Domingo Villero dimite como portavoz municipal de Ciudadanos
Considera que hay contradicción entre los intereses del partido y los de Cádiz y califica su experiencia "como una amarga experiencia de desencuentros"
El edil se da de baja como afiliado y permanece como concejal no adscrito
Domingo Villero dimite como portavoz del grupo municipal de Ciudadanos y se va al grupo no adscrito. Éste es el motivo por el que ha convocado una rueda de prensa a las 12 del mediodía, donde ha argumentado su marcha.
No es el mismo escenario, pero la historia vuelve a repetirse. Ciudadanos salta por los aires en la ciudad evidenciando la ruptura entre el líder de la formación en el Ayuntamiento de Cádiz y los órganos internos del partido. Pasó al final del anterior mandato corporativo con Juan Manuel Pérez Dorao, que se marchó de la formación junto a la entonces edil María Fernández–Trujillo; y ha vuelto a pasar apenas seis meses después, recién iniciado un nuevo mandato, con Domingo Villero. El que fuera candidato de Ciudadanos a la Alcaldía y portavoz del grupo municipal ha anunciado este martes su baja como afiliado al partido al mismo tiempo que su continuidad como concejal no adscrito del Ayuntamiento “hasta el final de este período legislativo municipal”.
El motivo expuesto por Villero es un claro distanciamiento entre el proyecto y el partido que encontró hace seis meses, cuando decidió dar un paso al frente, y el escenario en el que se ha movido desde las pasadas elecciones hasta que este martes ha decidido presentar su baja como afiliado. “Ha sido una decisión muy meditada, pero si quiero seguir siendo fiel al compromiso que adquirí con los gaditanos no me queda otra opción”, ha afirmado.
“Cuando Ciudadanos llamó a mi puerta se me expuso un proyecto político que tenía por finalidad trabajar por los gaditanos dentro de un camino de regeneración política, fuera de lo que estamos habituados a observar. Y cuando acepté me propuse, quizás con ingenuidad, poner todo mi esfuerzo y compromiso en liderar un proyecto respaldado por unos principios en los que creía y sigo creyendo: regeneración, democracia, pluralidad, diálogo, trabajo en equipo, participación de todo el que tenga algo positivo que aportar, mérito personal, transparencia, apertura a todas las opiniones... Y sobre todo el beneficio y bienestar de Cádiz”, ha expuesto Villero, lamentando que nada de eso es lo que luego encontró desde un primer momento.
De hecho, el hasta ahora portavoz ha denunciado el “escaso apoyo del partido” durante la campaña electoral, pese a lo cual se mejoraron los resultados, por lo que ha calificado su primer paso “de éxito si tenemos en cuenta los escasos medios con los que conté y una campaña dirigida sin rigor”.
Las críticas al partido no sólo se dirigen hacia arriba, hacia la cúpula provincial, regional o nacional. También ha deslizado críticas hacia el que ha sido su entorno más cercano. “Supuse durante la campaña, ya que los candidatos no nos conocíamos, que el transcurrir del tiempo lo solucionaría tras trabajar en equipo y rodar el grupo. Pero esta impresión se ha visto vapuleada una y otra vez desde mayo”, ha afirmado.
“No voy a negar que estos meses han sido una amarga experiencia de desencuentros con el aparato orgánico del partido, tanto a nivel local como a instancias provinciales o superiores, por no ajustarse al proyecto inicial. En este tiempo he tratado de reconducir la situación, pero la respuesta del partido, por acción o por omisión, ha sido la de anteponer sus intereses a los de Cádiz”, ha denunciado justificando su decisión de abandonar las filas de la formación naranja y pasar a formar parte del que será cuarto grupo político de la oposición.
Esas críticas a su propio grupo han continuado, haciendo referencia el concejal a la “lucha de poder” o al objetivo de “hacer carrera política” que se habría encontrado en estos meses “y para lo que no me presenté”. “Mi único objetivo fue trabajar por Cádiz, y no me voy a aferrar a un sillón por un futuro que traicione mi conciencia”, indicado.
Ante la “evidente contradicción” que Villero dice haber encontrado “entre los intereses de un partido político y el interés de Cádiz y su gente”, ha optado finalmente por abandonar las siglas e iniciar en solitario su defensa por la ciudad. De la política se siente “totalmente engañado”. Pero a pesar de eso ha decidido seguir hasta el final del mandato. En solitario. Sin asignación como portavoz, y sin el apoyo económico que sí tienen los grupos políticos –conceptos a los que ha dicho renunciar aunque realmente no le corresponden como concejal no adscrito, condición por la cual sí percibirá la indemnización mensual de 700 euros en concepto de asistencia a Pleno–. “No estaba dispuesto, ni lo estaré, a que el dinero se emplee de la mejor manera posible para devolverle la máxima calidad. Y en mi anterior formación eso no se podía asegurar”, ha defendido recordando que desde que aceptó ser candidato “afirmé que no soy un profesional de la política”. “Mis motivaciones ni han sido ni son de carácter económico. He puesto mi esfuerzo y mi prestigio profesional al servicio de unas siglas para llevar adelante un programa y un proyecto que debía servir mejor a Cádiz que otras opciones”, ha añadido.
En este nuevo escenario que afronta Villero como concejal no adscrito, asegura sentirse “libre para poder defender los intereses de Cádiz con ilusiones renovadas”, reafirmando así “mi compromiso exclusivo con Cádiz”.
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