Dinamitada la Residencia Sanitaria Fernando Zamacola

Odo un espectáculo seguido con verdadera expectación por miles de personas. Minutos después de las cinco de la tarde se culminaba la tarea de demolición. La enorme mole de siete plantas, incluida la torre central, se vino abajo. Un estallido seco, polvo y más polvo y ahí se queda ya el solar listo para comenzar inmediatamente las obras de la nueva residencia, que deben culminarse en el plazo de 22 meses. La obra de demolición ha sido perfecta, ya que se trata del mayor edificio derribado por este sistema, y hasta ahora, en toda Europa. Han caído 60.000 metros cúbicos para lo cual la empresa CAVOSA ha empleado 3.000 barrenos y dinamita plástica.

El trabajo ha sido efectuado por 10 obreros especializados y tres ingenieros de minas con tres semanas de estudio previo y otras tres de colocación de detonadores y medidas plenas de seguridad.

El derribo duró solamente medio segundo y los bomberos comenzaron inmediatamente a regar la Avenida y aceras, reanudándose el tráfico a los 10 minutos de caer la gran mole de siete plantas que levantó una gran polvareda.

Más de seis mil personas y las autoridades locales presenciaron la voladura, que constituyó un éxito.

Al día siguiente continuaron las consultas de ambulatorios en los dos bloques nuevos que quedan en pie a ambos lados, y que en su día fueron ampliación de la Residencia demolida. El Instituto nacional de Previsión ha rogado que se disculpen las deficiencias que pudieran encontrar asegurados y beneficiarios.

La demolición se llevó a cabo mediante el empleo de 80 kilos de explosivos y ha sido el mayor derribo efectuado en Europa por este medio.

El nuevo centro sanitario de Cádiz entró en servicio el 20 de diciembre de 1977. Poco antes de la una de la tarde se produjo el primer ingreso, el del joven Agustín Castro Sánchez, que sería intervenido quirúrgicamente poco más tarde.