Diálogo en Cádiz, el mayor tributo para celebrar los 45 años de la Constitución

Evento Grupo Joly - Diario de Cádiz

Con un parecido diagnóstico y recetas diferentes, los profesores Ramón Vargas-Machuca y Miguel Revenga protagonizan el debate sobre la Carta Magna que ha organizado el Grupo Joly en la Casa de Iberoamérica

Jornada especial : 45 años de la Constitución, Ahora más que nunca

El alcalde Bruno García, Miguel Revenga, Francisco Sánchez Zambrano y Ramón Vargas-Machuca. / Julio González

Cádiz/El diálogo nutritivo, sosegado y entablado por dos profundos conocedores de la forma y el fondo de la Constitución de 1978 ha sido el regalo escogido por el Grupo Joly, con la colaboración del Ayuntamiento de Cádiz, para tributar a la actual Carta Magna del Estado español en su 45 aniversario que se celebra este 6 de diciembre. En la Casa de Iberoamérica -innegable el guiño al amado texto del Doce- se han reunido los profesores Ramón Vargas-Machuca y Miguel Revenga, introducidos y animados por el subdirector de Diario de Cádiz, Francisco Sánchez Zambrano, para hablar de los desafíos que tiene por delante el Estado de Derecho en un, a nadie se le escapa, agitado contexto político que revierte en la temperatura social. Sí, efectivamente, se habló de la Ley de Amnistía, pero también de la paralizada reforma del Poder Judicial y de la renovación del propio Tribunal Constitucional, durante la jornada 45 años de la Constitución, ahora más que nunca.

Oídos no han faltado a este debate que los ponentes enfrentan con un parecido diagnóstico pero con diferentes recetas. Desde la encendida proclama del profesor, filósofo, político y miembro del comité federal del PSOE durante 21 años, Ramón Vargas-Machuca, en contra de la Ley de Amnistía, y del "alto precio" que, a su juicio, hemos pagado por "la investidura de Pedro Sánchez"; al "optimismo" del catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Cádiz, Miguel Revenga, que confía "plenamente" en que el propio Estado de Derecho tiene "mecanismos suficientes" para "defenderse de los abusos" que pudiera tener la proposición de ley y que "desde luego echar más gasolina al fuego no es la manera de apagarlo", fueron escuchados y comentados por un colmado auditorio.

Así, miembros del actual equipo de Gobierno del Consistorio gaditano, con el alcalde de Cádiz al frente; el subdelegado de Gobierno del Estado, José Pacheco; el vicepresidente de Diputación, Juancho Ortiz, los diputados en el Congreso Ignacio Romaní y Pedro Gallardo; el portavoz socialista Óscar Torres; el secretario general del PSOE en Cádiz, José Ramón Ortega, el fiscal Jefe de Cádiz, Ángel Núñez y el alcalde de Ubrique, Mario Casillas; además de representantes del Colegio de Abogados, de la Propiedad, de Aparejadores, Universidad de Cádiz y miembros de la Academia de las Bellas Artes, entre otros muchos sectores de la sociedad gaditana, siguieron las reflexiones antecedidas por un cariñoso saluda del primer edil de la ciudad, Bruno García, que ha agradecido a Grupo Joly y Diario de Cádiz su voluntad de "reforzar la identidad de Cádiz como ciudad constitucional" no sólo con la organización de la jornada de este 6 de diciembre "sino desde su día a día" y que ha recordado las actividades realizadas por su equipo con la voluntad de "sacar el texto constitucional a la calle".

El diálogo, el debate, se erige, desde luego, como una de las maneras más efectivas para llegar al corazón y raciocinio de los ciudadanos aun cuando las posiciones, como ha sido el caso, están, no diríamos que encontradas, pero sí levemente diferenciadas, ante la pregunta del periodista de cuál es el estado de salud de la Constitución hoy. "Estamos en un momento político complicado, pero no hay por qué pensar que no vamos a seguir celebrando muchos días de la Constitución", ha resuelto el constitucionalista leonés que ha puesto en valor a la Constitución como el posibilitador del "mayor periodo de paz y concordia" de nuestra historia, pero que tampoco ha ocultado uno de sus principales problemas ("para la Constitución como para cualquier ser vivo") que es el del "desgaste" que produce el tiempo. Por tanto, Revenga, no ha tardado ni dos minutos en mencionar la necesidad de su reforma ("en España hemos reformado poco y mal, y siempre por imposición de Europa, no por consenso nuestro") que ha sido tratada como "un tabú". "Vivimos dentro de la esquizofrenia de que es imprescindible (nuevos desafíos tecnológicos, territoriales, el cambio del papel social de la mujer...) y es imposible (no se dan las condiciones políticas) reformar la Constitución", ha señalado el presidente emérito de la Asociación de Constitucionalistas de España que, sin embargo, ha insistido y vuelto a insistir en su confianza "en los mecanismos intrínsecos" de ese "armazón resistente" que es el Estado de Derecho para "corregir las tensiones que a política genera".

