disolver una concentración junto al Módulo Central
Vecinos del entorno de Ingeniero La Cierva piden mayor vigilancia policial para evitar las concentraciones
El botellón ha vuelto. En medio de la pandemia y a la espera de que la cuarta ola remita (aunque en Cádiz es cierto que apenas está teniendo incidencia) y que la administración de las vacunas siga avanzando, el Paseo Marítimo se ha convertido en centro neurálgico de las concentraciones juveniles. Más de medio centenar de jóvenes, sin ir más lejos, se concentró en la noche del domingo junto al módulo central de la playa Victoria ante la mirada atónita de todos los que pasaban por allí.
Los jóvenes, muchos menores de edad, ocupaban la parte de los módulos y todo el ancho del Paseo Marítimo en esa zona, sin guardar, por supuesto, las distancias de seguridad y llevando muchos las mascarillas bajadas o directamente quitadas. Escena que recordaba a los tiempos en los que el botellón era algo permitido en zonas como las plazas de Mina y San Francisco, según han trasladado a este medio algunos testigos.
Varias fueron las llamadas denunciando los hechos ante la Policía, así como algunas también las personas que alertaron de lo que estaba ocurriendo a un furgón de la Policía Local que transitaba por el Paseo Marítimo a la altura de la calle Brasil. Eso provocó la presencia de agentes de la Local y del Nacional en el lugar de los hechos, disolviéndose así la concentración, ya que los jóvenes huyeron del lugar a través de la arena de la playa para evitar cualquier tipo de denuncia.
Esto que ocurrió en la noche del domingo no es más que el último ejemplo de unas concentraciones que son algo habitual en el Módulo Central de la playa Victoria desde hace meses, sobre todo los fines de semana, aunque posiblemente no había llegado hasta ahora a las dimensiones de lo ocurrido este pasado domingo.
Según ha informado el Ayuntamiento de Cádiz a este periódico, la actuación de la Policía Local se produjo entre las 22.18 y las 22.48 horas. Una vez que salieron de allí, quedaron los restos de la concentración, con numerosas latas de bebidas en la vía pública.
No es la primera vez que tienen que intervenir y en ocasiones, se les ha visto patrullar por la misma arena para quitar a gente que quedaba frente por frente al Hotel Playa Victoria en la zona de las hamacas para consumir bebidas alcohólicas.
Los vecinos del entorno del Módulo Central también denuncian esta práctica que de hecho es ilegal, pues está expresamente prohibida por una ley andaluza. De viernes a domingo aseguran que es habitual en las últimas semanas que esa zona del Paseo se llene de jóvenes y menores de edad, que en su mayoría consume alcohol.
Estas reuniones están provocando, además, las lógicas molestias para los vecinos. No sólo en lo que a ruido supone para las viviendas que dan a la playa, sino por la acumulación de basura y por los orines que amanecen cada día en portales y garajes. “Usan nuestros portales y garajes como urinarios públicos, lo que no está suponiendo un coste extra en limpieza además de una insalubridad general de los garajes, pues los charcos de orín son luego esparcidos por las ruedas de los vehículos que acceden”, denuncian desde la asociación de vecinos Balneario Cortadura.
Ante esta situación, los vecinos reclaman la actuación de la Policía Local para evitar esas concentraciones, así como exigen también la limpieza y el baldeo de esa zona con carácter extraordinario hasta que se logre erradicar esos botellones que incumplen la legislación actual y que ponen en riesgo la victoria sobre el Covid.
Esta no es la única zona que utilizan los jóvenes para concentrarse. En el mismo paseo Marítimo se usan algunas de las bajadas a la playa como lugar para quedar a beber. Otros lugares alternativos son la playa de Santa María del Mar, donde se pueden ver a bastantes grupos de jóvenes que superan el número de personas continuamente, y los bajos del balneario de La Palma, donde se encuentran más resguardados. Y otro de lo lugares habituales se encuentra en el en torno del parque Celestino Mutis en el barrio de Astilleros o, incluso, en los alrededores del lejano colegio de La Inmaculada.
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