Denuncian irregularidades en la gestión del Club Caleta
Un grupo de socios solicitará una nueva asamblea tras las recientes elecciones
Otro verano con bandera azul en La Caleta
El Club Caleta ha iniciado una nueva etapa, tras las elecciones celebradas recientemente y tras celebrar también hace unos días la reapertura del bar. Pero un grupo de socios no está conforme a la gestión que se viene realizando en esta entidad y plantea una serie de dudas respecto al proceso electoral, por lo que ha decidido movilizarse para pedir explicaciones y buscar posibles soluciones.
El portavoz de este colectivo de socios, Enrique Valenzuela, explica que una de las irregularidades más llamativas que han encontrado durante el reciente proceso electoral fue la decisión de la directiva en funciones de no permitir el voto delegado, que sí recogen los estatutos del club. “Ellos justifican un artículo que dice que el voto será mediante sufragio universal directo y secreto. Pero el sufragio universal directo no significa que tiene que ir la persona directamente, porque el artículo 11 refleja la delegación de voto”, explica Valenzuela, que señala también que la asamblea electoral estuvo formada por “miembros allegados a la directiva antigua” y a la candidatura que resultó elegida en el proceso.
120 votos, en concreto, frente a 86 dieron la presidencia del club a Jorge Muñoz frente a Manuel Castro. Diferencia que esta segunda candidatura entiende que se habría reducido, o incluso superado, de haberse permitido el voto delegado. Todo ello teniendo en cuenta que el club cuenta en la actualidad con unos 400 socios.
Ante esta situación, este colectivo anuncia que van a solicitar la convocatoria de una asamblea extraordinaria (para lo que necesitan alrededor de 40 avales, el 10% del censo de socios) porque, entre otras cuestiones, “llevan dos años sin aprobar presupuestos ni presentar cuentas”. Y, al mismo tiempo, “vamos a solicitar todas las actas desde que se inicia el proceso electoral” para analizar con detalle esas posibles irregularidades que ellos denuncian.
Y es que estos socios se quejan también del recorrido que se ha seguido para adjudicar el bar, “en cuyo proceso no han dejado mucha participación” y que finalmente ha quedado en manos de un hostelero que ha abonado 180.000 euros en una puja a mano alzada en la que participó otro conocido hostelero de La Viña.
Además de todo esto, lamentan la escasa actividad deportiva del club y la nula acción en algunas de las instalaciones. “Nosotros queremos que se promocione el deporte, porque es un club deportivo, pero el club no ofrece servicios, no se hace nada, salvo un concurso anual de pesca submarina”, señala Enrique Valenzuela.
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