"Ojalá", ha respondido el veterano político asidonense que cita al Maquiavelo que conoce "las puertas del infierno" y el precepto del "evitar el mal peor" para expresar su profunda preocupación por la deriva independentista y la decisión del actual Gobierno de España. Para ello, Vargas-Machuca lee un texto donde muestra que aunque es "amigo de Platón" es "más amigo de la verdad". Es decir, su apego por las siglas del PSOE no le coarta para hablar de la "tragedia" y del "combate moral y político a vida y muerte (metafóricas)" que se está librando "entre democracia y separatismo" con la tramitación de la Ley de Amnistía. Así, el profesor ha defendido que no hay "más democracia constitucional" que la que tenemos, que los sucesos de octubre de 2017 fueron "un golpe" a la constitucionalidad y "una flecha envenenada" al Estado de Derecho y que es parte del "abecedario democrático" que "ningún rango identitario se puede anteponer a los derechos y deberes de ese contrato social" que es la Constitución. "El precio que estamos pagando por la investidura de Sánchez es insoportable", ha llegado a decir el doctor en Filosofía y Letras que observa "síntomas preocupantes" que nos pueden llevar "a un temido desenlace de una democracia defectuosa o fallida". "¿Nos hemos vuelto locos? Esto es imposible", ha lamentado sobre la amnistía a los dirigentes independentistas.

Vista general de la Casa de Iberoamérica durante el debate organizado por el Grupo Joly. / Julio González

Revenga, por su parte, comprende la preocupación y que hay líneas que "no se pueden sobrepasar sin desvirtuar" pero opina que la sociedad sólo podrá defender con uñas y dientes una Constitución en la que crean, que les seduzca. "De cada 100 españoles vivos, sólo votaron la actual Constitución 16. Creo que la proporción es 1 de cada 6 españoles vivos pudieron votarla (...) Su llama está viva pero tenemos que recuperar la ilusión colectiva para salir adelante", ha venido a decir el profesor que, como ha recordado, se dedica a explicar el texto constitucional "a chavales de 19 y veintipocos años". "Lo digo de corazón, lo que considero muy peligroso es querer echar gasolina para apagar un fuego", ha requerido el que fue director del Instituto de Derecho Público Comparado de la Universidad Carlos III de Madrid que entiende la indignación social "por que esta posibilidad alrededor de los sucesos del Procés" no se hubiera mencionado "en la campaña electoral" y parece "sacada de la manga", pero que recuerda que todavía quedan "varios meses" por delante en la tramitación de esta Ley con lo que "habrá tiempo para criticar, para deliberar y poner de relieve los efectos más palmarios de la proposición de ley e insuflar racionalidad a este desafío en el que estamos inmersos".

Vargas-Machuca, sin embargo, ve más "urgencia" en la necesidad de denuncia de los males que, observa, se ciernen sobre la democracia española y se encomienda al espíritu mismo "de consenso" con el que se fundó la actual Carta Magna. Eso sí, siendo muy consciente de que "muchos de los problemas que hoy tenemos como el desafío separatista no son nuevos, vienen de atrás" y del "excesivo tacticismo" que ha definido a los partidos políticos de nuestro país. "Sin embargo, el consenso antiterrorista ayudó mucho en este sentido", un camino que ahora, según el profesor, se está desdibujando "y que no se puede romper".

De consenso y de los históricos "intercambio de cromos" también ha hablado Revenga que se ha mostrado de acuerdo con Vargas-Machuca en la falta de capacidad de los grandes partidos para dejar a un lado sus intereses partidistas en pro del "funcionamiento regular" de algunos estamentos del Estado. Es decir, la paralizada reforma del Poder Judicial y la renovación del Tribunal Constitucional se han puesto sobre la mesa con "la vergüenza" de un órgano "cinco años en funciones" por la incapacidad de que PP y PSOE no lleguen a un acuerdo. "Y para eso no hace falta reformar la Constitución sino recuperar compromisos de Estado que dejan al margen enfrentamientos cainitas entre los dos grandes partidos (...) No nos lamentemos del auge de los partidos inconstitucionales si los partidos que tienen reconocido apego a la Constitución son incapaces de recuperar un ámbito de concordia", se permite Revenga "como académico" este "cariñoso tirón de orejas" con la intención de recuperar "esa idea de las políticas de Estado" en las que ha coincidido plenamente con Ramón Vargas-Machuca.

"Vosotros que estáis aquí, si hay una disposición no sectárea y si somos capaces de saber cuál es el objetivo y alcanzarlo... No tenemos que esperar a que pase algo gordo, dejar que la comunidad política se fragmente, porque es que sin ella no hay política. Por favor, un poquito de cordura, que ese miedo puede volver, que el mundo está muy raro, muy complicado, que Europa puede mirar para otro lado...", ha advertido a los políticos presentes el que fue secretario primero de la mesa del Congreso de 1986 a 1993 en su intervención final apelando, de nuevo, al espíritu fundacional del 78.

Un último turno que Miguel Revenga ha utilizado para recordar que en tiempos complicados "hay que redoblar las esperanzas" y "que los independentistas no son la mayoría en Cataluña". "Por ello, que no nos ganen el discurso, que si nos reunimos a hablar de Constitución y de futuro hay cosas más importantes para hablar como el cambio climático, la lucha contra el desempleo juvenil y esa brecha generacional que nos pone en mejor condición a los que estamos a las puertas jubilación que a los que se incorporan al mercado trabajo. Esas son las cosas que tenemos que hablar, cómo ponemos en mejor condición a la generación que no votó la Constitución".

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