Derribado uno de los últimos grandes chalés de Cádiz

Urbanismo

La antigua residencia de Accame y Casanova se transformará en un bloque de viviendas

El solar del antiguo chalé ya derribado.
El solar del antiguo chalé ya derribado. / Fito Carreto
J. A.h.

19 de mayo 2020 - 11:20

El proceso de eliminación de los chalés en Cádiz sigue imparable, especialmente tras la reactivación desde hace cinco años del sector inmobiliario privado.

En estos días acaba de concluir el derribo del chalé de Manuel Accame, que durante años fue también sede de la consulta del pediatra Manuel Casanova, ubicado en la trasera de la parroquia de San José. Durante varios años funcionó como restaurante.

Este era uno de los chalé con mayor superficie de la ciudad y, por lo tanto, muy goloso para las constructoras. Se ubica en una zona de la ciudad, en las inmediaciones de la avenida de Portugal y la plaza del Árbol, donde aún permanecen en pie viejas construcciones de sólo planta baja levantadas muchas hace más de un siglo.

En la década de los ochenta el PGOU obligaba a acuerdos entre propietarios para actuar en la zona, uniendo varias parcelas para poder aautorizar una nueva operación urbanística, lo que hacía inviable cualquier operación. Ya en los noventa, antes de que se ejecutase la obra del soterramiento, el Ayuntamiento del PSOE planteó la ampliación de la avenida Maria Auxiliadora hasta la plaza del Árbol, derribando el chalé de Accame y varias de estas antiguas construcciones, muchas de la cuales hoy están vacíos o reconvertidas en locales comerciales.

El chalé de Accame y Casanova forma parte del grupo de construcciones unifamiliares que el PGOU anima, en cierta medida, a derribar. De este tipo de viviendas sólo hay dos protegidas por el Plan de Ordenación Urbana: el chalé de Varela, que el Ayuntamiento reclama ahora para la ciudad, y Villa Mercedes, que se levanta majestuoso en la esquina de la Avenida y la calle Huerta del Obispo.

En la ciudad apenas quedan en pie menos de 50 chalés. En los últimos meses se ha incrementado su derribo para la construcción de bloques de viviendas. Sólo en la calle Tamarindos, en Bahía Blanca, se sustituyó un chalé de los años cincuenta por uno de moderno diseño hace apenas unos meses. En zonas como La Laguna y el Paseo Marítimo se pueden mantener estas construcciones, según el PGOU.

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