Un Drago regado con cerveza
Julio Cuesta, presidente de la Fundación Cruzcampo, recibió anoche la máxima distinción del Ateneo de Cádiz por su compromiso con la ciudad, su "elevada calidad humana" y su "eficiencia profesional"
En la Facultad de Medicina, donde habita un drago milenario, recibió ayer otro más pequeño y de oro un sevillano del Arenal que de pequeño miraba embobado el río por donde llegaba "un bracito de Cádiz trayendo la sal para el pescado". El Ateneo impuso su máxima distinción a Julio Cuesta, hombre polígamo en amores geográficos, Cádiz y Sevilla, y presidente de la Fundación Cruzcampo. La XI edición del Drago de Oro recayó en el presidente de una institución "que aun en tiempos de crisis ha seguido aportando recursos a iniciativas sociales, culturales, ciudadanas o deportivas", según reza en el acta del premio. Y como el galardón tiene un marcado carácter gaditano, a Cuesta le agradece el Ateneo su aportación a Cádiz, iniciada con el premio 'Baluarte del Carnaval', que cada año reconoce la trayectoria de un personaje de la fiesta, y continuada con la colaboración que la firma cervecera mantiene con los premios Gaditano de Ley, que otorga junto al Ateneo.
"Abrumado". Así dijo sentirse Julio Cuesta por el homenaje de anoche. "Si se percibe que lo que he hecho y haré fomenta la solidaridad, la justicia y el desarrollo, este Drago no puede acarrear mayor compromiso. Si tengo un mérito es el de la gratitud y sólo he sido la punta de lanza de la Fundación Cruzcampo, que tiene un inmenso compromiso con la sociedad", manifestó. Y en su calidad de gaditano adoptivo declaró que "si algo he hecho bueno por Cádiz es porque Cádiz tiene la culpa, por el encanto de su generosidad. Por eso, lo que haya que hacer por Cádiz y esté en mi mano, se hará".
El "amor sin fingimiento por nuestra tierra y nuestra gente" o la "elevada calidad humana y eficiente labor profesional" fueron algunos de los piropos expuestos por el profesor Antonio Hernández Guerrero en su 'laudatio' o glosa de la enjundia del homenajeado, para posteriormente pedirle "que siga colaborando con los diferentes proyectos que hacen posible nuestra convivencia libre, grata y pacífica".
José Joaquín León, ateneísta y consejero del Grupo Joly, apuntó que "ya nadie piensa en Cádiz en Gambrinus como símbolo de Cruzcampo, sino en Julio Cuesta. Su amor por Cádiz ha crecido en los últimos años". Cerrando el acto, Ignacio Moreno, presidente del Ateneo, dijo de Cuesta que es "uno de los mejores relaciones públicas de España y referente moral de la clase empresarial andaluza". Moreno le impuso el Drago de Oro y le entregó un diploma ilustrado por Luis Gonzalo y la reproducción facsímil de la Constitución de 1812. Despidió el acto el músico y ateneísta Juan Carlos Ferreiro, que interpretó una versión a guitarra del Himno de Andalucía.
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