Descubrimiento mundial

De pronto, todo el mundo descubre la importancia del patrimonio de la ciudad, cuando durante años, décadas, lo hemos tenido frente a nosotros sin hacerle el menor caso. Es algo que se agradecer cuando parecía que era cosa de unos pocos, los que desde colectivos ciudadanos y desde este mismo diario denunciaban, y denunciábamos, la dejación pública y privada en este tema, casi predicando en el desierto.

Ahora el Partido Popular se reúne con la Asociación para la Difusión e Investigación del Patrimonio, ADIP, una de las más activas de la ciudad, y asume la importancia que nuestra historia pasada tiene para proyectar nuestra historia presente y futura. "El futuro de la ciudad debe pasar necesariamente por una mayor promoción del patrimonio. Y nosotros vamos a estar por esa labor". Está bien este compromiso, sobre todo porque el PP ha estado veinte años gobernando la ciudad. Un tiempo en el que, ciertamente, se ha actuado profusamente en la rehabilitación de muchos conjuntos históricos pero, a la vez, se ha adolecido de un plan específico sobre el patrimonio, garantizando con el mismo su conservación adecuada y un uso ciudadano correcto.

La ausencia de un plan de estas características y la tendencia que tuvo el anterior gobierno de invertir en el arreglo de las cosas para, después, no darle un contenido económicamente viable ni garantizar su mantenimiento ha culminado en la situación en la que se encuentra actualmente buena parte del patrimonio histórico de la ciudad. A ello está ayudando también la lentitud de reflejos del nuevo gobierno local.

Ejemplos hay muchos. El más evidente, porque tendría que ser el referente visual de la ciudad, es el frente de la Puerta de Tierra, destacado como esencial por parte de ADIP. Lleva años en un estado de semiabandono. El gobierno del PP dejó en manos de la Sociedad Cádiz 2012 la gestión de esta fortificación y desde entonces nada se ha invertido, salvo actuaciones de buena voluntad por parte de operarios de Mantenimiento Urbano, que hace unos meses realizaron diversos trabajos en el paseo. Sin duda, Cádiz 2012 estaba más preocupada en organizar exposiciones que en atender a la muralla, a pesar de tenerla a la vuelta de la esquina de sus oficinas, en la Cárcel Real. De lo cual se demuestra que quien no está preparado para una misión más vale que se quede en su despacho.

Por todo ello se agradece que el PP haya visto la luz y que ahora reclame incluso la continuidad del arreglo de las murallas exteriores de la ciudad (que estando en el gobierno central paralizaron a principios de este año). Que todos aprendan de los errores cometidos y que los nuevos sepan ver por dónde hay que seguir.